¡Qué liga más interesante!
Después del mosqueo de anoche, he querido escribir un post serio sobre el sainete del Cuerna. No soy un iluso que pensase en la victoria rojiblanca, desde luego que no, ya sabéis que días antes reflejaba mi pesimismo, pero eso no quita que llegado el partido me encabrone como el que más viendo los restos de lo que dice ser mi equipo.
Venía diciendo Jugger días atrás que la liga está adulterada y prostituida, obviamente tiene razón por varios motivos. Ya el año pasado hubo una gran diferencia al final entre Madrid/Barça y el resto, podría hablarse de un gran año del Barcelona, el Madrid no estuvo tan inalcanzable para el vagón de la Champions, pese a que muchos de los partidos los ganaban sin ningún tipo de brillo solo por salir al campo.
Pero este año la situación ha dado un vuelco bestial. De partida, el equipo tramposo invirtió 300 millones de euros en jugadores para así perpetrar el plan malévolo del Ser Superior, “superar al FCBarcelona de los 6 títulos”. De tal forma, la liga arrancaba claramente desequilibrada, el doping financiero de los dos grandes era evidente (Ibra=45+Eto’o y Chococrispis=25) mientras el resto gastaban unos 70 millones entre todos.
Dirán los aficionados tramposos aquello de… pues que se jodan, siempre ha habido ricos y pobres, los desequilibrios han existido desde que el mundo es mundo. Aceptando dicha preposición, no puedo compartir que en esta partida de tahúres, a cada movimiento me la estén metiendo doblada. Desequilibrios, vale, pero con un límite.
Actualmente el límite no existe, los dos equipos han ido ganando casi todos los partidos por juego, empuje o ayudas arbitrales. Si uno gana, el otro también. De los 114 puntos posibles, los dos equipos mantienen opciones de superar la centena al final del campeonato, elocuente dato que habla de la competitividad de la que dicen, la mejor liga del mundo… ¡por los cojones!
Ayer, un Atlético de Madrid pésimamente gestionado, se enfrentaba a la mole blanca, necesitada de los tres puntos para mantener el status quo, es decir, duelo en cabeza con su primo culé (recordemos aquello de merengues y culés). Los rojiblancos salieron bien plantados al césped, aguantando las primeras acometidas merengonas y estirándose lo suficiente como para dar pequeños avisos.
En una pérdida blanca, el balón circuló con la rapidez que se debe exigir a un equipo de esta entidad, balón al delantero en la medialuna del área, pase rápido al interior derecho (zurdo, pero derecho) y este bate al portero ajustando el disparo a la base del poste izquierdo. Gran gol de José Antonio Reyes, que en un gesto demagógico enseñó a su hijo vestido del Atléti en su camiseta interior. He de reconocer que, aun siendo un gesto de cara a la galería, siempre prefiero esto a un “chupádmela” o correr a celebrar el gol junto a tu amigo de la grada y que los demás se acerquen allí si quieren… rarito que es uno. By the way, felicitaciones a Jesús, lo clavaste el viernes, compañero: gol de Reyes antes de la primera media hora, 20€ apostados que ya me dirás a cuánto se pagaba. Al menos sacaste algo positivo anoche.
En los minutos posteriores al gol el partido se convirtió en un infierno para las tropas atléticas, el Madrid empujaba de lo lindo, la petarda portuguesa buscaba una y otra vez el momento de lucirse (sin éxito) e Igualín se pasaba de revoluciones en algunas acciones.
En una corner mediada la primera parte (no recuerdo el minuto), el balón le queda franco al Igualín que Ronaldo, éste recorta a De Gea y cuando todo el bar saltaba gritando gooool, apareció Tiago para meter el gancho y sacarla al costado… ¡gol-pe de vista! Pero lo mejor no fue eso, sino el contragolpe posterior a dicha jugada, sus caras de pánico presagiaba algo grande que al final se quedó en nada, pero sin duda fueron 30 segundos memorables.
El Madrí continuó con su acoso, pero sin dudarlo, la ocasión más clara corrió a cargo de la diva portuguesa, en el 45 cabeceó fuera un envío lateral. El Atlético se había limitado a aguantar el chaparrón, Valera se retiró lesionado y Perea volvía al once… de lateral.
Y si ya dije que el jueves ganamos sin gasolina ni ideas, la segunda parte fue un claro ejemplo de cómo quedarte tirado en medio de una autopista cuando te quedas sin “caldo”. Para colmo, Reyes (uno de los mejores), se quedaba en la caseta lesionado y entraba Juradín en su lugar.
En los primeros minutos el Madrí acertó con la portería en un corner, y a partir de ese momento sucedió exactamente lo mismo que cuando quitas el tapón en una bañera… lo mismito. Al equipo le entró el nerviosismo y se reflejó en un centro de 30 metros de Xabi hacia el lateral ¿defendido? por Jurado, entra en diagonal al área y bate a DDG previo recorte a Antoñete. Si Arbeloa te mete un gol así, apaga y vámonos.
Después, el partido careció de interés. Sin ningún brillo, el Madrid atropelló al Atlético y se hizo con la victoria merced a un gol de Igualín, aprovechando el regalo de la zaga colchonera. El penalti, clarísimo, de Xabi no hizo más que maquillar un resultado previsible, con el 3-2 no dimos sensación de poder empatar el partido.
Así pues, el Madrid sigue arrollando a sus rivales, manteniendo la cabeza de la competición. En mi teoría de la conspiración aparece una liga milimétricamente diseñada para que el Madrí-Farsa del próximo día X, llegue con empate a puntos entre los dos mafiosos. El resto de equipos irán sucumbiendo al duopolio, con alguna excepción, pero sucumbiendo. Haciendo cábalas de puntos entre los equipos que se juegan la cuarta, quinta y sexta plaza (quizá la séptima también lleve a Europa), esta es la peor liga en cuanto a puntos, mucho me temo que el billete para la Champions estará más barato que otros años… el descenso, con los equipos peleándose en torno a los 25 puntos, mucho me temo que tampoco llegará a los tradicionales 40-42 puntos. Es decir, todo se comprime en menos puntos mientras dos equipos baten todos los records. Oh oh oh, ¡qué liga más interesante!