Goles y relajación defensiva
Partido cómodo en Vallecas,
la victoria se podía intuir desde la previa y llegado el momento clave no falló
el conjunto rojiblanco, algo relajado en muchas fases del partido, lo que costó
algún gol y sustos innecesarios... pero se ganó, que es lo importante para no
perder comba con respecto a los dos tramposos del fútbol español. Por cierto,
este Rayo es un equipo que está trabajado en ataque, juegan bien, combinan con
rapidez, pero su problema está atrás, un equipo que no tiene apenas centrales,
que mete a Saúl (mediocentro) de solución que más que de urgencia se ha vuelto
recurrente, con un Arbilla (lateral) que ocupa también plaza de central cuando
no queda más remedio como hoy y que por lo tanto eso se plasma en la
inseguridad defensiva, imposible no descender con un sumidero atrás que obliga
a meter muchísimos goles para evitar no perder, ¿Jémez? No, la culpa es de
configuración de plantilla, como le pasa al Betis, que después de Mel ni
Garrido ni Calderón van a mejorar los números.
Hoy teníamos la oportunidad
de ver a Manquillo y a Sosa en el once titular, había ganas de ver al canterano
en un partido de Primera y también al nuevo que pese a que ya debutó no era
suficiente como para juzgarle con unos minutos en la segunda parte. En el lado
negativo, Tiago se caía del once debido a unos problemas musculares que no
sabemos en qué derivarán, el portugués lleva muchos partidos esta temporada.
El Atleti comenzó con ganas
de conseguir un gol pronto, Diego Costa tenía ganas de romper su racha y de
ello se aprovechó un Villa que recibió un pase generoso de su compañero de
fatigas para que la empujase al fondo de la red, era el minuto 8 y daba la
sensación de que el Atleti podía golear si se lo proponía. Pero cuando nos las
prometíamos muy felices, llegó el primero de los fallos imperdonables del
encuentro, un delantero vallecano que se interna en el lateral del área y
Manquillo, que le seguía, se tropieza con él cuando un compañero suyo estaba ya
encimando al rival, es decir, no existía la necesidad de frenar esa internada
con derribo. Menos mal que en la portería tenemos a un Thibaut que si no está
entre los 5 mejores porteros del mundo, poco le falta. El penalty lo lanza
Viera a la derecha del belga, que se lanza como un titán a repeler el
lanzamiento.
Habían pasado tropecientos
partidos sin que pitasen un penalty al Atleti, ya lo dijeron hace bien poco y
una vez puesta la maquinaria mediática en marcha, dos consecutivos, pese a que
los dos lo son no deja de ser "curioso".
Con el tanto rojiblanco y la
parada del penalty, el Rayo acusó el golpe cediendo el peso del partido,
gozando ocasiones que iban cayendo a cuentagotas, a balón parado, en centros
laterales de un inspirado Filipe y un voluntarioso Sosa. El segundo gol era
cuestión de tiempo, un balón hacia Diego Costa que gana su duelo con el
defensor, mete el balón al corazón del área para que la reviente Sosa (estaba
colocado perfectamente) pero decide cederla a la izquierda para que la empujase
Turan a puerta vacía. Gesto de futbolista que mira por los intereses del grupo
en vez de por los individuales, le honra.
Sin embargo, llegó la
respuesta local. Empanada defensiva nuestra que permite que Larrivey, dentro
del área, reciba un centro lateral y la ceda a la frontal a un futbolista que
llegaba de frente, éste pasa a un compañero mejor colocado que chuta, golpea en
Miranda y despista a Thibu. Gol con una concatenación de fallos lamentables,
despiste de los centrales, del mediocentro que permite recepcionar en la frontal
y de Manquillo que no cubre a Viera en el remate. A todo esto, Costa nos dejaba
con el susto dentro, se quejaba de la rodilla y necesitaba que saliesen las
asistencias... se temió lo peor, una lesión que le alejase unas semanas, ¿quién
tenemos que le pueda suplir? Nadie, algo imperdonable en un equipo Champions.
Pero justo después del tanto
local también supimos reaccionar, falta lateral botada por Koke, peina Saúl en
el punto de penalty y Turan marca en el segundo palo libre de marca. Gol
psicológico al borde del descanso.
En la segunda parte el
partido bajó claramente, el Atleti estaba más pendiente de que acabase el
encuentro (quizá Diego no, por marcar) y el Rayo intentaba hacer daño sin
suerte, estrellándose casi siempre con un Courtois inconmensurable. Hubo tiempo
para la mala suerte, Oli iba a disfrutar de media hora para mostrar su juego
(Sosa se marchó), pero cuando llevaba un par de minutos en el campo se lesiona
del hombro y debe dejar su puesto a un Cebolla que seguramente iba a salir unos
minutos más tarde.
En plena siesta rojiblanca
llegó el cuarto gol, jugadón impresionante de Filipe que si lo firma Messi da
la vuelta al mundo, comienza con una ruleta en campo propio, se apoya en Arda
con una pared, gana línea de fondo y le mete un balón impecable a Diego para
que éste la desvíe a gol. Jugada para enseñar.
Pero, como es costumbre,
después de un tanto rojiblanco (bendito descanso en el tercero), llegaba la
respuesta vallecana. En este caso otro tanto, esta vez de cabeza de un Larrivey
que se encuentra cómodo a la hora de peinar a gol. Después pudo volver a matar
Filipe con una semi-vaselina que no acertó al llegar forzado, y también algún
rayista con sendos remates a bocajarro que se encargó el belga de repeler.
Victoria que vale tres puntos
y, sin embargo, no creo que le haya hecho mucha gracia al Cholo recibir dos
goles tan tontos y un penalty que pudo significar el tercero, además se vio al
equipo un tanto conformista en determinadas fases del partido. Lo positivo es
que ningún apercibido vio la amarilla y podrán jugar ante la Real Sociedad en
un partido que será complicado.