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Reforzados tras el Bernabéu

Acaba de terminar el derby de la capital y ahora ya se puede decir bien alto, no nos parecemos en nada a aquel equipo timorato y ciclotímico que saltaba frente al Madrid cual preso al paredón. Ya no. El año pasado estuvimos a punto de acercarnos en Liga, perdimos por un sólo gol en el Bernabéu y regalamos el del Calderón, pero hubo tensión y opciones de hacernos con él... en el de Copa, el de verdad, el que suponía un título, ése, lo ganamos bien ganado, con sufrimiento pero victoria al fin y al cabo. Ese ha sido un punto de inflexión en la mentalidad de unos jugadores que ya no se sienten inferiores, conocen sus limitaciones, sus defectos, pero precisamente por ello intentan minimizarlos hasta el punto que no se noten, y por contra explotan sus virtudes, que son unas cuantas.

A lomos de un magnífico Diego Costa el partido comenzó a encarrilarse pronto. Un robo de Filipe en zona comprometida, un pase relámpago de Koke entre los dos defensores al desmarque de Don Diego... y éste que se está acostumbrando a citarse con el gol, no falla.

El encuentro tuvo esa tensión de derby, de no saber muy bien qué pasaría, de miedo porque llegase el gol que devolviese igualdad al marcador, pero realmente tuvimos "controlado" a los madridistas durante la primera parte. Fruto de ello empezaron a rascar, a provocar, a sacar a DC del partido precisamente porque por ahí ganarían mucho descanso. Mención especial a un Arbeloa cada vez más odioso, que incluso pisó al delantero en un lance del juego, pero que tuvo con todos. Ese muchacho es internacional con España, un verdadero dislate en un país en el que un gran grupo de aficionados se niega a que el delantero juegue por España por "sucio", con la gran cantera de juego limpio que tenemos (Busquets, Piqué, Arbeloa, Xabi Alonso, ...), se llama coherencia lo de ese grupo de aficionados.

No sé si me puede la emoción reciente, pero creo que si el partido hubiese acabado con tres o cuatro goles rojiblancos no hubiese sido extraño, que recuerde hubo un cabezazo solito de Tiago en el área pequeña, un mano a mano de Diego Costa que para Diego López, un cabezado de Godín que luego intenta remachar DC desde el suelo, una contra que cede Costa a Villa y éste anda torpe, un travesaño de Koke que luego estrella Miranda en un defensor a bocajarro, otra de Diego Costa en un saque rápido de falta que Pepe desvía a corner en última instancia y no sé si me dejo alguna. El Madrid también tuvo las suyas, un cabezazo de Benzema, una tijera de Morata y la incertidumbre de los barullos, que es una de las armas mejor utilizadas por los vikingos.

En general todos los atléticos estuvieron bien, después de esta gran victoria casi duele decir lo contrario, pero quizá si alguno merece un "pero", ése es Villa. No tengo muy claro cuál es el rol que tenía asignado en el partido, pero no es el primero (van varios seguidos) en el que ni está ni casi se le espera. Menos mal que DC ha dado un paso adelante y asumió el vacío atacante que propició la salida de Falcao, porque al Guaje le falta chispa, velocidad, y estamos a principio de temporada, no sé qué pasará al final.


Lo dicho, felicidades a todos los atléticos, hoy estamos de enhorabuena. No tengo ni la más remota idea de qué dirán mañana los medios afines al régimen, pero me da igual, quizá nos vendan como la alternativa al título, quizá vengan elogios envenenados... nosotros partido a partido, ya veremos cómo estamos dentro de unos meses y entonces se podrá saber si optamos realmente o no, mientras no les hagamos el caldo gordo. 

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Diego Costa acaba con el Osasuna

Primera victoria con sufrimiento de la temporada en el Calderón, los anteriores partidos nada tuvieron que ver con el de hoy ya que se solventaron con cómodas goleadas que permitieron ver los finales de partido con tranquilidad. Hoy se ganó por la mínima, con dosis de incertidumbre , pero los puntos valen igual que los del Rayo y Almería, en estos partidos es donde precisamente se ganan ligas, consiguiendo amarrar puntos con caraja incluida. Porque el equipo estuvo mal, sin paños calientes, tan mal como el arbitraje.

No es normal que en un partido en casa te dé cera el equipo visitante con la permisividad del trencilla, te quedas con cara de tonto y aguantas. Pero antes de todo esto el partido pintaba bien, un encuentro que comenzó al tran-tran con el típico intercambio de ocasiones (poste osasunista de por medio) y que, con el estado de forma actual de Diego Costa, tarde o temprano desembocaría en un tanto local... así pasó, pasado el cuarto de hora de juego un inspirado Juanfran controla un balón lateral, centra y allí estaba Diego Costa para marcar el primero. Sin mucho tiempo para digerir el tanto, llegó el segundo, otra vez desde la derecha, esta vez asistencia de Koke y testarazo impecable del brasileño que colocaba el balón junto al poste de Andrés Fernández. Difícil partido para Osasuna, o eso se barruntaba.

Sin embargo, caprichos del fútbol, llegó el punto de inflexión al partido con lesión y tarjeta a Mario Suárez, algo rigurosa ya que si bien existe falta, ambos iban al balón. Ya sabremos mañana el alcance de la lesión del medio, pero por este tipo de cosas el fichaje de Guilavogui ha sido fundamental, con Gabi, Mario y un Tiago con fuel para una hora... hace falta más, es necesario que el francés vaya integrándose definitivamente en la dinámica del grupo. Pero volvamos al partido, el Osasuna bota la falta, algo lejana, pero que termina desviando a la red Oriol Riera, ex del Alcorcón. Estábamos al filo del descanso.

En la segunda parte ya nada volvió a ser como en la primera, un equipo que salió con la novedad de Gabi por Mario, pero que no era capaz de encontrar las cosquillas a un Osasuna que tampoco destacaba por estar marcándose un partidazo, simplemente había varios jugadores que no tenían su noche, entre ellos Baptistao, apagado durante todo el partido, o un Miranda que cometió un error garrafal que casi cuesta un gol, además de estar algo blando en los cruces. Los navarros creían en sus posibilidades, veían factible marcar otro gol y por ello se estiraron, esto mismo lo vio su entrenador que retiró un mediocentro por un delantero rápido, buscando aprovechar los espacios que concedía el Atleti.


Pese al agobio pudo matar Arda en un mano a mano que no logró interpretar bien y que se perdió. También Diego Costa en un disparo lateral. No fue así y tocó sufrir. El partido, aparte de los nervios y la incertidumbre del resultado, no tuvo más. La lectura del partido es simple, no hay que confiarse ni con 2-0, apretar los dientes hasta el final y valorar los puntos que se consiguen porque no es un trabajo sencillo, hoy ya contamos con 18 puntos y viajamos al Bernabéu con el ánimo de dar un golpe en la mesa.

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Pleno al 15 en Pucela


Quinta victoria consecutiva en la competición doméstica y también quinta a domilicio que supone un record rojiblanco (si no es así, notificádmelo). Pese al resultado, el partido no ha sido todo lo sencillo que aparentaba, el rival jugaba en casa y se cerró bien atrás, nosotros acumulábamos un partido entresemana con intensidad y se notó. Arda y Juanfran descansaron, en su lugar salieron RG y Manquillo, novedad absoluta esta temporada la del canterano. 
 
El Valladolid principalmente quería dejar su puerta a cero y esperar que en algún balón parado o alguna contra pillasen al Atleti. Los rojiblancos estuvieron un poco espesos, Koke se multiplicaba para robar junto a los pivotes atléticos y todo quedaba a la velocidad de Diego Costa, el acierto de Villa y el oportunismo de RG. ¿Cuál era el problema? Fácil, que RG no tenía su partido más inspirado (por ser generoso) y que Villa tampoco estaba, eso nos dejaba en la ecuación los pases que pudiese filtrar Koke y la presencia de Costa. 

Pese a que el tedio se adueñó del partido, bien nos pudimos marchar al descanso con algún gol si aquel centro que desvía un zaguero pucelano y que se estrella en el larguero, hubiese ido un poco más abajo. Mientras tanto, Courtois observaba plácidamente el partido. 

Ya en la segunda mitad el partido cambió, el Valladolid quiso imprimir una marcha más por si se podía llevar los tres puntos, y el Atleti disponía de unos espacios muy apetecibles. Pese a ello, el talento de Arda se echaba en falta y fue a los 9 minutos cuando el Cholo decidió meter a Leo y Arda… pero en ese momento, cuando los futbolistas estaban preparados para saltar al campo, llegó un corner. El cambio esperó, se votó el saque de esquina y Mariño despejó otra vez a corner un cabezazo… en ese momento llegó el tan ansiado gol, saque al primer palo, despeje del zaguero hacia el lateral, allí Koke la cuelga según cae del cielo y RG se adelanta a todo para cabecear lo que parecía una prolongación para el remate de algún delantero, con la fortuna de que el balón se mete en la portería blanquivioleta. 

Con el gol ya no hubo doble cambio, tan sólo entró Arda por un fatigado Villa y Leo tuvo que esperar una mejor ocasión. Aunque creo que le hubiese venido de perlas, ya que con espacios se hubiese forrado. Fruto de esos espacios la tuvo DC a continuación, consigue internarse en el área por el centro con recorte incluido y, cuando parecía una ocasión franca de gol, la estrella contra el guardameta. 

Pero iba a terminar llegando, minutos más tarde un balón de Koke a la espalda de la defensa local lo aprovecha el brasileño para ganar la partida a los centrales, plantarse frente a Mariño y batirle sutilmente. Quinto gol en liga del delantero, que hace olvidar día a día a Falcao a base de goles, por cierto, 7 goles en 6 partidos si contamos el último de la temporada pasada. Con el segundo gol todo había terminado, era complicado pensar que iba a perder los puntos el Atleti. 

Sin embargo, hubo que remar un poco más, la tuvo el Valladolid en las botas de un Osorio que llegó a regatear a Courtois y, cuando ya sólo le quedaban tres defensas cubriendo portería, se estrelló con la presencia de un Manquillo muy atento. En un par de jugadas de estrategia también pudieron inquietar la portería rojiblanca pero poco más. 

Leo y Cebolla, que salieron finalmente, también pudieron marcar en una doble ocasión, primero el brasileño (pudo haber penalti) y después el charrúa con un disparo seco que se estrella en un defensa. No hubo tiempo para más, 3 puntos para el equipo de Simeone que ya acumula 15 y que mete presión al resto de rivales, podrán perder partidos, pero el rival tendrá que exprimirse al máximo para ello. 

Importantísima una victoria en casa frente al Osasuna el martes, supondría llegar con el casillero inmaculado al Bernabéu y, de paso, meterle mucha presión al Madrid ya que una victoria rojiblanca pondría vinagre en la pequeña brecha abierta en Villareal.

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Reencuentro con la Champions


Parece que fue ayer cuando se disputó el último partido en la Champions, aquel día jugábamos contra el Oporto y palmamos por 3 goles, fue en diciembre de 2009 y en aquel conjunto jugaba un tal Radamel Falcao junto a Cebolla Rodríguez y Hulk. Pues bien, ya han pasado casi 4 años de aquel encuentro y, como decía al principio, parece que fue ayer. Esto es así porque el equipo que ayer se reencontró con la Champions nada tiene que ver con aquel, desde entonces ese “adolescente descentrado” no ha parado de madurar hasta convertirse en todo un hombre hecho y derecho, consiguiendo por el camino dos UEFAS, dos Supercopas Europeas y una Copa del Rey, pero ya no sólo han sido los trofeos conseguidos sino la sensación de que cada día se va a más. 


Hoy en día nadie echa en falta a ese equipo totalmente partido con Maxi, Simao, Kun y Forlán arriba, dos islas como mediocentros y una defensa de chiste. El equipo actual quizá no tenga tanta estrella internacional por su país pero sí tiene un empaque y una armonía en todas sus líneas que está a años luz de aquel, no depende única y exclusivamente del chispazo de un futbolista para ganar. 

Ayer llegaba al Calderón el Zenit, un equipo infravalorado por la prensa y al que tampoco le hace bien un entrenador italiano (Spalletti) que renuncia totalmente a ser protagonista durante el tiempo que le aguante el marcador… pese a ello dispone de futbolistas fenomenales como Witsel, Hulk o Danny, más los Shirokov, Zyrianov, Arshavin y cía que ya están en su cuesta abajo. El partido tenía su importancia, empezar una competición de grupos en casa con cualquier resultado que no sea victoria, complica las cosas, y más cuando después has de viajar a una plaza tan complicada históricamente como Porto, donde ya se viajaría con la necesidad imperiosa de puntuar para no quedar bastante tocados. 

Pues bien, ayer se ganó, con dosis de sufrimiento, pero se ganó. Y es que no va a ser un camino de rosas esta Champions, que nadie se piense que durante la fase de grupos vamos a arrasar a los rivales y casi nos van a dar la Copa. No, eso se lo dejamos a los madridistas, que ya irán por la 20ª Champions de todas las que ganaron en Navidad…

Durante la primera parte los rusos nos entregaron descaradamente la pelota, montaron un bus de cinco defensas y no querían saber nada del partido, fiaban todo a resistir atrás mientras Hulk pillase alguna contra mortal. No salió el guión como esperaban y el gol terminó llegando, casi al borde del descanso, pero llegó. Pudo haber llegado antes, Koke estuvo muy bien plantado durante todo el partido, las bandas funcionaban con unos laterales que apoyaban y un Arda que tenía “on” el modo Champions. Los que no terminaban de funcionar eran Villa, al que no le hace falta estar para terminar apareciendo, y un Adrián voluntarioso sin más, no sé qué coño le pasa a la prensa con él. 

El tanto llegó recordó al de la final de Copa, Koke centra y Miranda cabecea en el primer palo adelantándose a sus marcadores. El gol no terminó de animar al rival, manteniendo el mismo esquema hasta el pitido de vestuarios. En ese momento no sabíamos cuál iba a ser la actitud de ellos, si adelantar líneas y buscar el empate, o seguir esperando unos minutos más para echar el resto en los últimos minutos. Enseguida nos dimos cuenta de que se trataba de lo primero, desapareció uno de los centrales y su lugar lo ocupó un mediocampista que le dio otro brío al juego ruso. 

Con más espacios comenzó a aparecer “El Guaje”, él solito cargó a los defensas rivales de tarjetas, hasta tres de ellos tuvieron que recurrir a la violencia para frenarle. Sin embargo fueron los visitantes los que golpearon con un contragolpe de manual, un balón sin aparente peligro que Witsel convierte en oro con un reverso magnífico y un pase hacia la carrera de Hulk, el brasileño hizo el resto. Ya conocíamos su potencia, su disparo látigo… pero nos volvió a vacunar con un tanto marca de la casa, zurdazo fortísimo que parece parable pero en realidad viaja a más velocidad de la habitual. Golazo y punto. 

Fueron los peores minutos, un rival animado a conseguir una remontada que les sabría a gloria y unos locales que en ese momento estaban en “shock”. Kerzhakov, ex sevillista, asustaba a la grada con un lanzamiento de falta al larguero, cuando ya antes había cabeceado perfectamente un servicio desde la banda a cargo de Ansaldi. Soy sincero, no creí en el equipo, veía que tarde o temprano nos caería un segundo que enterraría la gran primera parte. 

Pero por suerte me demostraron que estaba equivocado, con una pizca de suerte, tan necesaria en este tipo de envites, se consiguió voltear el marcador de nuevo. Fue en una jugada de frontón en la que a la cuarta se logró la vencida, tras un despeje de un central ruso que se estrella en Arda y acaba dentro. Sufrimiento en grado sumo. 

Tras ese balsámico gol se apaciguaron los ánimos, Spalletti decidió meter a Arshavin por Zyrianov y ahí se acabó todo, ya que el talentoso Andrei tan pronto se marca el partido del siglo que se esconde miserablemente, y sino que pregunten en el Emirates. Adrián se “partió la cara” por el equipo en una jugada desafortunada, por ello tuvo que marcharse dejando el sitio a un Leo que vaya si aprovechó la oportunidad. Primer balón que toca, gol. Hay personas con estrella (o flor, llámenlo como quieran) y Baptistao es una de ellas, los minutos que tuvo en pretemporada demostró con goles que podría ser un tipo importante en el grupo, después no tuvo oportunidades durante los primeros partidos oficiales hasta ayer… sale 10’ y marca un gol aprovechando su zancada potente. Qué puedo decir, para mí hoy en día debería ser la alternativa a Diego Costa, yo me he cansado de ver a un Adrián que si no ha vuelto a ser el mismo con el Cholo… difícilmente va a despuntar, le falta carácter y por ello quizá necesite sentir que no tiene competencia detrás, trabajar sin presión. 

En definitiva, tres puntos al zurrón que sirven para liderar momentáneamente el grupo junto con el Porto, permitiendo que en Portugal una victoria nos ponga con un pie (y medio) en octavos de final, que un empate también sea un buen resultado por ser a domicilio, o que incluso una derrota no suponga un drama clasificatoriamente hablando.

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Horarios y entrenamientos


En esto del fútbol hay cosas que no se entienden, como los horarios de la liga española. Resulta que desde hace un par de años se decidió desde la LFP -que es la que fija fechas y horarios-, en una decisión que pesaron mucho los operadores de televisión, que ningún partido se podría solapar para así no afectar a la retransmisión de los mismos y que un abonado al “goltv” pudiese tragarse 9 partidos (el del plus es otra historia) durante el finde si sus huevos querían. De tal forma, teníamos a equipos jugando viernes noche, sábados desde las 16h hasta las 22h y domingos desde el horario matinal (hicimos un Master ahí) hasta las 21h, pasando por el lunes, otro fenomenal día para asistir al fútbol a un horario inmejorable (las 22h). La gilipollada tenía como pretexto un mayor ingreso televisivo y, por ende, un mejor reparto que hiciese posible la mejora de la economía de muchos equipos… como se puede apreciar, es justo lo que ha pasado. 
 
Por otro lado tenemos a la Premier o Bundesliga, competiciones que consiguen mayores ingresos televisivos y que, ¡oh maravilla! disputan en el mismo horario varios partidos, que no se entere Tebas, por favor. A la misma hora que lo hacía el Atlético de Madrid, en Inglaterra jugaba el Tottenham, City, Arsenal, Newcastle, más otros dos partidos, en total seis de los diez partidos de la jornada se jugaban a las 16h. 

Centrándonos en el partido, lo de hoy ha sido un entrenamiento con público en el que el primer equipo le ha ganado al juvenil, todo ello al trote. En ningún momento se ha temido por el marcador, incluso con el 0-0 fue un monólogo, pese a que Arda partía desde el banquillo y su puesto lo ocupaba un RG que hoy estuvo mejor que de costumbre, las cosas de las buenas dinámicas y tal. El Almería, uno de los gallos de Segunda la temporada pasada, dio una pobre imagen en el Calderón, da la sensación de que sus defensas aparte de inocentes son malos, su mediocampo está cogido con alfileres y tan solo en ataque parece que han encontrado en Rodri un oasis. 

Giménez estuvo bien en su debut, tiene tendencia a ir al suelo, pero es bastante decidido para su edad y en ataque se sumó bien cuando le tocó. Juanfran cada día va mejor, parece el de hace dos años, mientras que Filipe muy tímido, sin subir apenas, pero cuando lo hizo forzó un penalti que se encargó de transformar Diego Costa, un jugador que crece día a día, para mí es el delantero más en forma de Primera. 

Villa marcó su golito en una jugada que termina cayéndole a él, sin vigilancia defensiva (¡ay, ay!), voleando perfectamente al palo contrario. 

Cuando el partido llegaba al descanso, llegó el gol almeriense en un fallo defensivo rojiblanco, también fruto de una falta de tensión en algún momento flagrante. Al Cholo seguramente no le gustó esto y les metió una charla en el descanso para que no se confiaran en la segunda mitad, era el típico partido que si te echas a dormir del todo te terminan dando el susto. 

Pero no, no hubo oportunidad de ello ya que salieron a sentenciar rápido, estuvo Koke a punto de hacerlo si el larguero no lo hubiese evitado o un disparo excesivamente cruzado de RG que no suele fallar, se veía que el navarro iba a marcar su golito para las estadísticas…

El tercero llegó de estrategia, ahí se hizo patente que era el primer equipo contra los juveniles, sino no se explica cómo dejas a un rival en la frontal del área libre de marca. Como era de esperar, el balón llegó rápidamente a ese rival (Tiago) que realizó un control orientado y fusiló a Esteban, convirtiendo esa falta en la frontal en un penalti en movimiento. Como decía, el gol de RG se veía venir y llegó, sin tiempo para digerir el tercero, disparo cruzado dentro del área y Koke que ayuda cruzándose en la trayectoria del balón lo justo para despistar, en realidad debió ser anulado por orsay del canterano. 

Con el 4-1 el partido ya estaba del todo acabado, los jugadores así lo entendieron y bajaron aun más el pistón. Simeone fue entonces cuando realizó el carrusel de cambios, Arda, Adrián y Óliver por Villa, Koke y RG. No dio tiempo a ver nada más, solo un intento de Adrian que cruzó de más, una volea preciosa que obligó a Esteban e intentonas en corners de Giménez… y sin embargo el gol cayó del lado almeriense, cuando todos esperaban el final se durmió la defensa, le llegó el balón a Aleix Vidal en el área y cruzó ante un Thibaut que poco pudo hacer. 

En resumen, tres puntos que saben a gloria, poco desgaste en general, rodaje a Giménez y a pensar en el martes.

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El Atlético aguanta el pulso

Hoy, el Atlético de Madrid se ha impuesto en un campo tan complicado como es Anoeta, ante un rival que jugará la Champions este año y que ha empezado la competición con muy buen pie, además le ha servido para sumar su tercera victoria consecutiva... todos estos datos sonarían hace no tanto tiempo demasiado bonitos para ser verdad, hoy en día no, es habitual ver cómo este equipo no sólo da la cara en el campo sino que cosecha resultados muy positivos que sirven para consolidar nuestro status.

Las estadísticas del partido quizá digan otra cosa, desconozco los disparos, corners, posesión, etc que han gozado unos y otros, lo que sí he visto es cómo un equipo se imponía claramente al otro, le maniataba y jugaba a su antojo, graduando la velocidad con la que se disputaba el encuentro y, tan solo en los últimos minutos se pudo poner en peligro el esfuerzo que había supuesto llegar con ventaja al final. Hubo justicia. El tanto donostiarra, de Xabi Prieto, llegó en una jugada de pillos y tontos en la que la defensa atlética, tan atenta siempre, se despistó lo justo como para posibilitar que una falta en la frontal se pusiese en juego rápido para que el capitán xurri urdin la colocase con precisión en la escuadra de Courtois.

Durante toda la primera parte fue un monólogo rojiblanco, todos saben su papel, como una gran orquesta en la que se siguen las directrices del director, no como antaño en el que el violinista de repente se tenía que poner a tocar el oboe y viceversa, así no había manera de interpretar una pieza en condiciones. Este equipo ha perdido un rematador puro, un obseso del gol, pero a cambio ha ganado un futbolista que es capaz de combinar con mayor acierto, fruto de ello salen jugadas como la del otro día que finaliza Turan o asistencias de gol. Cuando el partido llegaba a la media hora de juego, el asturiano se apoya en el turco, éste le devuelve una pared en el balcón del área que le deja en ventaja dentro del área, un central va a despejar y se equivoca... error que aprovecha el 9 atlético para batir a Bravo picándole el balón en su salida.

Justo antes ya podría haber aprovechado otro error rival, Iñigo Martínez despeja un balón en el área hacia el centro, allí casi le rebota en el pecho a David y rápidamente arma un disparo que se estrella en la madera. El que no tenía el día era Diego Costa, algo peleado toda la tarde, pero no le hizo falta al equipo.

Ya en la segunda parte el encuentro continuó por los mismos derroteros, un local que no encontraba la solución para penetrar en las defensas rivales y un visitante que se sentía cómodo, sin mayor agobio. Al poco de la reanudación, una jugada en la que no aparentaba peligro, con Turan en el pico del área grande, con Villa ganando línea de fondo por su espalda termina con un pase al corazón del área para que Koke bata por bajo a un Bravo que, bajo mi punto de vista, pudo hacer más. En ese momento todo parecía indicar que el partido era más de 0-3 que de 1-2, pero llegó el despiste ya comentado y puso algo de picante.

Realmente, tras el tanto tampoco cambio la situación, el equipo seguía cómodo dentro del campo sin verse comprometido. Hasta los 10 minutos finales, en esos instantes la Real apretó hasta en dos ocasiones en las que Courtois demostró que es el mejor portero de la liga española (sí, lo han leído bien), primero por bajo en una parada de reflejos y después por alto en una gran estirada. Los puntos se quedaron en el casillero rojiblanco y eso es lo más importante, ahora sólo falta saber cómo se cierra la plantilla en el último día tras las llegadas de Alderweireld y Guilavogui.