Atropello al Athletic
El Atlético de Madrid se
presentaba anoche frente a su afición tras una pretemporada en la que la mejor
noticia es que no hubo noticia, salvo la baja ya conocida de Diego Ribas, del
que casi con toda seguridad no veremos más en el césped del Calderón, aunque se
podía intuir desde Mayo. En cambio, el Athletic había cambiado mucho desde
aquella final europea que perdió hace no mucho más de tres meses, sus centrales
ya no eran Amorebieta y Javi Martínez (los dos apartados y esperando una
salida), su delantero centro tampoco era Llorente (también apartado), y a estos
tres señalados se le sumaban dos “tocados”, Aurtenetxe (lesionado) y Muniaín
(banquillo por lesión). Se notó demasiado tanta baja.
El Betis aprovechó la
coyuntura la semana pasada para marcarle cinco goles en San Mamés, y nosotros
ayer no fuimos menos metiéndoles cuatro. Se le puede hacer muy dura la
temporada tanto a Bielsa como a los jugadores, principalmente porque las
expectativas son elevadas viendo la gran temporada copera pasada.
El partido no peligró nunca,
ni tan siquiera tuvimos ocasión de ver a Courtois hacer una parada de cierto
mérito, más que recibir algún pase de algún central y dar un patapún hacia
arriba. En la zaga, con la vuelta de Juanfran y Filipe, se volvió a la defensa
de cuatro, sacrificando al Cata Díaz, que no es mal suplente ni mucho menos, e
incluyendo al Cebolla unos metros por delante del lateral brasileño. Poco
trabajo para ellos, aunque al valenciano se le notó la inactividad en un par de
jugadas ofensivas en las que se lió.
Visto lo visto, el encuentro
duró lo que tardó Falcao en perforar la meta de Iraizoz. Corría el minuto 20 de
juego cuando en una colada por la banda izquierda, desnuda a San José
(abstenerse de hacer juego de palabras) y ejecuta al Athletic con un toque
sutil que incluso llegó a tocar el palo. Ni un atisbo de reacción bilbaína,
nada que hiciese pensar en temer por la igualada, salvo la capacidad ilimitada
de autodestrucción atlética. De tal forma, Gabi y Mario campaban por el centro
como hace mucho tiempo que no se les veía, con total impunidad. Sólo Arda no
parecía estar del todo enchufado al partido,
al estilo de Adrián en Valencia la semana pasada.
Pero Falcao sí estaba, vaya
que si estaba, en una jugada en la que la defensa salía posterior a un corner
(creo recordar), un balón cae a la espalda de la defensa para que Godín -en orsay-,
meta un centro tonto a la olla que se convirtió en el perfecto centro, al
segundo palo, con todos mirando y Radamel saltando en escorzo a rematar
impecable. Gol y sentencia.
Ya en la segunda parte,
Bielsa buscó soluciones quitando a San José (Gurpegui había sido mucho peor, y
tenía tarjeta) y Susaeta, para meter a Ibai y Muniaín. En realidad no se notó
nada en absoluto, más bien se notó a peor, porque la defensa aún estuvo peor
que en la primera parte, totalmente partida y sin hombres específicos (salvo
Iraola). Fueron los mejores minutos,
cada jugada parecía acabar en gol a poco que se esmerasen.
Falcao terminó anotando de
penalty, tras mano del defensor vasco. Pudo volver a marcar a bocajarro si no
fuese porque Iraizoz se encontró el balón, en la siguiente jugada sí le sacó
una buena mano a Koke. Eran minutos en los que llegaron a coincidir Falcao,
Adrián y Costa, los tres juntos para apuntillar al enemigo. Bien el brasileño,
demostrando buen golpeo y clase para filtrar pases a compañeros, lástima su
tendencia al suicidio en jugadas absurdas.
Con el partido expirando,
Tiago marcó el definitivo tras un latigazo desde fuera del área, un buen gol
para cerrar una cuenta que no ha hecho más que empezar en el Manzanares.
Esperemos que sea la primera de muchas tardes de buen fútbol. Aquí las contaremos.