Habemus final
Hoy más que nunca está claro
que el Atlético del Cholo ha priorizado determinadas competiciones, la Liga por
encima de todas ellas, y no nos va mal con 56 puntos en el zurrón (casi el
botín necesario para jugar Champions el próximo), después la Copa y por último
la Europa League, competición que ha pagado los platos rotos de la temporada.
El caso que hoy jugó con todo
lo que tenía disponible, con la variación de RG por Koke, supongo que pensando
en fortalecer el juego aéreo y esperando que el muchachote navarro hiciese
buenas las estadísticas, no le vamos a reprochar la alineación y menos cuando ha
salido bien, aunque a mí me parezca más importante contener mediante posesión.
El Sevilla, a diferencia de
lo que esperábamos de Emery, salió a agitar el partido mediante transiciones
eléctricas basadas en las bandas y centros para que rematasen alguno de sus
hombres altos, mientras tanto el Atleti achicaba aguas e intentaba salir al
contragolpe como alternativa al agobio local.
Pero se iban a encontrar con
un contratiempo los palanganas, llamado DC. El muchacho está de dulce, le sale
todo y ante eso poco se puede hacer más que aplaudir, un balón que llega desde
la banda diestra fuera del pico del área grande, la jugada no entrañaba peligro
extremo a priori, hasta que el brasileño la pincha, la esconde, se genera el
espacio para armar la pierna y chuta cruzado a la cepa del poste. Inapelable.
0-1 que obligaba a los servilletas a marcar tres tantos para pasar y dos para
forzar prórroga.
Con la euforia del tanto
conseguido se produjo una baja, el tarambana de Medel eleva en exceso la pierna
y le suelta un patadón en el brazo a un Tiago que llegaba para robar, suerte
que le protegía el antebrazo, sino le revienta las costillas. El portugués
intentó aguantar en el partido lo que pudo, pero lastimado apenas podía correr
con naturalidad y vivía pendiente de no romperse más. De tal forma Simeone
movió ficha sacando a Mario al ruedo.
El Sevilla seguía llegando
con más corazón que cabeza, intentando zarandear el árbol a ver si caía algo,
pero había más tensión que peligro real, pese a que el chaval Alberto era de lo
mejor del equipo, muy ayudado por RG al no seguirle nunca, y muy metido también
en su papel "escuela sevillana"... si me tocan el brazo, me quejo en
la cara y si me caigo al suelo, hago la croqueta. Unos maestros del drama.
Entretanto apareció de nuevo
Diego Costa, él no entiende jugar a menos del 200%, gana una carrera a Coke en
banda derecha llegando hasta línea de fondo y allí centra hacia el corazón del
área, donde esperaba un Falcao que llegaba con Botía pugnando por la posición.
Por supuesto la ganó el colombiano, con más oficio que el zaguero, tocando lo
justo para batir a Beto. Ahora que subía el 0-2 al electrónico la eliminatoria
no se podía escapar, tan sólo cuatro goles podrían privar al Atleti de no
llegar a la final (quedaban 60 minutos).
Tanto insistir y llegar
tuvieron sus frutos, una jugada que apuntaba a perderse por línea de fondo
termina siendo salvada por Alberto que la envía hacia el pico del área a Navas,
éste recorta hacia dentro y suelta el disparo que, golpeando en el palo, se
introduce en la portería sin que Courtois pudiese hacer nada.
Fueron minutos de zozobra,
los locales intentaban acortar la distancia para poder optar a algo en la
segunda parte mientras que los atléticos sólo achicaban agua pensando en el
contragolpe. Negredo no estaba fino, y Medel tampoco.
Ya en la segunda parte se
repitió el mismo guión, un equipo lanzado y otro agazapado, sabiéndose casi
finalista. En cuatro minutos pudieron marcar en dos ocasiones, en una se le
escapa el control a Diego Costa y en la otra fue Arda el que falló.
Cata Díaz saltó con ganas de
dar emoción, primero con un empujón a Negredo que le costó la amarilla y casi
el penalty (estaba al filo del área), y poco después se equivoca en la marca y
posibilita una recepción a Manu del Moral que, gracias a Dios, el muchacho es
más malo que la quina y disparó al muñeco.
A partir de ese instante
fueron muchas las jugadas en las que intentó el Sevilla con cabezazos de
Negredo, remates frustrados, Navas... mientras que DC hacía lo que podía. Pudo
llegar el gol pero no.
Lo que sí llegó fue el juego
sucio y rastrero que tan bien se le da al equipo andaluz, que tiene en Medel
uno de sus mayores exponentes, capaz de pegar un empujón tan absurdo como
desproporcionado a DC y después liarse en las protestas hasta tal punto de ver
dos amarillas en la misma jugada. Un monstruo. Al igual que Cicinho, que nada
más salir buscó a DC para pegar (¿vieron el partido del Betis? ¿entrenan
juntos? ¿es el clima?).
El propio DC pudo marcar si
no fuese porque le pegó con el tacón un remate franco en el corazón del área,
también pudo hacerlo Cebolla al poco de salir... sin embargo fue Rakitic el que
lo consiguió pasado el minuto 90, ya era tarde para todo. Quedó tiempo después
para ver cómo Kondogbia (que no es mal futbolista) se extralimitaba pisando la
huevera a DC tras una falta ya de por sí fuerte, roja directa que ni protestó.
La final ya era del Atleti.