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Venció la épica

El Atlético de Madrid se plantaba en Liverpool para jugar la vuelta de las semifinales de la Europa League, contaba con un 1-0 de ventaja que insuflaba relativa confianza al personal bajo el supuesto de “con un gol estamos clasificados”. Servidor pensaba también así, era consciente del sufrimiento que causarían los posibles balones a la olla de los ‘reds’ durante fases del partido, también del peligro de Gerrard desde fuera del área, pero confiaba en cazar alguna contra.

El partido comenzó de la peor forma posible, a los 10 segundos Benayoun recibía a la carrera un balón dentro del área que desvió De Gea como buenamente pudo. Dos córners y una ocasión gorda en tan solo dos minutos, se avecinaban nubarrones sobre nuestras cabezas. La noche prometía ser larga.

El Atlético se aculaba permitiendo las embestidas inglesas, los únicos que salían en pantalla eran nuestros defensas, el portero y la pareja de mediocentros. Además, la pelota no duraba nada porque los despejes llegaban llovidos al dúo atacante, que obviamente perdía el duelo por alto. En una ocasión peinó Agüero hacia el desmarque de Forlán que no pudo con un Mascherano atento al cruce.

El Liverpool seguía a lo suyo, con el trío Aquilani-Gerrard-Benayoun le bastaba para desarbolar al Atlético, Raúl García ni se enteraba de la película y Assunçao el hombre no daba abasto para cortar balones e intentar jugarla -no rifarla-. Para terminar de acojonar al personal (sí, han leído acojonar), en una falta lateral de 40 metros botada al corazón del área, cabecea Agger al fondo de la red. ¡Nooo! Síii… Fuera de juego claro, menos mal.

Las jugadas empezaron a sucederse y Agüero fallaba un mano a mano, tras regatear a Reina se queda sin ángulo y no acierta a meterla.

Sin embargo, los ingleses estaban ganando la batalla a los puntos, pese a los intentos atléticos por sacudirse el dominio. También ayudaban los fallos individuales de Valera, meritorio salir adelante jugando con un tipo que ni es lateral, ni tampoco creo que sea futbolista. Poco después, al filo del descanso, un teóricamente inocuo saque de banda da pie a un centro de Mascherano al corazón del área donde Aquilani ajusta al palo. Mazazo claro, había que marcar.

Tras el descanso cambió el guión. Benítez dio un paso atrás, el Liverpool no iba a arriesgar nada y el Atlético tomó el “mando”. Tocaban en el centro del campo pero no llegaba el balón a los delanteros, los mediocentros carecían de profundidad en sus pases, los delanteros no lograban bajar a descargar y la espesura en el juego era evidente.

Para colmo, los ‘reds’ conseguían sacar petróleo de las jugadas de estrategia, en un par de veces los balones se quedaban muertos en el área para que algún defensor la sacase como pudiese. El armisticio pareció firmarse hasta la prórroga, era un partido emocionante a la par que infumable. Aquilani salía del campo por El Zhar, la gasolina no le había llegado al italiano.

Y la prórroga comenzó de la peor forma posible. Valera cogiendo florecillas se despista de marcar a Benayoun, éste recibe en área y cruza ante un impotente De Gea. En ese instante estábamos eliminados, ya no habría penalties y necesitábamos un gol para pasar a la final.

Era el momento para la épica. El momento que separa a los buenos de los mediocres, un acobardado QSF decidía dar entrada a Jurado por Assunçao. En una de las primeras jugadas, Jurado consigue disparar junto al palo… el Liverpool se disponía a sufrir. En la siguiente jugada Reyes robaba el balón, ganaba línea de fondo para ponerla al pie de Forlán, que entraba como un toro hacia el área pequeña. GOOOOLL GOOOL, el Atlético conseguía voltear la eliminatoria poniéndola patas arriba. Quedaban 20 minutos y había que aguantar como titanes.


Mascherano se apagaba con problemas musculares, Benayoun dejaba paso a Pacheco y los chicos de Rafa no encontraban la forma de inquietar a De Gea. Balones llovidos fáciles para el portero, barullos en la frontal fatalmente resueltos y mientras el Atlético se equivocaba en las contras. Pudieron matar mucho antes, pero tanto Simao que no vio un pase de la muerte al Kun para que empujase a la red, el Kun fallando una ocasión clara, Reyes precipitándose en el pase… y Jurado era el único con oxígeno en los pulmones y la cabeza. Un dandy que fue una bendición, ¿por qué no salió antes?

Entretanto Camacho no salía a cubrir el hueco dejado por Assunçao, bueno sí, a falta de cuatro minutos Quique decidió sacarle. Salvio salió en el último minuto. La historia ya estaba escrita… El Atlético de Madrid estaría en la final 24 años después, de forma épica, sufriendo como perros.

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Cervezas, patatas y pincho de tortilla

Parece ser que el Atlético de Madrid ganó al Tenerife por 3 goles a 1, con doblete del hasta hoy inédito Salvio. No lo ví. No obstante me alegro, mucho, pero no crean que me arrepiento de mi tarde-noche al sol con las cervezas en la mano y los aperitivos encima de la mesa.

Este equipo me debe muchas tardes perdidas este año, y miren que como según qué delitos recogidos en Sentencia del Tribunal Supremo, doy por prescritos los de años posteriores...

Lo dicho, quedan 3 partidos (a lo sumo) hasta que nos den las vacaciones futbolísticas, mundial aparte. El primero en Anfield el jueves próximo.

Quede tranquilo el aficionado colchonero, este año ganamos una final, por H (Hamburgo) o por B (Barcelona). Harina de otro costal será el juego empleado, pero eso no lo arregla ni Quique, ni Kiko, ni Koke, ni Keko (disculpen ustedes la diarrea mental que me asola a estas horas).

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Victoria importante frente al Liverpool

El Atlético de Madrid da un pasito hacia la final de Hamburgo tras ganar a un rácano Liverpool, agarrado a un brillante Reyes, un inspirado Jurado y un constante Ujfalusi fue suficiente para manejar el partido.

En determinadas ocasiones, has de luchar contra tu naturaleza, el Liverpool de Rafa Benítez no lo hizo, vino a Madrid a plantar un entramado defensivo que le permitiese salir de aquí con el cero en la puerta, nunca quiso tomar la iniciativa del partido y terminó ahogándose en su mediocridad. Quizá no tenga más, quizá pensaron (temerariamente por su coach) que aprovecharían un pelotazo sin dueño.

El partido comenzó con demasiados nervios, la pelota duraba poco en los pies de los futbolistas y no era precisamente porque fluyese rápido el juego sino porque las imprecisiones se repetían. En medio de ese cúmulo de imprecisiones apareció una jugada fugaz cargada de más de lo mismo pero decisiva…

Jurado recibe en el pico del área grande, encara al central llevándoselo hasta la línea de fondo, mete un centro que Forlán no acierta a conectar, el balón queda flotando, la pega como puede de churro, Reina no acierta a despejar, bota hacia la portería… todos esperando que entre, llega Carragher y no acierta tampoco a despejarla, ¡Gol! Qué sufrimiento, ¡leñe! Pero valen igual que un chutazo de 30 metros por la escuadra.

El gol debería haber cambiado el planteamiento de Benítez, pero ni por esas, el Pool insistió en su línea defensiva, bastante mediocre por cierto y en fiarlo todo a ver qué salía. Pese a la mezquindad del planteamiento, el estadio enmudecía cada vez que un “red” se acercaba por las inmediaciones del área. Sólo asustó Gerrard con una llegada que desperdició empotrando el balón en el lateral de la red.

Mientras tanto el Atléti seguía a lo suyo, Assunçao seguía a Gerrard por todo el campo, los interiores apoyaban la salida de balón a la vez que triangulaban con un Jurado sorprendentemente cómodo entre Mascherano y Leiva, ver para creer. Las jugadas iban llegando ante la permisividad arbitral, que obvió una falta clarísima a Reyes en la frontal del área. Antes había pitado erróneamente un fuera de juego a Forlán y otro a Bennayoun.

Ujfalusi, nuestro dandy particular (Crisantemo es una coña marinera), fabricó una llegada desde la derecha en la que salió airoso, ingresó en el área, ganó el lateral del área pequeña y disparó sin fortuna, enorme jugada. En el otro lado se quejaba amargamente Simao, esto enfadó considerablemente a Radomir (en la SER) poniéndose a gritar como nunca antes le había escuchado en directo, “Paco, ha elegido bien jugada, ¿qué protesta Simao? ¡mal compañero!”

Así se llegó al final de los primeros cuarenta y cinco minutos.

En la segunda parte vimos un partido algo más abierto, el Atlético bien pudo matar al Liverpool con un gol de Simao, que sacó providencialmente Reina con una buena estirada (el centro llegó de Ufa). El Liverpool decidió ir a por el partido tímidamente, el Atlético perdió el control de la primera parte a cambio de ganar en velocidad de juego…

Los ingleses metieron varios cambios, primero N’gog se retiró (qué malo es) por un siempre inquietante Babel, pasando a Kuyt a la punta y después El Zhar por Bennayoun. Sólo el balón parado con el tembleque que ocasiona, más una jugada individual de Babel bien solucionada por Antoñete fueron sus bazas.

Ujfalusi estuvo a punto de marcar el gol de la noche si engancha mejor un disparo potente de la frontal que también pudo desviar Forlán por poco, ya que estira la pierna para cambiar la trayectoria… paró Reina y la defensa estuvo rápida. De ahí al final no sé ni lo que vi, empecé a comerme las uñas, la cabeza y casi los muebles.

Al final ganamos, sin Kun y sin Tiago, sin tarjetas para los apercibidos y con la ilusión de ir con ventaja a Anfield. ¿Alguien da más?

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Si hay que ir se va...

Hace unos años, un dúo de cómicos hoy separados profesionalmente, popularizó en un sketch una frase que poco a poco se fue filtrando en nuestra vida diaria a fuerza de ser repetido tooodas las semanas. Ayer el Atlético de Madrid hizo un homenaje a dicho sketch, ya nos había quedado claro la semana anterior que la liga les importaba lo mismo que a mí la reproducción por fisión binaria de la ameba, pero tampoco era plan de escenificar la misma escena “one more time”.

Así pues, el equipo salió cual grupo de amiguetes resacosos un domingo por la mañana, a reírse un ratejo y verlas venir. El Villareal, que sí se jugaba la competición europea del año siguiente, apretó lo suficiente como para tomar ventaja. En la salida de un corner (irreglamentario por encontrarse el balón fuera del sector circular acotado para el lanzamiento, todo sea dicho) Godín remata de espuela con un defensor atlético encimándole, suavemente entró cercano al segundo palo. Gol y a casa.

Quique, en un alarde de estupidez supina, irresponsabilidad y yo qué sé qué, decidió acallar las críticas sobre la tardanza en sus cambios colocando a un pésimo -pero honrao- Juan Valera por el mejor central hasta la fecha, Álvaro Domínguez. Según dijeron (a GSF no le escuché) pretendía ganar mordiente ofensiva con Valera (en realidad se referirían a que buscaba que el murcianico le mordiese a algún amarillo) por banda y pasar a Ujfa al centro con el colombiano más salao del fútbol mundial. A-co-jo-nan-te.

Entre tanto, el Atlético seguía deambulando por el césped de El Madrigal como alma en pena. Tanto despropósito sólo podría acabar de una forma, balón perdido por Ufa al intentar salir de la cueva con el balón controlado, Cani ingresa en el área y se deja caer al sentir un leve agarrón de Assunçao. Todos miran petrificados qué pasará, Ufa vuelve a escena despejando el balón a la espalda de Valera que le hace una pared estupenda a Llorente, éste remata a bocajarro a De Gea… ¡la salva! Pero aaamigo, el rechace queda muerto en el punto de penalti para que Rossi con picardía aproveche el regalo. Esas jugadas retratan dos cosas: primero a los malos jugadores y segundo a los malos profesionales. En el Atléti tenemos de los dos grupos.

Sólo la calidad de Reyes asociándose con los medios y la presencia del Kun arriba eran las notas positivas. El resto, que les cuelguen mañana. De los eggs.

Al descanso se llegó de esa manera, con un 2-0 bastante claro. Hasta aquí podríamos pensar que el Villareal estaba derrochando calidad, ¡pero qué va! Tal como pasó con el Español y Xerez, los castellonenses sólo ponían interés.

En la segunda parte, por solidaridad, los amarillos sestearon en la mayoría de los minutos, entregaron el balón a los rojiblancos y éstos sin saber muy bien si buscar el empate o pedirle al árbitro que pitase el final, decidieron la primera opción. Tampoco con mucho ahínco, no crean.

Fruto de ese mayor interés, Reyes (que ya en la primera parte lo intentó como dije antes) le mete un balón de oro al Kun para que fusile a Diego López. Perfecto pase y definición.

Con ese 1-0 el Atlético se envalentonó unos minutos, llegaban desde lejos, dominaban la posesión completamente y parecía cuestión de tiempo el empate. Pero en otra decisión bastante reprobable, GSF retira a Tiago para meter a Forlán. Se acabó el Atléti, no hubo más peligro que esperar algún balón perdido. Supongo que la idea consistía en un rombo con Jurado como punta de lanza, pero este chaval no vale ni para escombros. Esa supuesta calidad, la vemos una vez cada 10 partidos y a mí me jode ver a un tipo así. De acuerdo que en plantilla tenemos jugadores mucho peores, que incluso mejor él que RG, pero en un equipo “normal” del Atleti no debería jugar nunca, ¡nunca!

Otro tuercebotas, Valera, en una muestra más de su incompetencia, destrozó una jugada elaborada al recibir el balón en el lateral del área y meter un centro fuera del estadio. Ver su cara asociada a la camiseta del Atlético de Madrid me enerva.

En fin, que si hay que ir se va, pero ir pa’ ná es tontería. Desolador panorama hasta final de temporada, deberían sumar 3 puntos más para asegurar la permanencia, y después que saque chavales, a mí o que renuncien a jugar hasta Septiembre, pero que por favor dejen de pisar el escudo.

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Otro horrible partido

Partido soso, aburrido y totalmente prescindible para los amantes del buen fútbol. El Xerez, colista de primera división, llegaba al Calderón con la obligación de ganar si quería mantener opciones de salvación (a 8 puntos del 17º con 21 en juego).

La temporada de los gaditanos la podemos resumir en unas breves líneas. Un equipo con problemas económicos se veía en primera división, como pudo rellenó las fichas necesarias para participar, pero lo acusaron con un comienzo de liga desolador. A ese comienzo se le sumó la ansiedad por no puntuar -eran uno de los peores colistas de la historia- y ya entrado 2010 decidieron destituir al ‘Cuco’ Ziganda para traer a un tal Gorosito que no le conocían ni en su puñetera casa, pero como tiene pasaporte argentino cuenta con el “plus de vende burras”, cualidad muy valorada aquí.

Los azulinos son un equipo blandito en la presión, con poco talento en el centro del campo, sin pegada arriba y temeroso atrás. Así, por prepotente o sobrado que suene, el Atlético de Madrid debería ganar en el Calderón a equipos así por goleada.

Sin embargo, la realidad nos deja una fotografía bien distinta, se enfrentaba un conjunto que se jugaba la vida con otro al que la liga le “estorba”, en este tipo de situaciones la cosa suele acabar de la misma forma, victoria del que la busca.

Para colmo de males, el Atlético salía con una formación inicial que recordaba los tiempos más oscuros. Un lateral que no era titular en el Racing el año pasado, un tipo que tendría problemas para jugar en Segunda División (Pernía), un central capaz de convertir un balón controlado en una ocasión rival (Perea), un mediocentro incapaz de dar dos pases seguidos y con criterio (RG) y un mingafría que juega bien un partido de cada 7 (Jurado). Faltaban Mario Moreno Cantinflás (aka Cléber) y la Perla Negra de Islas Reunión (Sinomar-Coungol), digno del museo de los horrores.

Profundizando en el partido, se adelantó el Xerez en una jugada entre cómica y absurda. Llegada por banda izquierda, centro medido al segundo palo donde Mario Bermejo cabecea en semi-vaselina al palo largo, De Gea se la come al quedarse a media salida. 82 minutos por delante, qué familiar me resulta esta película.

Cuando ya me temía lo peor llegó un espejismo en forma de gol, en una jugada atropellada le cae el balón a Forlán en el piquito del área grande, zurriagazo a la escuadra de un Renán que sólo pudo aplaudir. Tras este gol pudiera pensarse que el Atlético tomó el mando del partido, que arrasó al Xerez una vez superados los minutos iniciales y que acabó en final feliz el encuentro… pero va a ser que no.

Sí es cierto que el Atlético tomó un poco el mando del partido, si con ello nos referimos a que comenzó a cercar la portería gaditana con llegadas aisladas pero peligrosas. Ninguna de ellas tuvo premio, la más clara la despejó Renán a disparo potente del Kun desde el lateral del área y en el rechace Tiago dispara a la mano de un defensa… ni penalti, ni premio. Con esos méritos llegaron al descanso.

Gorosito les debió decir que con esa actitud se iban a Segunda de cabeza y los jugadores del Atléti le dijeron a Quique que se querían ir a cenar. La segunda parte fue un canto a la inoperancia, a la estulticia, al desinterés…

El Xerez intentaba marcar con pequeñas llegadas aisladas, mientras el Atlético hacía la guerra por su cuenta, Forlán la enganchaba en el centro y pretendía disparar desde donde fuese, Jurado aportaba lo mismo que Pernía, Simao seguía persiguiendo sombras y Kun… pues no sé si jugó. Los andaluces tuvieron una muy gorda cuando Perea cede atrás deficientemente (esta palabra debería ir aparejada al sujeto en cuestión) posibilitando una ocasión que se diluyó porque los jerezanos son muy malos, sino hubiese llegado la puntilla.

Pero bueno, el gol era cuestión de tiempo, llegó en una jugada a balón parado, ¿adivinan quién la concedió? Doy una pista, fue en nuestra banda izquierda. Falta botada al corazón del área donde un rival cabecea a placer batiendo a De Gea. ¿Reacción rojiblanca? Ni por asomo, dominó el Xerez hasta el final, rondo en un par de ocasiones y los de casa a verlas venir.

Ellos pasan del campeonato doméstico, y yo de sus partidos ligueros. No me vuelven a engañar esta temporada, el partido del domingo que lo vean sus madres.

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La liga se acabó para nosotros

El Atlético de Madrid lleva 53 partidos en esta temporada, juega 2 partidos por semana desde que empezó 2010 y cada vez estoy más convencido de una cosa… a este equipo le falta gasolina en las segundas partes y muchas ideas nunca ha tenido.

Parte de la afición ha/hemos creído en una posible remontada liguera hacia los puestos europeos, pero con la mano en el corazón era demasiado pedirle al equipo que matase por pasar ronda en UEFA, que se plantase en la final de la Copa y que de paso terminase arriba en la liga… puestos a elegir prefiero que se vacíen en una competición abierta como la europea a darlo todo por llegar a un cuarto puesto que pese a ganar hoy quedaría a 8 puntos. Mucha tela por cortar.

Hoy descansaba Kun, además de la baja de Simao. Salieron los dos equipos a un partido de ida y vuelta, hasta Jurado parecía sprintar en una jugada por banda izquierda que murió ante la inutilidad de Valera que no atinó a rematar un centro perfecto. A partir de ese momento el partido se inclinó hacia la portería rojiblanca, una primera parada de De Gea era el preámbulo del paradón de fútbol sala que ejecutó después, primorosa parada en un mano a mano con Osvaldo.

En el Atleti los hombres de segunda línea eran los únicos que intentaban algo, ya fuera irse hacia línea de fondo o hacia dentro, pero las jugadas nunca llegaban a un Forlán perdido.

Después otra parada del portero atlético a bocajarro en el área pequeña. El partido debía ir en ese momento 2-0, pero gracias a De Gea seguían las tablas en el electrónico.

Poca historia tuvo la primera parte, un auténtico suplicio para el aficionado rojiblanco.

En la segunda parte, llegué con un poco de retraso y ya íbamos perdiendo 1-0, el Atlético había desaparecido y el Español mandaba completamente. El resto, ya se sabe.

Ante el Madrid faltó gasolina en la segunda parte, no podían ni con los gallumbos. Contra el Depor el fuelle no se notó tanto porque eran unas monjitas vestidas de blanquiazul, contra el Valencia acabaron fundidos también pidiendo la hora y sufriendo como perros. Si queremos mantener opciones en las competiciones “vivas”, se antoja fundamental dar descanso a hombres claves, si la plantilla da poco de sí, si encima exprimes a los 13 tíos jugando casi todos los minutos… terminarán muriendo en el campo algún día. Habrá que empezar a darle minutos a los Ibra, Salvio, Borja, Rubén Pérez, Koke, y algún lateral izquierdo, que Antoñete está jugándolo todo.

A mí me parecería una buena forma de probar jugadores y a la vez dar descansos, diciéndolo (Quique) abiertamente, la afición lo entendería. Sin embargo no es de recibo rotar poco a poco y mantener el discurso de la Liga “nos importa”, cuando se ve que ni hay piernas ni interés.

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El Atlético en semifinales de UEFA

Once años ha necesitado el Atlético de Madrid para volver donde por historia y masa social correspondía, a unas semifinales de competición continental. Lo ha hecho sufriendo más de lo necesario ante un Valencia que estuvo a verlas venir hasta casi terminado el partido.

No se cumplió la máxima del fútbol que reza: “quien perdona lo paga”, en este caso los fallos de Forlán en el mano a mano, la ocasión clarísima de Ujfalusi y el disparo al palo de Forlán terminaron dando igual, pues el Valencia sólo puso el pánico con centros laterales y una ocasión clarísima de Villa (a la escuadra, y la veía dentro…).

El penalti reclamado en el campo no me pareció, pero no puedo asegurarlo. Sí me pareció lamentable el arbitraje con demasiadas interrupciones (la ley de la ventaja no existe), errores de apreciación y chorradas varias. Tampoco me parecieron un par de fueras de juego… pero ya digo, en la repetición se verá todo más claro.

Horrible partido de RG que eligió siempre la peor opción, jugarla cuando la jugada exigía un patadón (al final la perdía) y pegaba un patadón cuando había espacio para jugarla, lo dicho, lamentable. El resto más o menos bien.

La entrada de Camacho respondió al empuje valencianista y al socavón nuestro en el centro del campo, donde eran incapaces de imponerse Assunçao y RG, pese a no disponer de mediocentros el Valencia.

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El valor de una cantera

En un fútbol tan mercantilizado como el actual, la desaparición del canterano en nuestro bendito club era un hecho que venía dándose desde hace años. Para ser justos, diremos que fue el finado quien se cargó la cantera cerrándola y perdiendo un tiempo, unos chavales y un dinero precioso. Ya sabemos cómo era Gil, actuaba de la noche a la mañana con la sutileza como bandera. Su idea, “¿para qué quiero mantener una cantera cuando luego ficho fuera todo lo que me interese?” Además, eso (cantera) no dejaba comisiones ni abría portadas de periódicos, salvo que te salga un fuera de serie.

Con el tiempo, vio que eso era una soberana gilipollez. Una más de este tipo aupado todavía como salvador del Atlético de Madrid por unos cuantos juntaletras que se sacaron la carrera en un “todo a 100”, y otros cuantos seguidores que siguen afirmándolo pese a toda la información disponible sobre el tema (doblemente culpables por ello).

Tras su reapertura, la cantera ya no era la misma, había dejado de dar sus frutos en un equipo como el nuestro, cuyos objetivos distan de permanecer en primera división y jugar en Europa, como ahora nos quiere vender la prensa madrilista. En el fondo podríamos hablar de un proceso normal. No se puede cerrar el “chiringuito” y para después querer retomarlo en el mismo punto que lo dejaste, no, no y no.

De tal forma, los canteranos válidos que salieron -podría hacer un ejercicio de memoria y teniendo en cuenta que la cantera se cerró en 1992- han sido:

-Ricardo, actual portero de Osasuna. Fue suplente de Molina, se marchó a Valladolid (creo) en busca de oportunidades, sus actuaciones valieron para jugar en el Manchester. Volvió a España buscando la titularidad… hubiese valido para el Atlético, pese a que entonces teníamos un PORTERAZO como JF. Molina.

Ezquerro, subió al primer equipo en la etapa de Radomir. Para mí no vale, podría ser el jugador nº20 (en importancia) de una plantilla atlética. El navarro ha sido un tipo útil en Bilbao.

Baraja, vino de Valladolid, no sé exactamente con qué edad llegó, pero le recuerdo de partidos de Segunda con el B. Cuando televisaban en Telemadrid el partido de Segunda a las 18:30… si le consideramos canterano (para mí no por soportar la mayor parte de la formación los pucelanos), hubiese sido un pilar del Atlético en el medio para muchos años.

-Antonio López, actual capitán. Con el paso de los años ha ido de más a menos, ahora tiende a ser un “cerete”.

-Fernando Torres, estandarte atlético durante los 6 años que vistió la zamarra rojiblanca. En su debut en Albacete se atisbó un aura especial, en 10 minutos marcó el gol de la victoria y consiguió la expulsión de dos rivales. Sobran las palabras.

Después… “cuatro” chisgarabís que no han servido para el equipo, ni tan siquiera como suplentes. Los Molinero, Cuéllar, Del Moral, Braulio, Arizmendi, Gabi… han puesto en la picota el valor de una cantera. El primero ha tenido que viajar a Rumanía para ser futbolista, el segundo no juega ni en el Sporting, Del Moral no pasa de ser un buen futbolista en el Getafe, Braulio hace aguas en Zaragoza, Arizmendi no ha pasado de ser un delantero malo malo y Gabi fracasó tras una temporada entera jugando aquí con Luccin de pareja. ¿Para qué queríamos una cantera si no salían ni buenos suplentes? En los último 14-15 años solo contábamos con un world-class (jugador que sale uno cada X38 años), un portero aprovechable como suplente o titular de entreguerras y un lateral zurdo normalillo. Escaso bagaje.

Sin embargo, ahora todo ha dado la vuelta, con la llegada de José María Amorrortu como director de cantera. Traía una apuesta arriesgada, adelantar una categoría a los chavales para obligarles a competir con gente mayor, dotar de un mismo esquema a todos los equipos y paciencia, mucha paciencia con ellos. Confieso que no le tenía fe a este hombre, pero el tiempo le ha dado la razón.

Siempre hubo promociones que destacaron por encima de otras, pero la hornada que ya está aquí y la que vendrá me empujan a pensar que el problema de la cantera del Atlético era de estructura, de cabezas pensantes y, en menor proporción, de calidad. Las cosas no ocurren porque sí. Los Koke, Keko, Cedric, Borja, Joel, Pulido, Rubén Pérez, Pacheco, etc. apuntan a ser importantes próximamente.

Algunos dirán que no valen hasta que sean probados, pero se decía lo mismo de De Gea y Domínguez, con el segundo llegaron a decir que no valía para el Atlético a raíz de un partido con el Villareal el año pasado (4-4) y el primero ha llegado a la titularidad después de una sucesión de casualidades, infortunios y valentía, la valentía de un entrenador que confió en él.

Con esto quiero decir que a los chavales necesitan confianza, que alguien no sólo les suba al primer equipo sino que les aguante cuando tengan un partido malo, que les deje equivocarse y la gente entienda que un chaval de 19 años tiene todo el derecho de cuajar algún partido “regulero”. A estos dos canteranos se añade Ignacio Camacho, mediocentro al que aún no catalogo como válido, pero tampoco como fracaso. Le colocaría más cercano a buen suplente que a titular de stopper.

Mientras tanto, Amorrortu repite la consigna “en 3-4 años la mitad del once será canterano” y yo, cada día me convenzo más. Ya tenemos dos chicos (18%) que en ese tiempo no sólo serán titulares sino que estarán asentados en Primera División e incluso podría tratarse de internacionales, sólo ellos dos (aunque fracasaran los citados dos párrafos arriba) han compensado el mantenimiento de una cantera. Si además los otros chavales demuestran lo que se espera de ellos, habrá suficiente leña en casa como para calentar el salón, y sólo quedará adornar la chimenea con un par de detalles lujosos estilo Kun. Es decir, mejor gastar “la paga” en 3 detalles que no en 7 u 8.

Si a todo esto le añadimos la incorporación (libre) en verano de Fran Mérida, del que hace 14 meses dijo Wenger que era un mini-Cesc y que confiaba en él, pues miel sobre hojuelas. En el último año ha cambiado, contando poco para el francés por su negativa a renovar con el club londinense, de ahí que haya pasado de jugar en partidos de Carling y FACup a no salir ni en los entrenamientos. Sé que Fran constituye una gran incógnita para todos, pero prefiero su llegada a la de los tipos que nos tienen acostumbrados, además el chaval es atlético, luego vendrá a demostrar a todos que aquí puede triunfar. Poco que perder, mucho que ganar.

También arribará un canterano “fugado”, Mario Suárez. El hombre ha luchado en los últimos años junto a Gregorio Manzano (entrenador que apuesta por el fútbol) por llevar la nave mallorquinista a buen puerto. Su llegada, tengo la sensación que, trae consigo la salida de Camacho cedido a algún club de primera división, pero a cambio éste asumirá un mayor peso que Ignacio (no sé si incluso titular por delante de Assunçao).

Conclusiones:

La cantera toma el poder en el Atlético de Madrid, y yo que me alegro, de tal manera que todas las líneas contarán con al menos un jugador criado en Majadahonda el año próximo. Este cambio dotará al club de un proyecto de futuro del que ha carecido en los últimos lustros, rejuvenecerá la plantilla y servirá para que los chicos se curtan junto a veteranos (Ufo, Tiago, Reyes, Assun, …). Sólo queda tener paciencia con ellos (la grada).

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Atlético 3 - 0 Deportivo

El Atlético de Madrid venció por tres tantos a unos grises coruñeses en la tarde de hoy, los locales a poco que apretaron desnivelaron el partido. Marcó Juanito después de 3 meses de ausencia en el once titular (sólo jugó en Mallorca la semana pasada, en la segunda parte), Camacho estuvo acertado en sustitución de Assunçao.

En la segunda parte marcaron Forlán, en una jugada que tuvo hasta 2 rechaces… primero falló Agüero el mano a mano, Simao tampoco acertó a meter el rechace y fue Forlán en tercera instancia el que alojó el esférico en el fondo de las mallas. Poco después anotó Tiago su primer gol liguero en una preciosa combinación con Ujfalusi.

El Deportivo consume sus opciones de quedar entre los cuatros primeros y todavía se agarra a la posibilidad de ser sexto. Aun así, en clara cuesta abajo.

¿Se nota que no tuve el placer (hoy, otros días desgracia) de ver el partido? Más se perdió en la guerra…

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Patada a seguir

Partido loco en Mestalla, de esos bonitos para el espectador neutral y cuasi cancerígenos para la afición local, por aquello del valor doble de los goles. El Atlético salió del envite con un resultado favorable, y sin embargo podemos lamentarnos de la ocasión perdida.

En los primeros 15 minutos nadie controlaba el tempo del partido, las ocasiones se atropellaban, las defensas parecían mantequilla de Soria y las delanteras, con los colmillos afilados, veían impotentes cómo fallaban torpemente.

En pleno huracán, las carencias en el centro de los dos equipos se acentuaban peligrosamente. Hasta casi el minuto 20 no se serenó la situación, en ese momento tomó las riendas el VCF aprovechando los 10 metros que el Atlético había decidido retroceder. Llegados a ese punto, el veterano Baraja parecía futbolista de élite… qué cosas.

Incrustado en esa zona de tres cuartos de campo, dominó a su antojo, sin ninguna presión que desnudase sus carencias físicas (tiene 35 tacos) dio un máster de cómo meter balones al pie, desmarque o simplemente a la espalda de una hoy atenta defensa colchonera. Pese a todo, el Valencia tuvo una ocasión clarísima Pablo Hernández mediante, éste regatea a DDG y cuando tenía toda la portería vacía decidió pifiar el remate. Ver para creer.

Para el que estuviese de puente, le cuento que Simao en una jugada de las suyas, se preparó el disparo con la zurda (su pierna mala, en teoría) estrellándolo en el poste. Aparte de eso no hizo más, salvo que desesperar a la parroquia, perder balones, etc. pueda considerarse en el haber.

Pero vamos, el partido se inclinaba peligrosamente hacia nuestro área, Villa rozaba el gol en varias ocasiones. Sin Tiago y con un RG empeñado en esconderse detrás de cualquier jugador, ya sea rival o compañero, la táctica consistió en un clásico del Atlético modernista, “patada a seguir”. C’ est la vie.

Resulta irritante (cómico si no eres atlético) ver cómo se pierde gran parte de un formidable futbolista como el Kun con semejante majadería balompédica. Y que algunos defiendan a un desmañado García como mediocentro de cualquier equipo de primera división… ni para el Barakaldo vale el muchacho.

Al final de la primera parte se llegó con una jugada increíble de Jurado. El adjetivo viene porque el muchacho por primera vez en su vida metió el cuerpo al defensa, y le desplazó, ¡inaudito, oigan! De paso, ganó línea de fondo e intentó batir por entre las piernas a un siempre odioso César Sánchez. La pelota se paseó paralela a la línea de gol.

En la segunda parte el libreto de la primera se repetía, salvo porque la salida fulgurante sólo la protagonizó el VCF. En dos minutos dispararon dos veces con peligro, hasta tal punto que llegué a revivir en mi mente el infausto segundo tiempo del domingo… no podía ser. Y no lo fue, un sublime Domínguez, junto a DeGea, multiplicó su presencia en el área para conjurar el peligro.

Y de repente, el clásico patada a seguir dio sus frutos, si ya se sabe que el buen trabajo… en un corner valencianista, un despeje de la zaga lo recoge Forlán, éste mete un melonazo al Kun, de forma incomprensible Jordi Alba falla cuando tenía aparente ventaja. Ya está, se armó la gorda, tanto Kun como Forlán corrían hacia la meta de César, el gol era inevitable, dentro del área el argentino cedió al uruguayo para que la empujase a puerta vacía. Métela tú que a mí me da la risa. El gol daba aire a los rojiblancos.

Sin embargo, el Valencia no acusó el golpe en demasía, siguió atacando con más corazón que cabeza la meta de David. Silva remató en área pequeña de cabeza, Pablo Hernández lo intentaba desde fuera del área, Villa se desesperaba ante sus múltiples ocasiones… y en la más absurda de todas, Fernandes desde 30 metros ajustaba el zambombazo al poste derecho de la portería rojiblanca. Empate merecido, todo hay que decirlo.

La eliminatoria, por inercia, parecía caer del lado ché poco a poco. Pero nos íbamos a volver a sorprender, en otro pelotazo conseguíamos un corner. El gol sólo podría llegar a balón parado o en una contra, fue lo primero. Domínguez prolonga desde el segundo palo de cabeza, entre dos rivales, el balón hacia el primer palo, lugar ocupado solamente por un Antoñete que sólo tuvo que empujar el balón por encima de César. El 1-2 era todavía mejor que el 0-1, con ese resultado podrían permitirse el lujo de caer 0-1 en el Calderón.

Quedaban 20 minutos para defender el resultado. No bastaría. Emery decidió quemar todo su arsenal metiendo a Vicente por Mata y Zigic por Fernandes. Quique apostaba por centrar a Jurado y meter a Salvio en banda por Forlán.

Bruno, desde una posición parecida a la de Fernandes estrellaba violentamente el balón en el larguero. El miedo nos había calado los huesos, el equipo cada vez retrocedía más, hasta tal punto que Agüero quedaba solo arriba cual islote.

En un fallo defensivo de Salvio-Perea, los dos presionando a Jordi Alba (un chaval que no es lateral), dejaron entrar libre de marca en el área a Vicente. El canterano del Levante otra cosa no, pero técnica para rellenar 7 ‘RGs’, metió el balón atrás a la llegada de un Villa que no perdonó. El empate encabritaba a la grada, que pedía un tercer gol que dejase tranquilidad en la ciudad del Turia.

Lo tuvo Villa poco después en un zapatazo similar, DDG estuvo atentísimo metiendo el pie. Y en estas llegó el show del colegiado… Kun pretende encarar a Bruno en el pico del área, el lateral le mete un hostión en la rodilla y el colegiado dice “sigan, sigan”. El ‘10’ queda en el suelo con gestos inequívocos de dolor, durante un momento pareció que incluso le amonestaría… sería después. Entre tanto, tampoco dominaba la archiconocida ley de la ventaja, para él eso son milongas. El partido murió con una tarjeta amarilla al Kun por desplazar el balón.

La eliminatoria queda abierta para la vuelta, al Valencia sólo le vale ganar y cualquier empate a más de dos goles. En teoría, luego nunca se sabe, los rojiblancos parten como favoritos. Recuperarán a Reyes, los chés perderán a Bruno por sanción.