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Un pequeño respiro

Los que asistieron al Vicente Calderón en este día de huelga general, si el transporte se lo permitió, pudieron ver un partido no brillante pero sí emocionante. Los alemanes llegaban a Madrid dispuestos a aguar el periplo europeo del Atlético, para ello la consigna estaba muy clara, esperar atrás bien parapetados y aprovechar las pocas ocasiones de las que dispusieran. Se podría decir que les salió bien, aunque también es cierto que pudo haberles salido mejor.

Comenzó el partido con la versión casera del Atleti, esa que deja atrás la especulación y el miedo para dominar los partidos y ser valientes. Triste, muy triste, pero poco a poco –salvo que la vuelta de Diego me quite la razón- el equipo va reculando en su juego. Como decía, dominábamos el partido con soltura, la aparición de Koke, Turan y Gabi servían para darle oxígeno a la salida de balón. El dominio se transformó rápidamente en gol, una falta bien botada por Gabi desde la izquierda hacia el corazón del área sirvió para que el portero se quedase a media salida, y Falcao, experto en exprimir los errores rivales, cabeceaba al fondo de la red.

Aprovechando la inercia positiva, las jugadas y ocasiones se repetían, si no era Turan el que llegaba a línea de fondo para ponerla, lo hacía Juanfran, si no remataba Falcao de cabeza lo hacía Suárez… incluso Adrián, errático en los últimos encuentros volvía a gustarse escondiendo el balón en el área y disparando cruzado en otra ocasión. El Hannover no transmitía, el típico rival moribundo al que si le metes el segundo se hunde completamente, pero en el Calderón ya hemos asistido a numerosas resurrecciones, y hoy no podía ser de otra forma. Una pérdida de balón absurda propicia un desequilibrio defensivo por la parte izquierda, Filipe, adelantado en su posición, deja un socavón, Godín acude presto a tapar la llegada del atacante germano, pero tarde porque éste ya ha metido un centro medido a la espalda de Miranda, que (creo) puede hacer más para evitar el gol de Diouf. Mazazo tremendo visto el mérito de unos y otros.

Se llegó al final de la primera parte sin mucha más historia, salvo eso, que el Atleti estaba KO. Ya en la segunda parte, el Cholo debió meterles adrenalina en el cuerpo, pues desde el primer instante buscaron con ahínco voltear el marcador, de hecho llegué a pensar que la eliminatoria terminaba hoy y necesitábamos el gol para pasar. Hasta en la forma de cometer las faltas se notaba cierto sufrimiento, Gabi se ganó una tarjeta innecesaria por zancadillear después de haber pitado el trencilla falta a favor del Atleti. El carrusel de ocasiones estaba por llegar, sólo la precipitación impedía que se concretasen, Adrián con ansiedad, se equivocaba al elegir y Turan más de lo mismo, el turco es un futbolista diferente, supura calidad a la vez que se desentiende de jugadas a la misma velocidad que mete la pierna a destiempo para parar un contragolpe, un caso.

Entretanto, los alemanes dieron el susto, un contragolpe acabó con Diouf disparando a bocajarro tras haber ganado la partida a Godín, suerte que Courtois juega. Eso les dio aire, un par o tres de corners mantuvieron entretenida a la zaga atlética, pero no asustaron para nada a los colchoneros, que siguieron apostando al todo o nada. Simeone dio entrada a Diego y Salvio por Koke y Adrián, respectivamente. El cambio mejoró al equipo, Diego aportó su clarividencia en el pase y la conducción, canalizando el juego de ataque.

El gol era cuestión de tiempo, pudo llegar de las botas de Turan que cruzó demasiado su disparo, pudo llegar en una tijera de Falcao (para mi juego peligroso) que un defensa despejó con la mano…

Pero no, la gloria hoy quedaba para Salvio, capaz de tropezarse una y otra vez con el balón en los pies, de meter un gol de vaselina o de clavarla por la escuadra en el 88’ cuando todo el mundo ya se resignaba al empate. Despendolados, no se conformaron con el 2-1, apuraron los 5 minutos que quedaban hasta el punto que Diego emuló a Falcao con una chilena que sacó in extremis el portero del Hannover.

Queda la vuelta, escasa renta para viajar a Alemania y con el hándicap de las bajas de Gabi, Turan y Juanfran. Toca apretar allí.

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Se acabó el maquillaje


Este equipo es una ruina, incapaz de ganar al colista de la división y lo peor de todo, sin juego ni intensidad, dan ganas de mandarles a tomar por culo definitivamente, y es que esto no lo arregla ni Simeone ni nadie, el estropicio de plantilla montada por Magil y cía no sirve para más que mantenerse en la categoría, que no es poco. 

Todo se jugó a que Diego, Arda y Falcao le fuesen dando puntos y puntos al equipo, pero cuando el técnico (siendo generoso) anterior le dio por ser él mismo propició una sangría de puntos brutal, y cuando parecía haber sido resuelto ese problema, aparecieron las lesiones que nos han privado del cerebro (Diego) y de su escudero (Arda), sumado a que Falcao es un gran rematador, pero mal futbolista. Plantilla famélica para un objetivo triste, digna recompensa para Magil. 

Los números fuera de casa no engañan, 11 puntos a domilicio en 15 partidos, sólo dos más que el Zaragoza, ese equipo que parecía en Segunda división y al que le hemos dado vida. Vayamos más allá, hemos jugado en casa de cuatro de los seis últimos clasificados, con un saldo de 3 puntos (0 goles a favor, 1 en contra), está por ver qué pasará en El Madrigal y en el Benito Villamarín. 

El partido ha sido horrible, no hubo nada de nada hasta que entre Adrián y Falcao estrellaron en la misma jugada el balón en los palos, más allá de eso, NADA. Patética actitud, una vez más fuera de casa.

En la segunda parte más de lo mismo, salvo porque Jiménez buscó con ahínco la victoria a base de cambios ofensivos, lo que propició que el partido se abriese hasta el punto de convertirse en un correcalles en los últimos minutos, momento que podría haber aprovechado un Atlético con más mordiente ofensiva para matar, pero ni Salvio ni Adrián entienden el gol como Falcao e intentaron asistir en sus oportunidades, entregándolas miserablemente al meta. 

Poco a poco ganó terreno el Zaragoza y, en el último suspiro, Godín cometió un penalti que ponía broche a un partido lamentable, tanto particular como en conjunto. Apoño marcó y dejó al aire las vergüenzas del Atlético de Magil al que el maquillaje se le ha acabado.  

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Importantísima victoria

Realmente podría copiar el post del partido frente al Granada y nadie notaría la diferencia (leedlo de nuevo y comprobad). Bajas, cansancio acumulado, juego espeso, falto de ideas, y un rival que tampoco parece que se entera del asunto.

Realmente el Athletic bien podría ser un reflejo de nosotros, bajas (Iraola y Llorente), cansancio acumulado, etc… incluso en el rival. Pero la diferencia la marcaba el jugar fuera de casa y el no disponer de un delantero como Falcao que siempre puede aparecer en un chispazo para evitar un aparente empate a cero de libro.

Los primeros 45 minutos fueron para olvidar, sólo los destellos de Arda hacían sacar al público del sueño, en el Athletic ni eso, sin Llorente son menos, y eso lo aprovechó el Atleti.

En la segunda parte todo seguía su mismo curso, llegué a decir que no meterían un gol ni aunque durase el partido tres días (ni unos ni otros), pero en esas llegó Falcao, el colombiano como jugador de fútbol es limitado, pero lo que se dice cara a puerta, es un auténtico asesino, lo demostró cuando llegó al rechace antes que nadie para poner el 1-0.

Con el marcador en ventaja se vieron los mejores minutos del Atlético, aunque tampoco suponía gran esfuerzo visto lo visto, se incorporó al partido un buen Koke, un Gabi siempre dispuesto a poner la brega y el compromiso y un gran Juanfran. Pudo marcar Falcao el segundo en otro rechace tras una gran jugada de Adrián en la que no acertó a rematar bien, pero Iraizoz paró a bocajarro el disparo.

Durante este tiempo bien pudo acabar San José en la ducha, pese a haber salido en la segunda parte, pues el árbitro le había perdonado una clara amarilla tras patada clamorosa y después sí la vio en otra infracción grave. Peccata minuta.

Llegó más tarde, Juanfran apuró línea de fondo para meter un centro al segundo palo en el que Falcao, una vez más, cabeceó solo, pues los defensas habían basculado al primer palo con Adrián. El partido dio poco más de sí en el área vasca, y sí en la madrileña.

Perea, que había salido por Turan, sacó un balón sobre la línea que había rematado Susaeta defectuosamente, era una jugada aparentemente intrascente por el tiempo que faltaba para acabar el partido (unos pocos minutos), aunque luego resultó fundamental en el resultado final, y es que Javi Martínez acertó en el 92’ tras centro de Muniaín al corazón del área.

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Final rojiblanca

Dicen que la verdadera grandeza se muestra en los momentos cumbre. Que lo que distingue a los héroes entre los buenos y meritorios es su reacción ante la adversidad. En el instante crucial, en el tiempo de los elegidos, en las finales, en el todo o nada, con las canillas temblorosas, el sudor frío resbalando por el cogote y el miedo atenazando tus músculos. Es entonces, y sólo entonces, cuando se alcanza la gloria, con mayúsculas. La hora de la verdad. La hora del Atleti.

Venía el conjunto rojiblanco con cuentas pendientes frente al FC Barcelona tras la polémica derrota liguera y determinadas actitudes de algún rival. Desde hace tiempo, en la Ciudad Condal se ven campeones del torneo de la regularidad (quizá después de lo del otro día alguno se haya replanteado la situación), y para la copa del Rey tenían adjudicado, sin que ello supusiera ninguna injusticia, el cartel de favoritos, pese a dejar alguna duda a lo largo de la competición.

Comenzó el encuentro, y el entrenador azulgrana puso toda la carne en el asador desde el primer momento. Nagy, Sarmiento y Rutenka, un triplete demoledor capaz de acongojar al más pintado. El Atlético, consciente del peligro de dejar escapar a su rival en el electrónico, se esforzó en hacer la goma durante todo el primer tiempo, con Lazarov como estilete, agarrado a la corpulencia de Aguinagalde y a las paradas de Joseja Hombrados, quien perfectamente podría ser el oso del escudo de la sección. 14-15 se llegó al descanso, con el Barça fuerte y con aire seguro.

Ignoro si el plan consistía en aguantar para sorprender, o si Dujsebaev se colocó unas patillas postizas en el vestuario, mas el caso es que la salida de los colchoneros (en el momento decisivo, ya se dijo más arriba) fue implacable. Poco a poco, como la gota que va horadando la piedra, las posesiones rojiblancas daban sus frutos sin perder la concentración atrás, y las estrellas culés (Rutenka acabó desesperado) se topaban con un muro infranquable para observar, atónitos unos y desgarrados otros, cómo el contraataque se repetía una y otra vez batiendo a Saric. En la hora de los elegidos, el Atlético no defraudó, y en los brazos de esos muchachos (especial mención al talento y al arrojo de Cañellas) se vio aupado hasta la victoria, para delirio del público. El FCB sólo pudo aspirar a maquillar su derrota (la primera vez que reciben 37 goles en una final copera). En el tiempo de los héroes, el BM Atlético de Madrid volvió a reinar como antaño, levantando la copa al cielo de Alicante. Definitivamente, no quiero despertar.

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Goleada europea


El Atlético de Simeone sigue su paseo por Europa, después de haber cerrado una clasificación convincente frente al Lazio, ahora le tocó al Besiktas sufrir las envestidas rojiblancas, en total fueron 6 goles repartidos a partes iguales entre los dos partidos. 

Si la semana pasada ya había dejado muestras de debilidad el equipo otomano, hoy se terminó de descoser en su propia casa, sin nada que ofrecer. No nos engañemos, meterle dos goles al Atlético de Madrid no es tarea sencilla, si encima logran marcarte al poco de comenzar (Adrián) tras una gran combinación entre Juanfran, Arda y el propio Adrián, ni te cuento. 

A partir de ahí el partido fue tedioso, sólo cuando se terminó de romper dio algo de interés al encuentro, encaminado más a ver cuántos podrían caer que un verdadero afán de remontada turca. Adrián, Falcao o Koke pudieron rematar la faena, metiendo el segundo (o tercero), pero no fue casi hasta el final cuando el ¿portero? turco se empeñó en regalar un tanto de lo más absurdo a Falcao. El balón caía llovido del cielo, dentro del área pequeña, y Radamel simplemente saltó con más fe que otra cosa para arrebatar un balón sencillísimo. Gol y vergüenza para el meta. 

La goleada pudo ser de escándalo si Adrián fuese un poco egoísta, pero quiso regalársela a Falcao para que éste metiese el tercero, momento que aprovechó el defensa para cortar la jugada. En el último suspiro Salvio anotó el definitivo 3-0 que sellaba el pase a cuartos de final, allí no estarán ni United, ni City, los cocos se llaman Athletic y Valencia.

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Y a pesar de todo se ganó

Partido espeso, plomizo, que aburrió al personal durante casi todo el transcurso del mismo. Se podrá echar la culpa a las bajas, que la tienen, al cansancio acumulado, que también, a un rival que hizo lo posible por meter al partido en esta espiral de no juego (eso menos a mi gusto), todo eso está muy bien, pero a este equipo hay que exigirle más.

Y es que no se puede salir a verlas venir desde el primer minuto, a esperar que pasen los minutos miserablemente esperando que algún chispazo resuelva el partido, porque fue lo que pasó, no se engañe nadie por el resultado. A ver si vuelve Diego pronto, si Turan se recupera definitivamente, si Tiago también olvida sus problemas físicos y se pueden hacer cambios con los que hoy son titulares, sin olvidar a Silvio, ese lateral fantasma de la factoría Mendes.

Me niego a comentar el partido, sólo decir que Godín estuvo mal para mi gusto, cometió una falta lateral estúpida con 1-0, y se metió en guerras absurdas. Miranda, salvo en el gol, falló en dos jugadas de corte que a punto estuvieron de costarnos caro, una con Jaime Romero y otra con Uche. Domínguez tampoco tuvo su día, salvo en una última jugada que recordó a Filipe Luis, en defensa algo perdido.

Para simplificar, sólo Juanfran y Koke se salvaron de la quema, el primero excelente durante todo el partido, especialmente en el descuento del partido, en una jugada en la que se fue de dos rivales, desbordó hasta el pico del área y le dio tiempo para meter un balón preciso a Falcao, para que éste anotase el segundo gol del partido. Francamente, está a un nivel de Selección.

Koke es el único que aporta luz al juego, crece cada día que pasa y, a este paso, pasará por delante de Turan si éste sigue con sus problemas físicos o, al menos, será un recambio de lujo para segundas partes.

En definitiva, lo mejor del partido fue el resultado, se sumaron los tres puntos y sirvió para que el resto de rivales no se nos distancien (Málaga o Bilbao), y algunos se queden atrás, como el Sevilla.

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Sobró la segunda parte

Tarde de fútbol europeo en el Manzanares, parece mentira que dentro de poco no podamos decir estas cosas, no porque no vayamos a seguir jugando competición continental, sino porque ya no se jugará más en el Vicente Calderón. Dejando de lado este asunto, que me voy por las ramas, tarde de fútbol rara, un partido a deshora (las 7 de la tarde) que provocaba que muchos se tuviesen que escapar de sus quehaceres para poder llegar al partido, ¡qué remedio!

A priori, el rival parecía más de lo que luego en realidad fue, nos encontramos a un equipo timorato, sin ninguna profundidad ni mordiente, una nulidad andante. Con decir que el único disparo de la primera parte correspondió a Fernandes desde lejos, con eso queda dicho todo. En cambio, el Atlético, aun con bajas demostraba que quería la eliminatoria, sin Diego y Turan estamos descubriendo a Koke (es un decir, ya le conocíamos), un buen pelotero pero que en ocasiones se ve necesitado de apoyos en su parcela.

Pudieron golear, las jugadas de peligro iban cayendo por su propio peso, y siempre desde el costado derecho en el que Salvio protagonizaba la mayoría de ellas. La más clara de todas, curiosamente, fue la primera y la que se falló incomprensiblemente por Salvio, que a un centro corrido al segundo palo sólo debía poner la pierna para empujar y, no voy a decir sorprendentemente, no fue capaz. En esos momentos uno afila los cuchillos…

Pero curiosidades del destino, el argentino iba a ser protagonista para bien. Entre tanto, Falcao no acertaba con la portería por poco (jugada desde la derecha de Salvio), Filipe tampoco terminaba de concretar una buena internada en el área, Adrián percutía aliándose con Salvio pero sin llegar a morder…. Hasta que un caño de Salvio en el pico del área le permitía ganar línea de fondo, allí en vez de pasar a un compañero decidía probar suerte él, consiguiendo marcar, ahora sí sorprendentemente.

Sin tiempo para reponerse, poco después recibía el Toto una vez más un envío que pinchaba estupendamente y después marcaba por encima del portero, para desesperación inicial de Falcao, que se encontraba solo en el segundo palo para empujarla.

El Atleti era un vendaval para los turcos, constantemente preocupados de achicar aguas más que de atacar. Fruto de ese torbellino futbolístico, en un robo de balón en el centro del campo la agarraba Adrián, arrancaba en carrera mientras reculaban los defensas otomanos, llegando a la frontal del área donde amagaba con pasarla a Salvio, a Falcao, al final entre finta y recorte conseguía zafarse de todos, plantarse delante del portero y batirle con clase. Un autentico golazo.

En la segunda parte todo cambió, no sé qué hablaron en el descanso, si el Cholo decidió que bajaran el pistón, si los turcos (o portugueses) se pusieron las pilas, se acabó la gasolina o fue una mezcla de todo.

El caso que poco a poco fueron ganando terreno impulsados por Fernandes, el principal valedor y motor de este equipo, si el “4” no funciona, el resto no se come un colín. Al poco de comenzar la segunda parte, a la salida de un corner le llegaba el balón a Simao tras rechace en el área pequeña, marcando un golazo por la escuadra del palo largo, donde poco pudo hacer Courtois. Por cierto, el gol llega tras un corner que viene precedido de una falta a Godín que no pita el árbitro…

A todo esto, Simeone decidía retirar a Adrián por Pizzi y se acaba el fútbol ofensivo rojiblanco. Qué importante es el asturiano, y qué torpe el portugués. De verdad, no me explico que a este muchacho le pusieran una cláusula de compra por 15 millones, deberían dar gracias si lo venden por 3 kilitos, no ha demostrado nada de nada, sólo egoísmo y torpeza a raudales, una joya.

El partido entró en una fase aburrida y sosa, justo lo que menos le interesa al espectador. Si no es por Courtois, al final bien nos podríamos haber llevado un susto en forma de gol que complicase la eliminatoria peligrosamente. No fue así y se venció por 3-1, aunque nos hace falta como el comer la vuelta de Diego y Arda.

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... Porque luchan como hermanos


El Atlético de Simeone se presentaba en Sevilla mermado por las bajas, gracias al ínclito Pérez Lasa, que había arrasado en todos los sentidos en el Calderón la semana pasada. Así, frente a un rival directo por las plazas europeas como el Sevilla y fuera de casa, todo lo que no fuese hincar la rodilla se daba por bueno, a priori. 

El equipo salió con la convicción de los últimos tiempos, sabiendo lo que ha de hacer y asfixiando en la presión al rival, hasta el punto que hacen que parezca un rival menor de lo que en realidad es. Jugando juntos, todo parece más fácil, y sino que se lo digan a Juanfran, a Mario o incluso a Salvio, que ayer durante un rato pareció futbolista. 

El Sevilla manejaba la mayor parte de la posesión, pero el Atlético sabía cómo llevarles a zonas en las que su dominio era infructuoso, además de propiciar fulgurantes salidas al contragolpe. Pero no fue así como llegó el tempranero gol de Salvio, en una jugada en estático desde el flanco izquierdo centra Gabi al corazón del área, allí cabecea Salvio alargando hasta el palo largo, donde Palop ni tan siquiera hizo intento de llegar a por el esférico. 

Con el partido en ventaja, al Sevilla le pudieron las prisas, se obcecó en conducir el balón en las botas de Reyes, Rakitic y Navas, demasiado preocupados en engañar al árbitro a la mínima que podían. Kanouté y Babá eran dos islotes perdidos en la primera parte. En ese hábitat el Atlético se movía como pez en el agua, Salvio pudo cerrar el partido en dos ocasiones que desbarató Palop con buenas paradas, una de ellas a bocajarro tras un magnífico centro de Filipe Luis al segundo palo. 

Pero el partido no termina tras 45 minutos. En la reanudación el equipo dio un paso atrás, no sé si por el cansancio acumulado o ayudado por un Sevilla que ahora sí movía con rapidez, apoyado en un Navas que cuando se dedica a jugar y no a fingir sube la exigencia de los rivales, de tal forma que desnudó a un Filipe Luis incapaz de frenarle. Una falta botada de forma pésima por Reyes, que mandó rasita a la frontal una falta lateral, allí robó Mario y montó un contragolpe que condujo Salvio 50 metros hasta perderla miserablemente en la frontal. Tras esa jugada salió el Sevilla rápidamente al ataque, en tres pases marcaron gol. El primero hasta el centro del campo, donde fue Rakitic (creo) el que recibió y metió en profundidad a Navas, a la espalda de Filipe Luis y propiciando que Domínguez basculase hacia ese flanco, para tapar la incursión, sin embargo, el extremo centró a la llegada de Babá, que había ganado la partida a Miranda y fusilaba a Courtois desde el punto de penalti. 

Tras el duro golpe que suponía el empate, inmerecido, el Atlético no se vino abajo y supo enfriar el encuentro y la posible reacción sevillista, lanzado hacia la remontada. Pese a estar fundidos completamente, el trío Mario-Gabi-Tiago comandaban estupendamente las operaciones en el centro del campo, superando al violento Medel, tanto fue así que Míchel decidió dar entrada a Trochowski para ayudar al chileno. Con el cambio mejoraron, Courtois vio cercada su portería teniéndose que emplear en varios centros laterales y corners, el gol parecía cuestión de tiempo, aunque por otra parte se llegaba con peligro en las contadas ocasiones que disponíamos. 

La salida de Pizzi por un lesionado Tiago (fundido) terminó por ahogar al un equipo en el que Adrián no dio su mejor versión y sólo Juanfran y Koke daban el nivel habitual.

Así, un punto se antoja como positivo. Eso sí, ya no valen más paños calientes, los próximos partidos frente a Granada, Mallorca y Athletic han de ser victorias, ya no vale fallar más.