Octavos en París
El partido de Jurgen Melzer no lo pude ver porque ni estaba en casa ni disponía de pantalla fuera. Ganó el austriaco en cuatro sets con algo de incertidumbre, el georgiano, procedente de la previa perdió en el tiebreak el primero y llegó a ganar la segunda manga por un 6-4. A partir de ahí el favorito hizo valer su mayor ranking para imponerse con claridad 6-1 y 6-4 en las siguientes mangas.
El partido de Nole tampoco lo pude ver por completo, llegué dos sets “tarde”. Por aquel entonces el encuentro andaba empatado a un set (6-4 y 2-6) y 3-0 para el balcánico en el tercero. Vi realmente combativo al norteamericano, cierto que caían los juegos de lado serbio, pero costaban muchísimo sudor. El cuarto y definitivo parcial comenzó con un break para Novak que le dejó en disposición de cerrar el partido. Aun así, ya digo buen Robbie Ginepri, que en la ronda anterior había eliminado a JCFerrero.
Ahora quiero quejarme, a mí me interesaba el partido de Almagro contra Verdasco, por la predecible lucha de poder a poder, por ser un partido incierto y porque ofrecían un mayor nivel tenístico. Sin embargo, Tdp nos ofreció el intrascendente Nadal-Bellucci, ¿alguien pensaba que el brasileño podía ganar? ¿Ha estado encerrado en una cueva los últimos 5 años, verdad? Pues eso.
Nadal firmó un mal partido, uno de esos días en los que además de su servicio (muy deficiente) se le atragantan los puntos clave concediendo vida extra al rival. Demasiados errores no forzados, concediendo, eso sí, que últimamente termina antes los puntos. Aun así, en su descargo habría que decir que en un mal partido finiquita al rival en tres sets…
El primero empezó con un 2-0, el brasileño cometía errores de bulto y el manacorí los aprovechaba con un par de buenas derechas. Pero dio la vuelta a la tortilla nada más sentarse en la silla, en la reanudación un parcial de 0-2 devolvía la igualdad al marcador y sembraba de dudas el teórico “paseo”. Nada más lejos de la realidad, Rafa se puso el mono de trabajo para cerrar por la vía rápida 6-2 sin brillantez.
El segundo fue una oda a la “mediocridad”. Juegos lentos, masticados, fallos por doquier, derechas que se van, juegos sin profundidad… con 4-4 y 30-30, Bellucci se tragó una bola y después cometió doble falta. En bandeja para Rafa con un 5-4 y saque para cerrar una manga caótica. Falló. El brasileiro, incrédulo, insistió en que la cosa debía acabar sin tiebreak y volvió a ceder su saque… demencial. En esa ocasión, y pese a que dilapidó un 30-0 con dos fallos tontos, Nadal cerró el set con un buen smash y presionando al brasileño en el fondo.
La tercera mejor ni comentarla. Ganó.
En el último partido de la jornada, Almagro venció a Verdasco (6-1, 4-6, 6-1, 6-4), no vi los tres primeros sets, poco puedo comentar del partido, pero sí noté a Fernando bastante nervioso en el cuarto, no sé si fruto de ir abajo en el marcador o porque ya venía haciéndolo todo el partido. Cuando un tenista mira tanto al cielo, habla solo, se lamenta en exceso, etc… lo más normal es que pierda, no ya el partido sino el set por muy igualado que vaya. Falta de concentración. Almagro estuvo seguro desde línea de fondo, repartió bien juego tanto de drive como de revés a una mano, aguantó las embestidas del madrileño y salió airoso del trance.
Necesitará mucho más que eso para vencer a Rafa. Él lo sabe.