Con un pie...

No termino la frase porque en fútbol nunca se sabe, y menos con el Atlético de Madrid de por medio. En Champions hemos llegado a ver remontadas épicas como la del Depor al Milán tras un 4-1 (creo recordar) en la ida. Sea como fuere, un 2-3 en Europa significa gran resultado, obligas a tu rival a ganarte en la vuelta por un 0-2, 1-3 ó rentas superiores.

El partido comenzó con emoción, con ambiente, pero sin juego. Los griegos se empeñaban en meter melonazos en busca de Cissé o Salpingidis, pareja que se intercambiaría constantemente entre el extremo diestro y la punta del ataque. El Atlético mientras a duras penas lograba mantener un balón; conste que los griegos tampoco, parecía que el esférico quemaba. Vamos, en vez de un partido de Champions parecía una competición de “balón prisionero”.

Sin embargo, ya se veían ciertas cosas que desnivelarían el partido. La primera el retorno de Maxi, digo retorno porque durante meses fue una sombra de jugador, metido en la banda donde ni desbordaba ni descargaba juego ni nada de nada… en esta ocasión se insertó constantemente entre la línea de medios por delante de Raúl García para demostrarle que se puede tocar con criterio, nada de colgar sandías y vagar como un desgraciado.

El segundo aspecto fue la rapidez de Asenjo a la hora de atacar el balón que iba a espaldas de una defensa adelantada, porque en ese tipo de dibujos un portero que sepa jugar de libre es la VIDA. Leo Franco no sabía salir, era un buen portero bajo el arco, pero carecía de manejo con los pies, bendición para el Atlético, que con el palentino debe tener portero para más de una década.

El tercero y último, la elegancia de Heitinga a la hora de meter balones de más de 40 metros en estático, porque cuando corre hay diferencia. En el minuto 10 aproximadamente ganó línea de fondo, metió un pase a la espalda de delanteros y defensas para que Simao que venía de segunda línea fallase algo imperdonable, bien por Johnny. Luego nos dejaría un pase diagonal precioso de unos 60 metros a la carrera de Forlán, estas cosas las hace uno vestido de blanco y mañana sale en la portada de los panfletos madridistas, peeeero…

Entre tanto, anularon un gol que a mí me pareció legal sobre el minuto 20; Karagounis (vaya toque) pone un balón al corazón del área botando, con el peligro que llevan esos balones que pasa por entre las piernas de un heleno, llega a Salpingidis que la cruza ante Asenjo. El asistente consideró que en vez de pasar entre las piernas había tocado el balón, por tanto fuera de juego, para mí ya digo que no.

Y en estas llegó el gol Atlético. Un balón que llega a Diego en la frontal del área, la deja de cara para Maxi que la controla y la introduce junto al palo tocándola con la puntita de la bota. Gran llegada del “11” atlético. Sin mucho más que contar se llegó al descanso.

En la reanudación volvieron unos griegos crecidos, querían demostrar ante su público que venderían cara la derrota, al poco de comenzar Karagounis se vuelve a sacar un pase a la espalda de la defensa con Assunçao encimándole, lo que le da mayor mérito, sale Salpingidis (en claro “orsay”) para meter el balón por encima de Asenjo, a media salida. Fallo del árbitro, bien la defensa del Atlético, a veces pasan estas cosas. Se puede entender que el portero falla al quedar a media salida, pero no podía hacer otra cosa, el delantero había ganado la partida a la defensa y él tenía que ir al achique, con mala fortuna el griego sacó la pierna rápido, aplauso y a seguir. Se compensa la jugada del primer tiempo, aunque lo peor que puede hacer un árbitro es compensar.

¿Se vendrán abajo los rojiblancos? Eso me pregunté, pero la respuesta la encontré enseguida. El tanto espoleó a los madrileños, tanto que se vieron los mejores minutos del partido e incluso me atrevería a decir que en meses. Maxi se asoció con Simao, que también se vino al centro, los laterales empezaron a ganar línea de fondo con asiduidad, Forlán y Kun se intercambiaban a la hora de bajar a descargar, Assunçao barría rivales para recuperar, Ujfalusi-Juanito dominaban el juego aéreo a la perfección, ¿y Raúl García? Bueno, al menos no estorbaba.

De esa manera los griegos desaparecieron durante casi media hora, tiempo en el cual se vio juego combinativo y en definitiva, jugadas de mérito. Como se veía que alguna entraría, pasó, un balón le llega a Maxi dentro del área, la rompe violentamente con dirección al larguero… el rechaze le cae al “uru” que recorta en la frontal para disparar raso y fuerte junto al palo, buen gol.

Al poco, un balón le cae al Kun a 50 metros de la portería, se marcha sin mucha convicción con dos defensas delante. Al ver que se marcha, se va animando, tanto que con un eléctrico recorte gana el fondo, bastante escorado suelta un latigazo al palo largo que se cuela sin que Galinovic haga nada. Golazo de genio.

Mientras todo eso sucedía, Abel sustituyó a la perla de Tajonar por Cleber, mucho más suelto a la hora de distribuir en ataque. Sin duda le pondría de titular a la espera del “cerebro”, que cuando llegue le harán una película al estilo “Bienvenido Mr. Marshall”, no me jodas.

Los griegos, con todo perdido, porque lo estaba… decidieron meter carbón a la caldera. De ahí, unido a la torpeza a la hora de mover ficha posibilitaron la reacción en el 2-3; con un balón que llega a la izquierda a Karagounis (otra vez él), que se la pone a Leto en largo para según llega machacarla a la escuadra violentamente. Sinceramente poco se puede hacer, salvo aplaudir la jugada, pero sí creo que Abel pudo meter un quinto hombre en el campo para terminar de ganar la partida por ahí. Justo lo hizo con el gol griego, sacó al Kun por Jurado.

Desde ese momento poco que contar, mucha emoción, balones colgados a la desesperada, colosos los defensas y Asenjo… mal el Atlético que se aculó, renunció al toque como defensa y en cuanto la tuvieron la rifaron, así Jurado nunca brillará aquí. El fútbol, mejor a ras de césped. El Martes 25 el desenlace.