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Cierre al 2010 atlético

El 2010 será para el Atlético un año extraño donde los haya, por una parte contará para la historia como el año en que se ganaron dos títulos (UEFA y Supercopa) y se llegó a la final de otro (Copa), pero también como aquel año en que el equipo se arrastró literalmente por la competición doméstica.

Comenzó con la salida de Maxi Rodríguez camino de Anfield, uno de los capitanes del Atlético se despedía en una evidente cuesta abajo futbolística, con el incidente del brazalete en la retina del aficionado y con la sensación de que nos robaron parte del futbolista en aquel césped de la Condomina. También se marchaban en el mismo mercado invernal tanto Semanas-Singol como Cléber Santana, dos parodias de futbolista profesional que tuvieron la suerte de ganar dinero en esto del fútbol.

Por el contrario llegaron Salvio (por Maxi), Tiago (por Santana) e Ibra, del filial, suplió al inefable ¿delantero? galo. El primero, a pesar de las expectativas y las ganas de la afición por verle tuvo que luchar contra una pubalgia que traía de serie y contra un más que evidente sobrepeso, no aportó nada significativo y sólo el día del Tenerife con dos goles dio la sensación de merecer ser tenido en cuenta. Tiago fue otra cosa, desde el primer momento fue la única luz en un centro del campo tan desierto como oscuro, quizá no esté entre los 10 mejores mediocentros del mundo, pero un tipo que ha hecho carrera en Benfica, Chelsea, Lyon y Juventus algo debe saber de fútbol. Ibrahima, ese parche improvisado al carecer de un tercer delantero, cumplió con brega en los minutos que disputó.

Quique, ya en el banquillo atlético, tenía el equipo en un complicado 15º puesto pendiente de los puestos de descenso, con la soga al cuello, eliminado de la Champions (aunque clasificado para la UEFA) y en Octavos de Copa frente a un Recre que parecía un rival asequible.

Todo se torció enseguida, pese a ganar el primer partido del año frente al Sevilla con un gol de cabeza de Antonio López en el último minuto (¿lo recordáis?), 3 días después el equipo caía con estrépito en Huelva en lo que denominaremos el gran punto de inflexión del año. La afición pedía cabezas, el entrenador salía en rueda de prensa demacrado, los jugadores pagaban su desidia corriendo bajo la nieve, el club parecía abocado a una catarsis absoluta…

Pero la reacción no tardó en llegar, el Valladolid pagó los platos rotos con un 0-4 a domicilio que sirvió para espolear a unos muchachos que creían en la remontada copera, tanto fue así que a los 23’ el Recre ya palmaba por dos goles. Ujfa equilibró en un corner, Kun marcó el de la remontada en una jugada histérica en la que nadie acertaba a marcar. Sin embargo, como tenía que existir ese salto al vacío, ese querer tropezar torpemente, Assunçao “regaló” un gol al Recre que nos costaba la eliminatoria hasta que en un postrero lanzamiento de falta, Simao puso el 5-1 definitivo. Fue apoteósico.

La Copa nos depararía más momentos críticos, en la siguiente ronda el Celta nos merendó literalmente de principio a fin en casa, sólo un inspiradísimo David De Gea salvó los muebles de un equipo que pudo haber recibido un saco de goles, afortunadamente acabó 1-1. La vuelta amenazaba con sacudirnos un bofetón aun más grande, nada más lejos de la realidad, el Celta se transformó en un equipo inofensivo que cayó 1-0 en un partido bastante flojito por parte de ambos. Ya no habría más complicaciones hasta la final.

Volviendo a la campaña liguera, la apuesta evidente por las competiciones coperas lastró toda opción a ser sexto, de accesos a Champions no hablo porque ya estábamos a años luz de ello. Las tres victorias consecutivas iniciado el año dejaron al equipo un colchón de puntos respecto al descenso, en mitad de la tabla en tierra de nadie, la plantilla hablaba de intentar llegar a UEFA por liga pero con la boca pequeña, se notaba en los partidos previos a competición copera, en los que salían a menos revoluciones y con ganas de terminar. Marzo fue el punto de inflexión negativo, el equipo dejó de subir (8º) y pasó a distanciarse en una apuesta muy arriesgada, sólo una victoria en una de las copas o que el Sevilla, finalista de Copa del Rey, se clasificara para la Champions dejaba al equipo en Europa el año próximo.

Afortunadamente la UEFA dejó mejores sensaciones, unos jueves mágicos que sin especial brillo nos permitían pasar rondas. Primero fue el Galatasaray el que cayó en los últimos minutos en su casa (1-2), el Sporting en un partido de vuelta frenético (2-2).

Así se llegó a unos Cuartos de final frente a un Valencia pletórico en Liga (tercero), la ida de Mestalla sirvió para ver a un Atlético competitivo, un equipo que se adelantó gracias a una contra mortal que empujó (literalmente) Forlán, que luego se repuso al golpe moral del zapatazo de Fernandes (1-1) con un gol de cabeza de Antonio López, sí el mismo que marcó al Sevilla, y que sólo una negligencia defensiva permitió a Vicente poner un balón de oro a Villa para que empatase. Pero eso iba a ser peccata minuta al lado de la vuelta, donde los errores arbitrales deslucieron una clasificación más que merecida para semifinales. El árbitro alemán (Meyer) se tragó un orsay de Forlán que no era, anuló un gol legal al Kun que tampoco era orsay y, sin embargo, nadie recordó esos lances del partido y sí un penalti a Zigic que sí, lo era, pero que si se hubiese pitado correctamente con 2-0 esa jugada probablemente ni se hubiera producido. Ladran, amigo Sancho, luego cabalgamos.

Frente al Liverpool se sufrió todo lo que se quiso y un poco más, pese a la ventaja de la ida (1-0) en la que Forlán marcó el gol de cabeza más raro que pueda imaginar. En la vuelta el empuje red (a los 10 segundos ya habían gozado de una muy clara) en la primera parte permitió al equipo de Benítez igualar la eliminatoria antes del descanso por mediación de Aquilani. La segunda parte dejó patente el miedo a perder que tenían ambos conjuntos y así se llegó a una prórroga en la que había que poner toda la carne en el asador. Bennayoun adelantó al Liverpool nada más comenzar y QSF, obligado a ponerlo todo decidió prescindir del doble pivote colocando a Jurado de punta de rombo, teniendo un papel fundamental en el juego del equipo. Nada más salir el gaditano, Reyes se hacía con un balón en el lateral del área y la ponía al segundo donde Forlán empalaba el gol del pase a la final. Una verdadera gozada, corrí por la casa y saludé por la ventana a los cornudos que minutos antes celebraban con petardos el gol red. Los mismos que el año anterior lloraban con el 4-0 en Anfield, la memoria es frágil y la estupidez infinita.



Llegamos a las dos finales, en Hamburgo se ganó con un partido bastante tenso y discreto en cuanto a fútbol, una narración pésima de JJ y otra prórroga que estuvo a punto de reventar nuestros corazones. Forlán decidió por dos veces en una final que bien pudo acabar de cualquier manera.



La de Copa fue distinta, el Atlético de Madrid intentó jugar en todo momento en un partido que el Sevilla comenzó ganando mediación de un gol del tarambana de Capel, a partir de lo cual se dedicó al “otro fútbol”, repartiendo estopa, convirtiendo el partido en un combate de “pressing catch” en el que se apuntó hasta Cristóbal Soria, ese medio hombre que siempre monta el pollo y luego rehúye la batalla. El partido terminó 2-0, ya que en los últimos minutos Navas marcó el definitivo en una contra. La reacción posterior al partido quedará registrada en las videotecas y hemerotecas, por más que cuatro iletrados palanganas digan que la final fue al doble de distancia, si esto o si lo otro, fue el impresentable de su presidente el que como medida de presión se negó a aceptar el Bernabéu, sabiendo que dos aficiones numerosas no entraban en un estadio como el de la Cartuja o Mestalla. Vamos, la demagogia populista que suele vender Del Nido, una lástima que le quede poco al Sevilla para volver a su sitio, mitad de tabla.



El verano nos dejó cientos de páginas sobre culebrones veraniegos. Llegarían Filipe Luis para hacerse dueño del carril izquierdo, Godín como central experimentado, Fran Mérida como la gran promesa y Mario/Costa como retornados. Bueno, tras 3 meses de incertidumbre Tiago renovó una cesión que iba a ser traspaso. En el capítulo de salidas todo parecía tranquilo, a las salidas de Pablo, Pernía y Cabrera no se les sumaba nadie. Hasta que el club decidió prescindir de Salvio, cediéndole a Lisboa y, la más controvertida de todas, la de Jurado el último día de mercado al Schalke.

Justo antes de tan polémica operación el Atlético se jugaba la Supercopa europea frente al Inter de Milán. QSF sorprendió a todo el mundo dejando a Filipe en el banco y colocando a Domínguez de sorprendente lateral zurdo, de paso colocaba a Perea en el once titular y dejaba a Tiago fuera, poniendo al Merluzo de Tajonar de titular. Contra pronóstico partidazo atlético con un Reyes y un Agüero soberbios que desnudaron a la defensa neriazzurra, además de una correcta disposición defensiva que maniató a Sneijder, dejándoles sin su motor.




Esta campaña nos ha dejado una trayectoria irregular en liga, un equipo incapaz de ganar a los teóricos rivales ligueros, vagando en el furgón de UEFA a poca distancia de la Champions, pero sin duda lo que más daño ha hecho ha sido la patética excursión, de otra forma no se le puede llamar, por Europa, dilapidando el crédito ganado el año anterior. Y aquí estamos, a mitad de curso, vivos en Copa del Rey con un cuadro complicado, penando en liga y con un juego que deja bastante que desear.

Para colmo, los rectores del club decidieron recientemente prescindir de uno de los titulares y capitanes, Simao Sabrosa, en otra discutible decisión que choca frontalmente con el discurso aquel de “ser grandes”. Porque, señores, Elías llega para cubrir la baja de Jurado sin ser el mismo tipo de jugador, y el hueco de Simao no lo cubre -de momento- nadie. En una plantilla que además de corta ha visto como Asenjo y Camacho hacían las maletas. Ya veremos cómo se da el año que viene, pero mucho me temo que no se parecerá en nada a este en lo que a títulos se refiere.

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Victoria contra los elementos

Tarde noche de perros en el Calderón, una cortina de agua decidió sacudir Madrid durante gran parte de la tarde y los 90 minutos que duró el partido no fue una excepción, suerte que el césped drena bastante bien, porque bien pudiéramos haber asistido a un partido de waterpolo de no ser así. A pesar de todo, el balón se ralentizaba en determinadas zonas del campo, complicando la práctica del fútbol, ese deporte desconocido en la ribera del Manzanares.

Con el líquido elemento presente, los 22 protagonistas salieron dispuestos a luchar por un puesto entre los ocho mejores de la competición copera, poniendo todo de su parte. En plan juego, encuentre el error fundamental en la frase anterior…

Efectivamente, no fueron 22 protagonistas sino 23. Apunten el nombre de Fernández Borbalán entre los favoritos del colectivo arbitral. Este personajillo, si tuviese un mínimo de dignidad o de vergüenza torera -llámenlo como quieran- debería colgar el pito después de este partido o por lo menos pedir disculpas formales por ser tan sumamente dañino e ignorante a partes iguales. No pasará esto, el muy cabrón dormirá a pierna suelta e irá mañana tan tranquilo por la calle, seguramente hasta pavoneándose del poder que ostenta sobre unos equipos que se juegan mucho dinero en cada partido.

¿Sacará alguien una lista con los errores de bulto? ¿Veremos por fin una queja de algún mandatario? ¿Sancionarán con dos partidos a Reyes por recibir una zancadilla y posterior pelotazo? ¿Saldrá el retrasado de Luis García a quejarse del trato que se le da a su equipo? Demasiados interrogantes.

El Español salió al campo como era de prever, a perder tiempo desde antes de llegar a Madrid. Qué valiente Pochettino, si lo hacen otros entrenadores son unos amarretas y especuladores, si lo hace él, como tiene un rollito muy Guardiolesco… es un crack. Como ven, aquí hay pa’ tós.
Entre eso y que el Atlético no sabía muy bien qué hacer con el balón, es decir, que parecían un grupo de caminantes buscando setas con eso de la humedad y tal… pues el partido transcurría sin pena ni gloria, con Perea quedando en evidencia varias veces para que los pericos demostraran también su infinita torpeza a la hora de finalizar jugadas, pero ya sabían que no siempre te pueden regalar penaltys inexistentes en campo contrario para abrir el marcador, ¿verdad, Luisín?

Filipe intentaba parecerse a aquel lateral ofensivo que encadiló a la grada de Riazor, con partidos terminará cogiendo esa estela que tanto necesita el Atlético. Ujfalusi, en cambio, cada día va a menos, no sé si es impresión mía pero le noto cascao cuando acumula varias subidas y luego remolonea a la hora de bajar, quizá le sienten bien las mini-vacaciones. El que se fue antes con antes de vacaciones fue Forlán, al poco de comenzar no entendí muy bien qué pasó pero terminó tendido en el suelo, teóricamente se lesionó y no se sabe a ciencia cierta cuánto tiempo pasará fuera.

Con Diego Costa en el campo llegó la jugada del penalti. Simao intenta disparar desde fuera del área y el esférico termina estrellándose en el brazo extendido del zaguero blanquiazul, puede que no fuera voluntario, pero el brazo extendido no pinta nada en esa jugada. La pena máxima la lanzó Simao, convirtiendo el que sería a la postre su último tanto como jugador atlético.

Muchas quejas de una panda de periquitos demasiado acostumbrados a jugar con red, al menos en el Calderón, y así es fácil saltar desde un cuarto piso. De todas formas, no deberían quejarse mucho porque el show aun estaba por llegar. Reyes conduce el balón en el centro del campo, le zancadillean con alevosía y posteriormente, con él ya en el suelo, el caballeroso jugador merengoso-catalán decide premiarle con un balonazo al cuerpo. Evidentemente, para Fernández-Borbalán esto es asunto menor, cosas del juego, minucias. Si Reyes se levanta, y junta su cabeza con el rival, desplomándose éste por una lipotimia… eso es intolerable, una afrenta sólo solucionable con una tarjeta roja, y si le caen 3 partidos por violento, mejor.

Ese es el nivel del arbitraje en este país, en el que cuando encuentran un tipo con un cociente intelectual inferior al de una almeja, le dan un silbato y/o un banderín. O peor, se alista en un partido político y ¡¡le votan!!

A partir de esa jugada el partido entró en una espiral malísima para nuestros intereses, en la que el Español repartía de lo lindo, el árbitro “sonreía” y De Gea se convertía en el principal baluarte rojiblanco.

Precisamente el toledano fue protagonista antes de llegar el partido al descanso, un balón muerto en el área lo remata Osvaldo y, VDG saca un pie salvador digno de una parada de balonmano. Ahí estuvo el empate.

En la segunda parte el Español se olvidó de perder tiempo, todo eran prisas por lograr un empate que les hubiese sabido a gloria. El Kun, sin Reyes, con Diego Costa preguntándose qué hacía en el partido y Simao a la baja (el gol y ya) se multiplicaba para acojonar a la defensa rival. Sus arrancadas les dejaban en evidencia y así les sacó varias tarjetas, otras directamente el árbitro obvio porque… al bajito se le puede zumbar.

Tanto era así que en una de las tarjetas su delirante criterio deja en pelotas cualquier tipo de lógica. Resulta que le pegan al Kun, él no ve nada pero ante la presión y la cercanía del línea decide mostrar tarjeta amarilla… lo lógico es sacar una falta, ¿verdad? Pues no, cuando el jugador atlético coloca el balón le dice que no, que de banda. Me dirán que no es gracioso…

Casi tanto como aquel ataque en el que el balón de Callejón al área por bajo no llega el angelito de Osvaldo que no contento con eso decide dejar la pierna para llevarse por medio a De Gea en el área pequeña. ¿Falta? No no no no, ese no es el tema y tal, que deje de fingir ese portero (fácil 2 minutos) y saquen el corner, por favor. Menos mal que el golpe no le afecto demasiado al efectuar un auténtico paradón en ese miso saque de esquina, una delicia de portero.

Tan injusto estaba siendo el arbitraje con los pericos que Pochettino en un alarde de deportividad y contención decidió lanzar una botella de agua algunos metros dentro del campo. Filipe le comentó al árbitro el asunto pero no le resultó pertinente advertirle de nada, quizá después de leer el acta le caigan dos partidos a QSF… todo puede ser. Hablando de Filipe, éste vio una amarilla por unas manos que a mí no me parecieron, pero puedo estar perfectamente equivocado, hay que confiar en la buena vista del trencilla (que me descojono).

Pero oiga, qué está contando, ¡si les expulsaron a ellos un jugador! Es verdad, qué fatal descuido por mi parte. Cerca de la esquina el Kun le tira un amago al lateral, se lo come entero porque además de malo es torpe, al ver que se le escapa hacia dentro le tira una zancadilla sin balón a 30 cm del suelo. Un poquito rigurosa la segunda amarilla, bien podría haberse solucionado con unas palmaditas en la espalda.

Le pesaba la conciencia y por eso, cuando un jugador blanquiazul fue derribado cerca del banquillo de Mauricio y rápidamente se revolvió contra su agresor, decidió pedirle calma. Nada, eso ya pasó hace mucho tiempo y el criterio cambia según va transcurriendo el partido. Ya saben aquello de que bien mirao, una bici con cestillo pudiera considerarse un camión de dos ruedas. Apliquen este ejemplo con Fdez.-Borbalán y un tipo honrado, en días como hoy dudo hasta que estafe al fisco.

El Kun desaprovechó varias jugadas en las que se quedó frente al portero, ya fuera por algún resbalón o por un disparo al muñeco, aun así fue un hombre jugando entre críos. El partido murió en el área colchonera tras varios saques de esquina que pusieron el nudo en la garganta del aficionado. La ida terminó con ventaja, mínima, pero ventaja.

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Más que un simple partido de Octavos

Entre hoy y mañana se disputará la ida de los octavos de final de la Copa del Rey, para el Atlético se ha convertido en una especie de reválida frente a un equipo de su “liga” al que dejó con vida en casa hace pocas semanas. Vale que se trata de otra competición, otras circunstancias y otro todo, pero tropezar en este envite dejaría al equipo a los pies de los caballos, con una estadística demoledora.

Desde que empezó el curso 2010/11, el Atlético ha sido incapaz de ganarle un partido a Barcelona, Madrid, Villareal, Valencia y Español, todos por encima en la clasificación liguera, quizá eso explique, en algún caso, la posición de unos y de otros. Para colmo de males, la eliminación europea tras una patética fase de grupos en la que se pierde dos veces ante el todopoderoso Aris y se empatan los dos partidos frente al Bayer Leverkusen empeora la posición del grupo cara a la afición.

De hecho, ya no sólo nos podemos quejar del no-juego practicado habitualmente a orillas del Manzanares, los partidos claves ante Aris y Español se perdieron por una falta de actitud sonrojante, indigna de un grupo de jugadores que se hacen llamar profesionales y cobran como tal, permitiendo que el rival se reponga una y otra vez hasta que termina fulminándote.

Mañana tocará comprobar de primera mano si ese equipo sigue jugando con las cosas de comer o decide de una vez por todas ponerle un poco de alma a falta de fútbol. Lavar la imagen que quedó dañada no se curó con el partido ante el Depor (bastante flojito el rival) y el del Málaga según tengo entendido se desarrolló en términos similares. Seguramente con “ganas” no baste ante un serio Español que rentabiliza los goles como nadie y que, hasta el domingo, había demostrado una seriedad atrás importante.

Habrá que ver también cómo se toma el partido Pochettino, si como en liga a perder tiempo desde la llegada al estadio, si como los suplentes, titulares, a por todas desde el primer minuto y si Luis García seguirá demostrando la excelente persona que es… quizá por tipos como él se quiere poco al Español, debería planteárselo.

QSF planteará lo mismo de siempre, la rueda de los 14 jugadores (uno más si sigue Simao, que no lo sé) se pone en movimiento y, como siempre, nos dejará rotaciones en la línea defensiva, o lo que es lo mismo, a quién quitamos para que entre Perea con calzador… y también se moverá la pareja de mediocentros, veremos si sale Mario Suárez que creo que sí al no participar en Málaga. El resto, lo de todos los partidos, sota, caballo, rey y mierda, sobre todo eso último. La solución, mañana a las 20 horas.

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Málaga 0 - Atlético 3

Ganó el Atlético de Madrid al Málaga y no me digan muy bien cómo lo consiguió porque no tengo ni puñetera idea. Según he leído fue un partido bastante flojito que se solventó con tres jugadas de estrategia que antiguamente no entraban, también ayudó un equipo bastante flojito como el malagueño. ¿No les recuerda al partido de hace 8 días en el Calderón?

Último partido de Simao como jugador rojiblanco en competición liguera, se despidió dando un cursillo avanzado de cómo ponerla en el área para que cualquiera entrando al área la peine y se envenene. Lástima que dejase estos detalles tan de cuando en cuando. Crecen las especulaciones acerca de su venta, personalmente creo que el club decidió aceptar su venta una vez que se le cayó el tenderete de la Europa League (1 diciembre frente al Aris) y con ellos los ingresos procedentes de esa competición, en un club donde la improvisación reina sobre el resto de cosas el jugoso ahorro en ficha paliaba en parte el tropezón… y como pronto sólo “lucharemos” (¡já!) en una sola competición, con 14 tipos en rueda nos sobra.

Por supuesto, puedo estar completamente equivocado. Aquí no hay lógica que valga, en el club, digo.

Bueno, el Atlético termina el año sexto en la clasificación, a dos puntos de la Champions, a 17 del líder (Barcelona), 15 del segundo y a 13 del descenso. Sí, no me he equivocado en las cuentas, de verdad. El sexto clasificado de esta liga se encuentra más cercano de descender que de ganar la competición, esa es la realidad que muchos no quieren ver empeñándose en seguir nombrando a esta liga como “la liga de las estrellas”.

Yo me aburro mucho con mi equipo, y tengo la sensación de que si muchos de los aficionados del resto de equipos hablaran con sinceridad, dejando el forofismo de lado, les pasa exactamente lo mismo. Ni tan siquiera el segundo clasificado juega “bonito”.


LA ANÉCDOTA:

El año pasado tras el Málaga-Atlético se marchó Heitinga camino de Liverpool, y este año otro jugador rojiblanco vivió su último encuentro en la Rosaleda.

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Fin de trayecto

Se despidió el Atlético de Europa oficialmente en el Bay Arena de Leverkusen, y digo oficialmente porque tras la debacle del partido del Aris (¿cuál de los dos?) el adiós era algo más que evidente. Como ven no confiaba nada en la carambola magnífica y no sólo por mi/nuestro equipo sino por la incapacidad del Rosenborg en un campo hostil y entregado como el griego.

No vi el partido, principalmente porque creía que era a las 21h y luego cuando ha llegado la hora he visto que ya no había remedio. Pero no me hace falta para hacerme una idea de cómo ha sido el choque. Un equipo visitante jugando a especular, estrellándose continuamente con la incapacidad creativa de un mediocampo que parece un erial, unos delanteros obstinados en hacer la guerra por su cuenta cuando sabemos que sólo uno puede rascar algo de esa manera, una defensa que comete errores de bulto…. Lo mezclamos todo y sale el juego que despliega el Atlético frecuentemente.

Así, es difícil ganar en cualquier campo, en Alemania ante un equipo serio de la Bundesliga ni te cuento. Por esta misma razón me costaba creer tan siquiera en la victoria hoy, pudiera aparecer algún chispazo de los hombres “fuertes” (Kun y Reyes, ahora mismo) que hiciese durante un rato mirar a Salónica con más fé que cabeza. Ni eso ocurrió. El Aris venció su partido por 2-0 con un gol en cada tiempo de descuento, de tal forma daba igual qué hiciese el Atlético.

Se debería abrir un período de reflexión en un club que hace cuatro días ganaba la Copa de la Uefa y la Supercopa, para 3 meses después dilapidar todo su crédito europeo. Un equipo que vende un jugador (no entro en nombres) el último día de mercado como norma, que regala un titular en Enero y que ficha jugadores de Sudamérica en Enero (llegan con su liga acabada fuera de forma) como solución a sus problemas. Quizá les venga hasta bien centrarse en una sola competición con la mini-plantilla disponible que deja poco margen de maniobra ante una eventual suma de lesión + sanción de algún titular, este es el Atlético de los Giles. Una puta ruina.

Y sí, no les otorgo muchas posibilidades en la Copa del Rey, si no es en la próxima ronda será en la siguiente, pero caerán como chinches.

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Cómoda victoria en casa

En días como el de hoy (ayer ya por las horas) cualquier lectura del partido se ve condicionada por un rival que apenas ha inquietado en 90 minutos, ni tan siquiera ese otro fútbol consistente en colgar balones llovidos y que alguno aproveche esa pelota perdida en las inmediaciones del área. Ni eso.

El Atlético tiene un problema de fútbol importante, pero el Depor tiene un problemón mayúsculo en todas las líneas, pues le faltan defensas seguros, mediocentros capaces y delanteros eficaces, su propuesta futbolística es inexistente, si se me permite la comparación creo que ha sido junto con el Zaragoza el peor equipo que ha pisado el Calderón esta temporada, y ya es decir. Tampoco habla muy bien de la liga al ser un equipo que ahora mismo no pasa apuros en la tabla.

Ante este panorama, el Atlético salió a por el partido sin más y pudo liarle una muy gorda a los blanquiazules. A los 3 minutos Agüero se plantaba cara a cara con Aranzubía que, torpemente, le derribaba cuando éste le había fintado y se disponía a marcar a placer. Penalty y expulsión. Pues no, el trencilla decidió que no era jugada manifiesta de gol (me está sangrando el labio de la risa) y “perdonó la vida” al guardamenta. Forlán, ese muñeco de futbolín que pulula en las inmediaciones del área haciendo como que corre pero sin correr, haciendo como que está pero sin estar… decidió tirar la pena máxima. La falló dirán unos, la paró el portero dirán otros, a mí realmente me da igual, el resultado es el mismo… 0-0, y Aranzubía tan feliz.

Pero el Kun, molesto por el desenlace de la jugada decidió aliarse con Reyes -un fenómeno toda la noche- para recibir un pase con el exterior a la espalda del lateral gallego, remontar línea de fondo, fintar hacia dentro y ¿pasar a Forlán?... no que la falla, mejor la pegamos abajo y aseguramos el tanto. Se notó rabia en la celebración o al menos servidor lo percibió así. Los deportivistas protestaron airadamente un fuera de juego del ‘10’ que pese a ser muy justo a mí no me lo pareció.

Fueron los mejores minutos atléticos, un Deportivo K.O. no sabía muy bien de dónde le llegaban los golpes, Filipe y Ujfalusi desdoblaban correctamente a los interiores y la circulación era más o menos aceptable. Solamente se echaba en falta un mediocentro apoyando a los centrales en esos amagos de contragolpe gallegos, pero pedirle algo útil a RG es como pedirle al Dalai Lama que se deje trenzas… una pérdida de tiempo y esfuerzo.

El control en la primera parte fue total, pero ya digo que la ausencia total de rival invalida este argumento positivo, al menos esperemos que sirva a Tiago para que vuelva a ser la brújula que esperábamos este año y que todavía no parece haber llegado. Por el contrario, Simao cada día desaparece durante mayor tiempo, salió en la alineación su nombre, pero salvo un par de jugadas a balón parado no se le vio, tiene menos detalles que un Seat 600.

Por decir algo positivo de Forlán, que no sea todo la pulla por la pulla -aunque también- botó una falta potable que repelió primero el portero y después la madera. A partir de ahí fue él en estado puro, con ese trote cochinero característico que encandila al Calderón. Todavía estoy oyendo a los estomagantes “Manoletes” de la fila de detrás comentar lo que se vacía en cada partido, pues como no sea la vejiga en el descanso…

Pasada la media hora el Kun decidió sentenciar el partido con otra jugada mano a mano con Aranzubía. Partido prácticamente sentenciado por lo mostrado aunque con este equipo nunca se sabe.

En la segunda parte el tedio se apoderó del partido, si me hubiesen dado un periódico me hubiese afanado con el sudoku en vez de seguir la misma película de guión barato, actores pésimos y abundante taquilla. El Depor pareció tímidamente buscar la puerta de David De Gea, nervioso en sus últimos partidos, pero nada de nada, como el que va a buscar vegetación en la Antártida.

Dio tiempo a ver de nuevo a Valerón en el Calderón, a que fuera pitado por los Manoletes (“qué sinvergüenza es este jugador”), a que las mismas personas que pitaron al 21 aplaudieran hasta desgartarse las palmas de las manos al 7 y que ovacionaran también a RG. Como ven ese es el fútbol que se premia en el Calderón, aquí el que tiene talento es un sinvergüenza un lelo o un paria, sin embargo el tarugo reconocido sale a hombros por corajudo.

Vimos durante unos minutos a Fran Mérida de mediapunta por detrás del Kun, para después pasar a la banda izquierda al salir Costa de ‘9’. El chavalín dejó detalles de calidad, alguna asociación interesante con Filipe, visión de juego… pero con 15 minutos cada 4 partidos nunca podrá demostrar nada, le cederán en el próximo verano y renovarán al torpón de Valera. Otra muestra de cómo se trabaja en el club.

Aun quedó tiempo para que el Kun pudiese hacer el tercero en su cuenta, volvió a fintar al portero y con la puerta vacía, escorado, cruzó en exceso su disparo. En definitiva, buen partido del Atlético en líneas generales que, al tratarse de un rival que no mordió, deja una sensación rara, pues era un partido para haberse ganado por 4 ó 5 goles a poco que estuviesen bien de verdad.

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En caída libre

Como avisé antes del partido, ayer sábado era un día de esos para continuar la vida propia y no perder el tiempo con este equipo deprimente, capaz de amargarle el finde, puente o vacaciones al más optimista (aunque en este caso casa más el adjetivo ciego), por tanto, prediqué con el ejemplo y pasé de ver el encuentro. Probablemente, en base a lo leído, fue uno de esos partidos desesperantes, esos en los que los futbolistas se ríen de su profesión, sí. Unos tipos que cobran 10 veces más que el Levante fueron incapaces no ya sólo de ganar al equipo granota, sino de tan siquiera inquietarles.

Hace tiempo que veo jugadores con los brazos bajados, para mí no es otra forma que una cama monumental a QSF. Seguramente se la haya ganado con tanta declaración estúpida poniendo a parir en público a determinados futbolistas, pero una cama en toda regla… ya le pasó a Abel e incluso me atrevería a decir que a Aguirre. En estos casos ya se sabe lo que pasará, dos resultados malos más y técnico nuevo, de repente se resurge cual ave fénix y terminan en línea ascendente la temporada sin llegar a nada más que a un patético sexto puesto. Al año siguiente volvemos a empezar la rueda al hacerle la cama al siguiente…

Si me preguntan, yo haría una limpieza a fondo en el vestuario, hay demasiados torpes, inútiles y estrellas infladas cual palomitas (véase Forlán) que cobran mucho y “corren” poco. También deberían plantearse qué estilo de juego quieren, fichar un técnico acorde con el modelo y a partir de ahí construir sea estilo Villareal o estilo Valencia (dos modelos opuestos en su propuesta sin grandes pretensiones económicas), también fijar el esquema de la cantera en base al estilo… pero hablamos del Atlético de Madrid, nido de serpientes, delincuentes y demás ralea, antes bajaríamos otra vez a Segunda división. En la zona “noble” (qué eufemismo) no hay más que vacas e hijos de puta, y qué quieren que les diga, ¡no veo un puñetero cuerno! Hoy, al igual que ayer, hace 3 meses o 4 años, Giles fuera.

Y ahora doy paso a una crónica de nuestro apreciado Juggernaut para que nadie se quede sin saber en qué consistió el simulacro de competición en el Ciutat de Levante.

“El nueve veces campeón de liga y nueve veces campeón de copa, actual defensor del título de la Europa League, FC Levante, que cuenta entre sus filas con varios jugadores de nivel mundial, ha barrido hoy al recién ascendido Atlético de Madrid..."

Seguro que todos nosotros en algún momento de nuestra infancia nos hemos entretenido pisoteando un hormiguero, o tirando hormigas de un color en el hormiguero de hormigas de otro color, a ver qué pasaba. Pues bien, lo de hoy en el levantino estadio del Levante (por cierto, al Atleti a ver si va a haber alguien que haga lo propio, en plan Lázaro, porque vaya pinta...) ha deparado una imagen similar a si se hubieran tirado un puñado de hormigas blancas sobre un hormiguero de hormigas rojas y luego se hubieran repartido por allí patadas a mansalva.

Es decir, tan disociado era el pretendido juego del Atlético de Madrid (que en el 99,995 de las ocasiones en que dicho equipo tuvo la responsabilidad de mover la pelota se redujeron al famoso y clementino patadón y tentetieso) que hasta daba la impresión de que los jugadores se volatilizaban y las rayas rojas andaban por un lado, mientras que las blancas hacían la guerra (o pedían el armisticio) por su cuenta.

Antes de eso, lo que parecían era una banda de subhumanos de El Topo, pero a la hora de levantarse.

Para qué decir más, digo yo. El Atleti, definitivamente, echó en falta sus ausencias. Pero, ¿de qué ausencias estás hablando, Jugger, si casi se puede decir que estaban todos los titulares y que el que faltaba era por decisión del propio Canduterio? Pues sí, hombre, se echó en falta a Ben Barek, a Silva, a Escuero, a Mendonça, a Luiz Pereira, a Luis Aragonés, a José Eulogio Gárate, a Dirceu, a Manolo, a Setién, a Futre, a Vieri, a José Luis Perez Caminero...

Vamos, especialmente a este último, porque yo me encontré a mí mismo mirando el deambular de la pelota al principio del partido (o sea, cuando ya vas perdiendo sólo por un gol) y, en modo automático, esperaba que el genial centrocampista magno entre los magnos entrara en contacto con el cuero, bien sacándolo con acierto de entre la defensa, bien bajando a recibir sobre la línea divisoria, bien acariciándolo con su bota derecha según se incorporaba al carril del 10 (ése donde está el retrato del tío de Nadal), pero que no, que el hombre se hacía de rogar hasta que las urgencias y el agobio me sacaron del sopor hipnótico en que me había encerrado el Loki que ha debido tomar prisionero a mi equipo y las punzadas de dolor que me causaba la contemplación de "esa cosa", esa impostación, me devolvían al sigloXXIcambalachedemerde en que estamos, ese en que todo vale y nada es verdad y ni siquiera puedes comprarte un cristal del color que más te guste (tiene que ser blanco, pero además, gonzalezblanco) para vivir engañado en tu propia y voluntaria ignorancia pero contento, que para algunos puede ser lo que más cuente en este tránsito que es la vida (según varios doctores de la Santa Madre Eklesia, me han dicho).

El portero de ellos -un tal M. Reina- creo que ni la ha tocado y hasta le podría haber dado un ataque de apendicitis, que no hubiera pasado nada porque los oponentes hubieran encontrado absolutamente imposible tirar entre los tres palos.

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Difícil de explicar con palabras...

Antes de nada quiero felicitar a los aficionados del Aris de Salónica, desplazar a varios miles de personas al otro extremo de Europa para ver un partido de fútbol es complicado. Animar desde casi una hora antes del encuentro como si tu equipo ya fuese ganando… más aun. La verdad que no sé si estuvieron animando una hora antes, pero media hora sí, cuando llegué a mi localidad ya estaban todos situados profiriendo cánticos de apoyo a su equipo. Impresionante.

Resulta complicado expresar con palabras lo que se siente tras noches como ésta, voy a intentarlo pero me temo que no contentaré a nadie, ni tan siquiera a mí mismo, en ese punto estamos/estoy.

Lo que históricamente se ha conocido como Atlético de Madrid no existe, hace años que se perdió bajo la tutela de un gánster que se hacía pasar por constructor, un productor de cine (casposo) metido a cooperador y un hijo veterinario que parece no pinta nada, pero cómo dirige desde la sombra. Cualquier atisbo de mejoría ha sido fruto de la casualidad y los astros, como cuando pasa el cometa Halley…

La plantilla que han tenido a bien juntar no pasa del aprobado raspado en España, en Europa suspendes por sistema. ¿Y cómo se consigue ganar una Europa League? ¿Y cómo ese compañero zoquete de clase aprobó aquel examen tan complicado si sólo se había estudiado tres cosas? Fácil, “entró” lo único que estudió en una mezcla de suerte y talento para el engaño (aparentar más es el primo pequeño del engaño).

Hoy he perdido toda fé en este grupo, en el entrenador y en la institución, aunque ésta ya la había perdido hace años. Cuando te juegas la vida a un solo partido y sales a verlas venir te encuentras con un gol en contra, así sucedió una vez más en este caótico club. Los jugadores son culpables por pasivos y el entrenador por permitirlo. Me da igual si falló De Gea, si el defensa luego estuvo blandito o si mañana nevará en la sierra, ¡me da exactamente igual!

Ya sabemos que fútbol no tienen ni lo tendrán con esta panda de bobos y delincuentes futbolísticos, pero al menos se puede poner intensidad en el juego, ganas de ganar, orgullo, vergüenza torera. Justo la que gastaron cuando poco después dieron la vuelta al marcador a poco que agitaron el árbol griego. ¿Por qué no lo hacen siempre? Ah, misterio insondable.

Pese a todo ya digo que fútbol ninguno, con una tímida presión a partir del centro del campo y más fuerte cuando se acercaban a las inmediaciones del área les bastó para desconectar a un grupúsculo rojiblanco disperso, con una circulación de pelota pastosa, trompicada e insultante para el aficionado que se acerca al estadio a verles.

¿Cuántas horas de mi vida he perdido con este equipo? ¿Por qué sigo yendo a verles? ¿A qué he renunciado por hacer precisamente eso? ¿Por qué no continué con el ajedrez o el tiro con arco olvidando el fútbol? Todo esto retumba mi cabeza, no crean.

En fin, con el 2-1 estábamos clasificados matemáticamente y se encendió el piloto de la especulación. Ese que indica sin reparos que tú no debes arriesgar, qué hubiese sido del partido del lunes si Guardiola hubiese dado entrada a Mascherano por Xavi con el 2-0… no hubiese terminado 5-0, seguro. Con el Atleti pasa algo similar, solo que no existen jugadores sublimes como el de Terrasa y cuando pones a especular a un equipo frágil es como poner al zorro a vigilar las cabras. Terminará mal. Podríamos dar un seminario en este club sobre este particular, QSF sería el encargado de abrirlo, pero nada, tropezamos eternamente con la misma piedra en el camino, de hecho ya la estamos erosionando de tanto golpe.

Vale que el penalti del Aris no es o se puede discutir, pero ¿con qué cuerpo te puedes quejar cuando no has hecho nada por evitar el desastre? Pues eso. Lo venía diciendo durante el partido que terminaríamos sufriendo con el 2-1, y pasó. Después insistí que perderíamos al conceder tanto corner y falta sin ninguna ambición. Y pasó. ¿Soy vidente? Claro que no, simplemente he visto esta puñetera película de serie B tantas veces que me sé hasta los diálogos.

Ninguna reacción desde el campo con un Forlán cada día más desesperante buscando su momento de gloria con un puñetero disparo desde fuera de la frontal, un Simao que no desborda ni a un anciano, un Reyes demasiado individualista y un Agüero que por momento parece noqueado. El resto no merece la pena ni ser nombrado.

La grada pedía huevos a un equipo timorato, sin alma. Volvemos otra vez a lo mismo, ya que no hay fútbol al menos podrían ponerle ganas, soy partidario de pedir el “échare fútbol, Atleti, échale fútbol”, pero donde no hay…

Mención especial para una defensa esperpéntica. En otra jugada típica de un show del humor, en vez de despejar un balón muerto en el área pequeña la vuelve a meter en movimiento por el centro para que terminen apuntillando los griegos lo que se mascaba minutos atrás. En realidad me alegro, la racanería se debe pagar cara. Nosotros la pagamos y ahora estamos eliminados, cualquier cábala después de una lamentable fase de grupos sobra. Qué bochorno.