Tarde de sol y fútbol, entró
la primavera en el Calderón y con ella volvió ese equipo que nos tenía
acostumbrados hasta hace cuatro días a ser un rodillo en casa, probablemente
algunos de vosotros digáis que el rival también contribuyó a ello, quizá no os
falte razón, pero siempre hay que valorar la actitud del equipo que bien pudo
haber salido a contemporizar y no fue así, rompiendo el partido desde el primer
momento.
Necesitaba el Atlético romper
la dinámica negativa en la que había entrado, sin ver apenas puerta en los
últimos seis partidos. Como dijo aquél, el fútbol entra por la cabeza y sale por
los pies, al equipo de Simeone le venía fallando la cabeza y ya aparecía la
Real Sociedad en el horizonte con una racha de 13 jornadas sin perder (29 de 39
posibles), un error fatal hoy les colocaba a 8 puntos con el Sevilla, Madrid y
Barcelona como próximos rivales de los rojiblancos, una exigencia innecesaria
tras esa brillante primera vuelta. No fue así, se ganó el partido y el derecho
a poder fallar en algún encuentro de esos sin tener a los donostiarras en la
chepa. Hablando de los txurri urdin, será complicado que se bajen de esa cuarta
plaza con la trayectoria irregular de Valencia y Málaga que, para colmo, se verán
las caras en la próxima jornada pudiendo quedar eliminado definitivamente de la
pelea uno de los dos.
En fin, el partido comenzó a
decantarse muy rápidamente, a los cuatro minutos un saque de banda a 30 metros
de la portería en corto a Koke, nadie le encima y éste lo aprovecha metiendo un
centro al corazón del área que cabecea Diego Costa adelantándose al central y a
un desafortunado Roberto que salía a por uvas. En un equipo que lucha por no
bajar, obligado tras la victoria (y pujanza) del Depor, se notó muchísimo, no
asimilaron bien el golpe. Es uno de estos equipos que no extraña su posición,
pueden sumar puntos pero son malos de solemnidad, no les ayuda mucho tener un
delantero como Aranda (rebotado de mil sitios) y un demagogo Nolito que no
valía para el Barcelona, pero tampoco para un Granada... si a eso le sumas un
centro del campo pobre y una defensa con más atletas que futbolistas, lo agitas
y le pones la guinda de Alcaraz, apesta a Segunda salvo que algún buen
samaritano se empeñe en hacerlo peor.
El Atleti, sin meter el turbo
terminó de matar el partido en una contra que culminó Falcao en orsay, buena
apertura de Ceporro a la carrera de Diego Costa, gana en velocidad a los
defensas y la regala al segundo palo al colombiano, que sólo tuvo que
empujarla. Si bien ese gol no debió subir al marcador, habría que aclarar que
minutos antes había sido anulado otro a RG injustamente, pues en esa ocasión no
existía fuera de juego. El navarro en su línea, apenas se notaba en la que
debía ser su demarcación pero llegaba para meter ese gol que queda para las
estadísticas.
Si con el 1-0 al Granada se
le hacía el partido un puerto de montaña, el 2-0 era una etapa de montaña del
Giro para un sprinter, un auténtico calvario a la espera de terminar el día. Cada
vez que se acercaban a la meta de Courtois se topaban con ayudas en el centro
del campo, fuese Gabi o Koke siempre desactivaban cualquier conato de peligro.
Incluso Juanfran parecía mejorar levemente respecto a sus actuaciones pasadas,
más metido en el partido y llegando a línea de fondo.
Pero fue en la segunda mitad
cuando el equipo terminó de despegar, nada hacía presagiar que fuese a cambiar
el guión, pero por si acaso Falcao quiso acabar con las esperanzas nazaríes de
puntuar en el Calderón, una falta de Koke (otra vez) desde la izquierda puesta
en el área pequeña le permitió al punta meter la bota lo justo para desviar al
fondo de la portería. Mal inicio de nuevo para los visitantes.
A renglón seguido un balón
robado llegó a banda del Cebolla que centró al segundo palo a la llegada de un
RG que empalmó bien el disparo y que repelió igual de bien Roberto, el rechace
lo volvió a enganchar el navarro estrellando la pelota en el poste. No tuvo
fortuna. Sin embargo, su gol se cocinaba a fuego lento, tuvo que llegar al
cuarto de hora de la segunda mitad aprovechando una falta lateral que de nuevo
se encargaba Koke de colocar magistralmente en el área pequeña, allí aparecía
RG para empujarla a la red. ¿Empanada defensiva? ¿Acierto local en la pizarra?
¿Mezcla? Lo que sí estaba claro era que el equipo al completo funcionaba a las
mil maravillas.
El Cholo aprovechó la dinámica
positiva para introducir a un depresivo Adrián por DC (¿por qué no termina los
partidos nunca?) y al chaval Óliver, sin presión alguna. Un experimento salió
bien, el otro mal. El muchacho jugó con desparpajo, demostrando que en sus
botas hay mucho fútbol si le dejan mostrarlo, con pausa, visión y
profundidad... por contra el asturiano no mostró muchas ganas de agradar, tan
sólo se puede destacar la prolongación desde el pico del área hacia el
desdoblamiento de Filipe que le sirvió al lateral para batir suavemente a un
desafortunado Roberto. Gol para el lateral y cambio, debutando Insúa.
Habría que decir que el
lateral charrúa promete como suplente, es uno de esos jugadores que vienen muy
bien en una plantilla, un tipo que no ha hecho mucho ruido cuando ha sido
suplente todo este tiempo y que además parece cumplir cuando sale, varias
subidas con peligro y buenos centros medidos. Lástima que el partido no diese
para más goles, Falcao buscó su tercer tanto pero con más corazón que cabeza,
pues fueron disparos sin un peligro extremo.
El Atlético de Madrid suma 65
puntos a falta de 7 jornadas, 15 más que los que le pueden quitar la Champions
(Valencia y Málaga) que como dije al principio jugarán la próxima jornada entre
ellos, es decir, en cuestión de dos o tres jornadas se certificará
matemáticamente. La tercera plaza es otra historia, habrá que ver con qué
fuelle acaba la Real que deberá jugar también ante Valencia, Sevilla o Real
Madrid.