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No hay mal que por bien no venga

Cuando parecía que, con Quique, con Tiago y sin parte del lastre que arrastramos desde hace años por el campo, las cosas empezaban a funcionar con cierta lógica para el A(t)leti... cuando parecía que iba calando la idea de que jugando bien, y haciendo las cosas correctamente se gana más fácilmente. En esas circunstancias al equipo le dio por rizar el rizo y complicarse la vida lo indecible en un escenario complicado. Confieso que en el descanso casi daba la eliminatoriapor perdida, tras 45 minutos de inoperancia y con malas noticias.

Saltamos al campo con la obligación de marcar un gol si queríamos pasar de ronda, como todos sabíamos. ¿Todos? No, un pequeño grupo de irreductibles jugadores y su carismático entrenador resistían ahora y siempre la tentación de salir al ataque. Quique, en un auténtico tour de force, quiso salir victorioso donde Abel fracasó (y no es en Oporto, no). Saltó al campo con un solo delantero, con Forlán en el banco. Cierto que Forlán hoy no es el Forlán Midas de entonces, que todo lo que tocaba lo convertía en oro (hoy es más bien el Midas del que te cambia las 4 ruedas en un momento -por un par de ladrillos, eso sí-). Pero saltar con sólo un delantero y el Proyecto Jurado en punta sonaba a temeridad excesiva.

Salimos a verlas vernir y desde el principio se generó la curiosa sensación de que el empate a cero nos beneficiaba. Nosotros contemporizábamos y el Galata se movía apresuradamente (con ocasionales arrechuchos de perder tiempo). Jurado pronto cumplió con lo que se esperaba de él. Siendo el jugador en la posición clave (de enganche, sin responsabilidades defensivas ni tener que luchar directamente con los defensas) se esmeró en lograr la más perfecta de las intrascendencias. Dejó que el Kun se partiera la cara sólo con los malencarados defensas turcos. Y vaya si se la partió.En el tercer o cuarto balón largo para que se la jugara con 2/3 tipos que le sacaban una cabeza logra cierta ventaja en el forcejeo, el balón queda suelto, un defensa y el delantero van al suelo... Y el defensa turco levanta la pierna para atizarle al Kun en plena jeta. Decían los "amigos" del Plus que no veían voluntariedad... pues no sé, como no quisiera andar en vertical desde el suelo, no veo la utilidad de subir la rodilla en ese preciso momento. En mi humilde opinión, el tipo sabe perfectamente que hay que parar al otro, y lo hace como en ese momento puede.

Dos cosas me escandalizan especialmente en esa jugada. La primera, la cara del juez de línea, con una mirada al horizonte como si con él no fuera la cosa. No creo que no apreciara falta, me da la sensación que ni se fijó. ¿Para qué sirven tantos árbitros, si ninguno ve ni pita nada? los jueces de área deben ser los que menos asuntos tramitan del mundo(salvo quizá el resto de jueces de la justicia ordinaria española -disculpas anticipadas a los profesionales del ramo por el chiste malo-). La otra y más importante de cara al futuro, la actitud de los compañeros. Te lesionan a tu mejor jugador en una jugada cuanto menos dudosa y nadie es capaz de alzar un poco la voz. Se aceptan las pobres excusas del agresor ("no le di con el codo": claro cabrón, ya hemos visto que pa eso tienes la rodilla) y aquí no pasa nada. El respeto de los árbitros y de los rivales se consigue en parte no arrugándose en estas situaciones. Nos empeñamos en ir de madres, y así nos va.

Y precisamente este problema,el de la actitud, fue clave en la mejoría en la segunda parte. Había finalizado una primera parte bastante lamentable, sin nuestro mejor hombre y sin brotes verdes más allá de la lucha de ElKings (si ellos tienen a "ErKin" nosotros no vamos a ser menos) y las limitaciones del rival -que así y todo pudo irse con ventaja al descanso si Arda Turan no manda a las nubes un buen centre de Keita cuando estaba sólo ante Asenjo-. Pero en este caso se saltó al campo con cierta fuerza y actitud. En la primera parte se había demostrado que el árbitro italiano estaba por "dejar jugar" (Elano estaba particularmente juguetón, como la semana anterior, hasta que Perea le dio un par de avisos) así que los nuestros empezaron a ir al choque, a presionar y a meter intensidad. Fruto de la intensidad y de empezar a mover el juego, llegaron las ocasiones. Mano a mano de Reyes que achica bien Leo, balón al larguero del propio JAR tras un saque largo.

Y de pronto, el gol. Para que toque la quiniela se frota con la chepa de un jorobado, para que entre un balón contra la de Juradín es suficiente. Simao la cruza muy bien con su pierna buena (por más que en The Country digan que es la de palo, a mí solo me parece de palo cuando saca los corner). Estábamos en ventaja, y jugando mejor, a pesar de las bajas.En cosa de dos minutos nos bajaron los humos. Valera le da dos metros al atacante, para que no se anime a regatearle teniendo el centre a huevo. AL se deja comer la tostada y Asenjo se lo pensó dos veces. Primero fue a salir, pero le pareció un balón lejano y se volvió a esperarla a la sombra del larguero. Es verdad que era un balón con rosca, y que los laterales lo pusieron fácil, pero que le rematen en el área pequeña...

Rotos moralmente por el golpe, a pesar de que estábamos mucho mejor que unos minutos antes, y todavía estaba todo por decidir, entramos en una fase de caos en la cual Perea se marco su clásica Pereinha. Espera-protege-cae sobre el balón, perdiéndolo dentro del área para que un delantero se quede sólo ante el portero. No contento con ello, la toca con la mano de forma flagrante* al caer, a dos metros del juez de área. No se pita nada y Asenjo tapona de forma excelente el remate. Y esta jugada, que pudo ser nuestro canto del cisne, se conviertió en nuestra mejor arma. Los turcos (jugadores y público) se desquiciaron, hasta el punto de que el citado Erkin hizo dos entradas de amarilla a renglón seguido, para dejar a su equipo en inferioridad numérica y presa del histerismo. Quique en la banda se frotaba las manos (de hacer cambios, nada, a guardarlos para la prórroga y con coartada perfecta -¡qué rabia me da esta costumbre!-). Los turcos entre los nervios, la presión del público y la perspectiva de jugar hasta el minuto 120 con uno menos, empezaron a desesperarse. Y en esas Reyes se va al medio hasta que se abre un espacio para dejar a Forlán rematar la faena. Y eso sí sabe hacerlo, el figura. Después de 45 minutos desaparecido, prodigándose especialmente en el pase-patadón a nuestra propia defensa, estando cerca del área rival, resuelve perfecto y nos da el pase. El problema de jugar muy mal y resolver es que el día que no aciertas, se te critica con doble razón. Pero hoy no es ese día. Quique sacó a los juveniles para que se dieran el gusta de jugar en Europa y ¿perder tiempo? (en la práctica es bien poco lo que se gana: como se ve esta práctica me da especial rabia). Y pasamos. Merecidamente, además. pero que nadie olvide que la vistoria se empezó a fraguar cuando Perea a punto estuvo de mandarnos de vuelta a casa con las manos vacías.

* Cuando me explicaban el clase la noción de "delito flagrante", mi profesor se empeñaba en decir "delito fragante", y yo siempre me imaginaba a un delincuente pillado en pleno atraco a una perfumería.

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Derrota en Almería

He visto retazos del partido, la conexión hoy iba fatal, los canales ya de por sí pixelados, se entrecortaban de vez en cuando hasta que llegó un momento en el que dijo adiós definitivamente. Como me aburría cosa mala, di por finalizado mi intento de ver el partido. Intenté seguir el encuentro por la radio, pero con la dichosa final de la Copa del Rey ni en las cadenas nacionales ni tan siquiera en Onda Madrid (pese al vapuleo culé) daban un poco de bola al Atlético.

En fin, perdieron en el último momento ante un Almería bastante justito de calidad, para qué engañarnos. Dicen que Tiago jugó un auténtico partidazo moviendo al equipo a su antojo, emborronado por una amonestación absurda. Podríamos decir que esa sería su asignatura pendiente.

Demostraron también falta de gol, y no me extraña. Con el Kun fuera de escena (banquillo), Forlán debía ingeniárselas para luchar solo en punta contra todo y contra todos, pues Jurado por detrás sólo luce en partidos con el viento a favor o vueltas de eliminatorias requete-sentenciadas (Santander). Resumiendo, Forlán necesita un socio para sobrevivir, solo sufre muchísimo, tanto que parece un delantero vulgar… Reyes volvió a demostrar que puede tirar del carro, necesitando el apoyo de más compañeros.

En una falta botada por él, Forlán estuvo a punto de marcar de cabeza en el rechace si no fuese por la espectacular parada de Diego Alves.

Asenjo hizo un partido potable, sigue demostrando poca seguridad en las salidas (demasiado metido bajo palos) lo que repercute negativamente en la defensa, que se acula. Falló en el gol almeriense, pero bueno…

Me molestó el cambio Kun-Forlán con el partido empate a cero, daba la sensación de que valía el resultado. Tampoco me gustó que Salvio siga sin jugar media hora, ni que los demás fuesen “la pera”.

Poco más que contar por mi parte. Domínguez vio la quinta amarilla y Quique fue expulsado, ambos se perderán el encuentro del próximo domingo frente al Valencia (21:00, C+).

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Asenjo marca la diferencia

Suena duro, quizá demasiado, pero fijaos que las ganas de hacer una crónica se me han quitado mediada la segunda parte.

Tampoco el equipo hasta ese entonces había jugado uno de sus mejores partidos, ni mucho menos, de hecho era uno de esos encuentros en los que todo parece descoordinado y a pesar de eso, sirve para llevar la ventaja.

Nuestro mediocentro preferido, navarro para más señas, naufragaba miserablemente desde el comienzo demostrando su incapacidad total para comandar el juego de cualquier equipo. Cuando digo cualquiera es literal, hasta del Socuéllamos. Deberían empezar a contar la cantidad de pases que le da a Perea, la de veces que le compromete, la cantidad de pases intrascendentes con los que obsequia a la grada, la de veces que se esconde entre sus compañeros para evitar participar… entonces todo el mundo le diría a la cara la verdad. Eres un PAQUETE.

Sin embargo, el equipo funcionaba cuando se asociaban Reyes-Simao-Kun, con Assunçao atentísimo para barrer la jugada por detrás e incluso incorporarse al ataque. Las jugadas se sucedían de forma aislada hasta que en una falta lateral Reyes bate a Leo Franco por la escuadra. Primoroso gol.

A partir de ahí poco que contar por mi parte. De Gea se lesionó en la segunda mitad, salió Asenjo entre aplausos (corearon su nombre). Lo siguiente fue un fallo garrafal en una salida fácil que casi cuesta un gol. Para rematar la faena, a continuación sale en falso y Keita empalma al fondo de la red. Empate.

El palentino ofrece la misma seguridad que el Dioni llevando tu dinero al banco. La mismita. Con un tipo así defendiendo la meta, la situación toma tintes dramáticos, pues en cada jugada esperas una cantada monumental. Chaval, me da la sensación que has terminado de lapidar cualquier opción que tuvieras en este club, eres carne de traspaso.

Por completar, Domínguez vio una amarilla que le privará de jugar la vuelta en Turquía. Mal asunto ir a remontar la eliminatoria sin tu mejor central, ¿sin tu portero titular?, y con la sensación de haber perdido una ocasión única.

Ah, se me olvidaba. Debutó Salvio, bienvenido.

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Aterrizaje galáctico

El Trampas, sí, el pomposo equipo de los neo-galácticos, del lujo, la ostentación, ese mismo, aterrizó violentamente en Lyon. Vamos, que se dio un hostión de padre y muy señor mío.

El 1-0 de la ida deja en el congelador las aspiraciones merengonas en la Champions. Grandísimo partido de un Olympique sin las grandes estrellas del pasado (recordad las multimillonarias ventas cada verano), con un estupendo Lisandro y un brillante Delgado.

En ningún momento pasó por encima del OL, sólo llegado el final el bajón físico hizo mella en los franceses, que a pesar de todo supieron mantenerse firmes. Tras 300 millones de euros resulta triste decir que ni hay un patrón en el centro del campo, ni tampoco una idea de juego. Todo se juega al antiguo, “a ver qué sale”, y eso ante un equipo ordenado tácticamente con calidad y serio… es morir por necesidad.

Dirán que si fue que si vino, hablarán de Villaratos, de manos negras, de mala suerte, pero su imagen provoca la mayor de las carcajadas en el viejo continente. Ya les tienen calaos. Dan pena.

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Victoria balsámica frente al ‘PepTeam’

Un gran Atlético de Madrid vence al Barcelona con un partido muy inteligente, cuando tuvo que presionar no dejó al Barcelona trenzar en tres cuartos de campo, cuando hubo que esperar y correr al contragolpe fue el mejor, y cuando necesitó seriedad en su zaga, la tuvo.

Mañana destacaremos a unos u otros, no obstante todos merecen su minuto de gloria, pues jugaron muy ordenaditos y juntos. Desde un De Gea magnífico en su poco trabajo, bien Perea-Domínguez a pesar del fallo del colombiano en la marca a Ibrahimovic en aquel corner, inspirados Assunçao-Tiago en su labor de presionar y dar sentido al juego, brillante Reyes haciendo lo que debía en cada momento, apoyando a los medios, reteniendo el balón, colocando balones a la espalda de los centrales y en definitiva, siendo el nexo de unión entre mediocampo y la delantera. Simao estuvo mejor que de costumbre, aparte del gol jugó inteligentemente, no desbordó pero ofreció buen trabajo de interior. Para terminar Forlán marcó la que tuvo y Kun sembraba el pánico cuando controlaba cerca del área, sólo se equivocó en el mano a mano que regaló a Forlán. A todo esto, Quique tendrá algo de mérito… digo.

El partido comenzó accidentado para el Barça al lesionarse Keita a los pocos minutos. Pep varió su plan colocando a Pedrito de extremo izquierdo y retrasando la posición de Iniesta al centro. Ganaba pólvora pero perdía explosividad y toque en el centro del campo, ya que podía llegar a juntar 4 tipos (Xavi-Busquets-Keita-Iniesta) que tejiesen el fútbol blaugrana.

El Atléti, a lo suyo, dejó que en un primer momento el Barcelona dominase el partido, en una jugada se notó que flotaban a Messi evitando hacerle alguna falta peligrosa. A partir de cualquier robo de balón se buscaba rápido un balón vertical a la espalda de los centrales culés. Dicho así, el que no viese el partido puede pensar en un patadón clamoroso hacia el Kun, todo lo contrario. En esos minutos sobresalió la figura de Reyes por encima del resto… cada vez que cogía el balón era para crear peligro, ya fuera abriendo a la subida de Ujfalusi o, un pase a ras de césped perfecto para el desmarque de Forlán, que ganándole la espalda a Puyol se planta frente a VV y le bate suavecito.

La historia tomaba un rumbo inesperado para la “máquina” blaugrana poco acostumbrada a ir por debajo en el marcador. Mantuvo su toque, pero era distinto al de otras veces, un toque por el toque sin profundidad, perdiéndose al vislumbrar pocos agujeros que aprovechar en el rival. En una jugada calcada a la del primer gol, Reyes vuelve a meter un pase inteligente a la carrera de Agüero. El argentino, con todo el tiempo del mundo frente a VV decide esperar un segundo para meterle el pase a Forlán (venía en carrera desde la banda izquierda) y que la empuje. Error. Puyol también juega, es rápido, y acompañaba la jugada lo justo para meter la punta de la bota antes que lo hiciese el uruguayo.

A pesar del error, el Barça empezaba a palidecer. Veía que pequeñas escaramuzas rojiblancas eran suficiente (hoy) como para dejar en paños menores a su batallón. Ya te digo. Minutos después, Kun recibe una falta en la esquina izquierda del área, perfecta para Simao. Balón al palo del portero, que falla clamorosamente al dar dos pasos hacia el medio, en un intento de llegar a un presumible balón en la escuadra. Este gol dejaba el partido en franquía.

Sin apenas tiempo para una tregua, en un corner botado desde la izquierda Puyol entrando como un ñu prolonga hacia el segundo palo, allí Perea se había despistado dejando un metro a Ibra que, solo, empujó al fondo de las mallas. La locura se apoderaba del partido, daba la impresión de ver un Barcelona herido sin muchos argumentos pese a sus brillantes jugadores, y ahora el empate dejaba de ser una quimera.

Ibrahimovic en un balón escorado encontró a De Gea. El portero, sin complicarse, despejó a una banda con mucha seguridad. En otro corner, Puyol remató picado encontrando también al portero atlético. Brillante.

Con un dominio demoledor visitante se llegó al descanso. Bendito descanso, porque el acoso era real.

Ya en la segunda parte, el partido nunca fue el mismo que el de la primera. Vimos a un líder algo apagado, sin la chispa del primer tiempo. Tampoco fue el Atlético del comienzo, le sustituyó una versión obrera, buscando aguantar el resultado y salir a la contra.

Perea se lució sacándole un balón de gol a Ibra cuando éste se disponía a empujarlo. Fueron unos minutos de agobio por empuje que pasaron rápido. A partir de ahí el partido cogió emoción por la cercanía en el marcador, no por verdadero peligro blaugrana. Messi tuvo un lanzamiento lejando y poco más que recuerde.

El Atlético tuvo un par de ocasiones, la más gorda del Kun, que desbarató VV y de ahí al final se llegó tranquilamente. Raro para tratarse de un Atléti-Barça.

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A la final de Copa

La pregonada remontada invocando al espíritu de ‘Corocotta’ quedó en agua de borrajas al poco de comenzar el partido, puesto que el Atlético reventó toda ilusión al marcar. Un golpe en la “cocorota”.

Hubo un susto inicial en forma de autogol a la salida de un córner, el murciano Valera empeñado en cobrar protagonismo remató contra su portería en el primer palo sin ningún rival cerca. De cárcel. Intuíamos borrasca.

No obstante, el propio Valera 3 minutos después, rozaba una falta cruzada botada por Reyes, que se coló en la meta racinguista sin que el guardameta pudiese hacer nada. Eliminatoria sentenciada, cinco goles separaban a los locales de la final.

A partir de ahí vimos un partido insulso, con poco ritmo, chispazos de algún futbolista y, me atrevería a decir, que poca tensión. Esto último lo justifico por la ausencia de faltas, y algo de choque. Sólo Reyes parecía algo desquiciado con Munitis.

Si en ese instante Quique hubiese retirado al Kun y a Reyes nadie hubiese protestado. Quizá el Barça.

Así llegamos a la segunda parte, tras la reanudación una bonita combinación entre Kun-Jurado permitió que el segundo se plantase solo frente al portero para batirle con el exterior de la bota. 1-2, si había poco interés, ahora ni te cuento.

Sin embargo, el partido empezó a calentarse con un rival herido en su orgullo (qué menos). Malo para el Atléti ya que Reyes empezó a meterse en mil batallitas con todo el que fuera de blanco, llegando a ver la cartulina amarilla por entrar al trapo. Mientras, el Kun recibía algún recadito. Entre tanto se marchaba Tiago por RG en un claro ejemplo de reservar cara al partido del domingo.

Menos mal que Quique, ahora sí, vio peligrar a los dos futbolistas y decidió cambiarles. Primero entró Ibra por Agüero, más tarde sería Simao por Reyes. Ahora sí que el partido era totalmente prescindible.

Fruto de ese calentón santanderino, Cristian se autoexpulsó al propinar un codazo a Ibra tan flagrante que su cara de asombro merece otro partido, uno por violento y el otro por mentiroso.

Al quedar con 10, el Racing bajó los brazos, el Atléti tocó por todo el campo en una demostración de lo que debería ser el fútbol a practicar, con el paso de los partidos habría que pedirles un pelín de velocidad en la transición del pase, pero bien, bastante bien.

Ya en las postrimerías del encuentro De Gea cantó en un disparo raso sin mucho peligro, y justo después Perea puso la alfombra roja a Tchité para que marcase el gol de la victoria cántabra. Visto así, mejor que marque el africano a entrarle violentamente, ver la roja y evitar una derrota que tampoco ha de quitar el sueño. Este relato llega a su fin. El último capítulo tendrá lugar frente al Sevilla, los sevillanos llevarán sombrero… para quitárselo al recibir al campeón. ¡Vamos, Atléti!

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El Getafe pagó esta ronda

En esto del fútbol, el gol separa a los campeones de los aspirantes, el Getafe tendrá que seguir esperando su oportunidad en Copa del Rey pues en 180 minutos fue incapaz de materializar sus cuantiosas oportunidades.

Arrastrando el lastre de la ida (2-0), los azulones necesitaban dos goles para forzar una prórroga donde ahogar las ilusiones sevillistas a la par que sus sueños coperos pudiesen dispararse. No pudo ser, fundamentalmente por aquel partido, dominaron en Nervión durante dos terceras partes del partido de forma infructuosa. Luis Fabiano al final de la primera parte les dio una cornada y Mario, en propia puerta, terminó de joderles la tarde. Soldado se estrelló una y otra vez con Palop.

Hoy la función guardó ciertas similitudes. Agarrados a Pedro León, intentaron amargar la tarde a los hispalenses, el murciano dio una lección de cómo desbordar a su par una y otra vez (convendría poner el vídeo en algunos vestuarios), pero luego todo moría entre Palop, la zaga o, incluso, un poste.

Criticamos al Atlético por su desentendimiento con el balón a la hora de crear, el Sevilla demostró que con una plantilla superior a la rojiblanca en cuanto a efectivos aprovechables se puede ser más mezquino. Gran parte de culpa la tiene ese zaguero metido a entrenador de cuarta; cobarde, reservón, poeta de pareados, y encima orgulloso de serlo. Manda cojones, hablando mal. Este tipo concede unas ruedas de prensa delirantes, en las que si prestas atención puedes creer que habla del Milán de Sacchi. Valiente zopenco, el trabajo táctico del Sevilla dista de ser el de un equipo importante, se lo juega todo a sus dos hombres de banda y a que la enchufe el delantero que coloque en el once. ¿Les suena? Sí, pero a este tipo no le ponen a parir en prensa. Al menos en Madrid. El día que abandonen el fútbol toda esta caterva de entrenadores caguetas, el deporte lo agradecerá.

Lo dicho, el Getafe desarboló completamente al conjunto sevillano, que gracias a la “aparición de la Virgen” salió vivo del encuentro. Soldado marcó el gol que llenó de esperanza a la grada, pero falló lo indecible, y eso… se paga carísimo.

Gran Geta, con falta de gol (eso se compra), y rácano Sevilla. No obstante, estos jugarán la final, presumiblemente contra el Atlético de Madrid. Habrá que confirmarlo mañana, básicamente por respeto al rival, el Racing de Santander. Qué ruede ya el balón.

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Les da igual la Liga

Lo sé, suena crudo, quizá diréis que hasta excesivo, sin embargo da esa impresión. Por otra parte, mirando la trayectoria completa de la temporada, se puede calificar como bueno el empate en Santander. Me explico, el equipo ha viajado toda la temporada del puesto 11º para abajo, con partidos desquiciantes tanto en casa como fuera, ¿qué se podía esperar en casa de un “rival directo”? Un empate debe saberles a gloria.

Desde fuera (otras aficiones) dicen que los rojiblancos le ponemos cotas muy altas al equipo y así siempre se hace complicado cumplir. Puedo estar de acuerdo en algunos casos, como aquellas temporadas de Ferrando y cía en las que se pedía llegar a puestos europeos… donde no hay/había, no se puede sacar. En la campaña actual, reconociendo la falta de efectivos en algunos puestos (mal endémico) y el recambio en otros, es decir, una plantilla diseñada por “David el Gnomo”, bueno pues a pesar de eso ni por asomo este equipo debe luchar en los puestos de cola por eludir el descenso. De ahí que este empate me parezca una mierda pinchá en un palo.

Quique apostó por reservar al Kun no se sabe si por evitar una tarjeta que le privase del Atlético-Barcelona de la próxima jornada, si por cansancio (terminó fundido el jueves) o por otro motivo. Además, Reyes causaba baja por lesión. Su puesto lo ocupó Raúl García ¡en la banda!, Jurado ocupaba el enganche.

Mala pinta tenía esa alineación, no por la acumulación de centrocampistas, planteamiento loable si cuentas con tipos aptos para manejar el partido a tu antojo… caso contrario al rojiblanco. Reyes, el jueves, se retiró con 2-0 y un partido ya roto. Hasta llegar a ese punto, el utrerano fue clave, incrustándose a veces en el medio, asociándose con el Kun-Ujfalusi… en fin, lo que debe hacer un interior. Hoy perdíamos eso.

Por su parte, Tiago es un centrocampista cojonudo, pero necesita tipos que se muevan, que le pidan el balón en un desmarque o bien que vengan a pedirla. Si el ‘portu’ ve tipos que piden el balón al pie, sin moverse un ápice del sitio en el que están… entra en depresión.

Ése fue el problema del Atléti, murió (futbolísticamente, porque a pesar de los pesares pudo haber ganado) con un centro del campo que nunca guardó parecido al del jueves en la intensidad ni en el fútbol, con un RG negado para el fútbol, con un Jurado que sólo sabe jugar con el viento a favor y sin su referente, el Kun Agüero.

Después podemos hacer todas las lecturas que queráis, entre ellas podemos hablar de las ocasiones. Sin tener el balón, pueden crear ocasiones, no está prohibido. Quiero decir que pueden salir a la contra, obligar al rival a recular unos metros temiendo tus latigazos por velocidad, cualidad que tampoco tuvieron los once de la partida. Vamos, ni eso. Y queridos míos, sin fútbol ni ocasiones, eres un equipo condenado.

Del lado cántabro hubo ganas de gresca, muchas ganas de ganar a los rojiblancos y poca brillantez. Probablemente pensaban más en la “remontada” de Copa que en la Liga, como los rojiblancos. Les da igual la Liga.

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El día en que todo funcionó

El Atlético de Madrid venció 4-0 al Racing de Santander completando un partido notable en el que el fútbol de combinación apareció por el Calderón cuando ya nadie le esperaba. Enorme Kun, soberbio Tiago.

Las estadísticas ligueras hablan por sí solas, el Atlético de Madrid ha recibido hasta la fecha 4 goles en los cinco primeros minutos y 5 en los últimos cinco. La estadística se igualaría de sumar el gol encajado contra el Celta hace 14 días. Vamos, el equipo sale como un flan a los partidos, bien por falta de tensión, bien por nerviosismo.

Hoy no era día de pifias. El once titular -podría decirse que el de gala- desde el primer minuto salió a comerse al rival, todo fundamentado en minimizar los fallos atrás sin complicarse lo más mínimo, y circulación de balón apoyándose constantemente en Tiago-Assunçao, impecables todo el partido. A partir de ahí, el juego fluía a las bandas, volviendo al centro para rehacer la jugada o ganando línea de fondo ya fuera el interior o el lateral desdoblándole. Parecerá una gilipollez mayúscula para aquellos acostumbrados a ver fútbol en sus equipos, pero a mí me costó creérmelo durante minutos, ¡fútbol! ¡del Atléti!

A todo esto, el Racing quedó en el túnel de vestuarios, porque sólo achicaban agua en su campo. El chaval Canales intentó todo el choque meter balones interiores a las diagonales de los hombres de banda y al delantero boya (Xisco), para desgracia suya los zagueros rojiblancos decidieron firmar uno de los mejores partidos que se recuerdan. Únicamente recuerdo una jugada de Antonio López en la que corre sin ganas a cerrar a su par, que recula con el balón, mete un taconazo al desmarque de un compañero, mientras él se pasa la jugada con su parsimonia patética.

En un córner empezamos a saborear el gol, Assunçao o Perea peina en el primer palo y Tiago entrando solo por el centro del área estrella el balón en la madera. Susto gordo para los santanderinos. Poco después encontrarían premio.

De repente, en una jugada trenzada le llega el cuero al Kun, que internándose en el lateral del área centra pasado al segundo palo, donde un Simao libre de marca empalma de forma magistral al fondo de la red.

A renglón seguido, otra internada de Ujfalusi (se prodigó en ataque toda la primera parte) consigue meter un centro al corazón del área, allí el ‘10’ remata de cabeza flojito a las manos de Coltorti.

Ya en el minuto 40, Simao calca la internada del Kun del primer gol solo que éste mete el centro a medio metro del suelo, de tal forma que ni aciertan a despejar los racinguistas, ni Forlán remata hasta que Reyes, que pasaba por ahí, empala con violencia el segundo gol de la noche. La locura se desató en el campo, los jugadores hicieron piña, la grada saltaba de alegría… todo estaba saliendo a la perfección. En los minutos que he saltado el dominio era casi absoluto, con un equipo que actuaba como tal, justo lo contrario que tantas otras veces.

Y así se llegó al descanso. La segunda parte mantenía la incertidumbre de si todo sería pasajero, si recibían un gol con las complicaciones que conlleva o si terminarían por cerrar la eliminatoria. Fue lo último.

Nada más salir, Reyes, algo renqueante, fue objeto de una falta normalita que supuso su salida del césped aquejado de un esguince de rodilla (un mes de baja), las cosas empezaban a torcerse. Jurado ocupaba su lugar.

Tiago seguía impartiendo clases magistrales de cómo manejar el tempo del partido sin volverse majara en el intento, da pausa, distribuye, vuelve a ofrecerse, sombrerito por aquí, sombrerazo por allá, “dámela”, “toma que te la devuelvo mientras espero que tu marcador venga a presionarme a mí”… impresionante que no tuviese minutos en Turín. También que algunos dijesen que no es lo que necesita el Atleti. Hombres de poca fe.

Minuto 60. El Racing saca un córner como el que lanza un melón desde el tractor al mozo de abajo. Balón al Kun, contragolpe de 3 para 2, corre 40 metros antes de dársela a Jurado. Éste amaga y cambia de ritmo en la esquina del área, entre tanto Toni Moral (un centrocampista) le derriba torpemente fuera, Jurado aguanta la tarascada e intenta seguir, hasta que le agarran de una pierna… también fuera del área, solo que casi sobre la línea. El árbitro no iba a pitar penalti, pero en el último momento duda y se dirige a los 11 metros. Forlán no perdonó. El 3-0 era demasiada losa.

Para terminar de “joderla”, justo a continuación el Kun recibe en el piquito del área, se va de dos hombres hacia la portería y Torrejón le fulmina con un entradón descarado. Penalty como una casa, éste sí, aunque tuvo la cara dura de protestarlo. Forlán volvió a repetir. Con 4-0 Quique retiró a Paulo Assunçao (con amarilla) recibiendo una sonora ovación y a los 5 minutos al uruguayo haciéndole acreedor de otro aplauso.

El partido dio poco más de sí, una trifulca nada beneficiosa para los intereses locales y un visitante que nunca pareció tener la mirilla en la portería de “Van der Gea”, quizá por acierto local. La final parece al alcance de la mano.

Apunte: El año pasado el Atlético perdió 5-1 en El Sardinero. Ese resultado clasificaría igualmente para la final. No sé si alguna vez se remontó un 4-0 en Copa.

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Atlético-Málaga; dio pena

La verdad que yo no califico para hacer una crónica del partido porque a mediados de la segunda parte dejé de mirar la tele.

Lo que hemos visto hoy es más de lo mismo; la ausencia de un hombre de referencia en el centro del campo al que buscar para dar salida a la pelota lastra al equipo en cuanto el contrario se pone a hacer un mínimo de presión (no sé si alguna vez se llegará a valorar lo que se perdió cuando cierto jugador holandés tomó un avión camino al lado blue de Liverpool). Todo se torna patadones e intentos de resolver en tres toques. Como unos están reventados y otros están ausentes, lo de la rápida transición la mayoría de las veces no sale. Y menos aún cuando las opciones de pase son cada vez menos.

Recuerdo de los tiempos de Maniche que, cuando se salía tras una recuperación en defensa, el antedicho, aparte de conducir la pelota con un cierto criterio y velocidad al estilo de un auténtico box-to-box midfielder, palabro que hacía tiempo no empleaba, contaba con las famosas cuatro opciones para pasar: el Maximiliano "de antes", el Simao "de antes", el Forlán "de antes" y el Agüero de ahora pero sin la lengua fuera (los comentaristas de hoy, Kempes inclusive, tampoco lo llevaban al mundial).

A día de hoy, a la espera de que Tiago pueda dar algo más de sí (ya ofrece más que RG pero menos que su loco compatriota), nos seguimos encontrando con la obligación de tener que vivir en el 4-2-4. En cuanto a los "cuatros", desde aquellos tiempos hasta ahora hemos experimentado diversos cambios en la defensa, con algunas caras nuevas y renovadas cagadas; los delanteros siguen siendo casi los mismos (a ver si el recambio de Maxi por Salvio es a mejor) y la misma sigue siendo la ausencia de buen trato a la pelota por parte de gente que sepa y quiera iniciar la jugada, más otros que se puedan ofrecer para ir tejiendo el juego, de esos apenas hay noticias y, tanto es así, que ni tampoco alcanza para rumores, dado que ni llegamos a oír que se esté tentando a fulanito (salvo Mérida, al que yo añadiría Arteta con urgencia, viendo que el hombre ya camina sin bastón y eso) o cuidando a menganito, joven promesa del filial. Claro indicador de que el centro del campo atlético no tiene appeal para centrocampistas de pro.

El problema fundamental, a mi jugicio, reside precisamente en esas ausencias notables del centro del campo, sin nadie que ejerza de mariscal para pedirla desde el principio y ordenar el juego. A ese jugador habría que añadir otro par más de los que saben bajar a pedir, darse la vuelta, ver el hueco, tocarla con precisión, etc. Bueno, ya por pedir, incluso nos vendría bien alguno que se sepa desmarcar, quitarse un par de centrales de encima y armar la pierna rápido.

Tanto es así que el equipo ha agradecido que Reyes partiera desde más atrás y se metiera en temas de conducción para que diera la impresión de que jugábamos con un 4-3-3, pese a que lo suyo no sea aquello de templar, mirar y pasar, sino más bien lo de "deprisa, deprisa".

Hasta que todo eso no cambie seguiremos igual.

Del partido de hoy, en concreto, creo que es excesivo echarle los perros a Perea por ese despeje al centro del área, ya que ha sido por culpa de la inoperancia total del mediocampo rojiblanco durante todo el partido y su incapacidad para tener la pelota que los delanteros malacitanos han podido llegar tan sueltos. Destacable ha sido la contribución de De Gea, que le sigue enseñando la espalda a Asenjo a cada partido que pasa (en los goles estaba fusilado y esa salida y esa mano son clase VdS) y me quiero quedar también con el bullicio de Ibrahima, necesario y conveniente pero que precisa de complemento por un segunda punta como Agüero y los centrocampistas como los que tiene Arsenal (y que en otros tiempos jugaban en el Calderón; consultar con Jesús Landáburu, Enrique Setién, Roberto Marina y Enrique Ramos). Por ello para mí el cambio era de Agüero por Forlán y no por Ibra.

¿Qué más cosas? Pues que se está más cerca de constatar que Camacho no vale para esto (que lo empiecen a probar como central, a ver si suena la flauta), que Jurado tampoco, aunque en su caso esa habilidad debería saber ser aprovechada en otro tipo de plantilla y esquema (consultar con un psicólogo afincado en Palma, pls), que Simao hará bien en regresar al periférico barrio lisboeta y que, en el lado positivo, Domínguez sigue firme como el indio Hincapie, llegando incluso a atreverse con algún balón largo que aterrizó suficientemente cerca de un objetivo desmarcado como para calificarlo de pase, y que Ujfalusi tiene capacidades para, en un ataque de decencia, sacar la pelota y subirla por su carril cuando el resto del equipo looks like trapped in a mire.

De Forlán no voy a decir nada porque ya lo dijo él todo en el campo.

Mi veredicto final: EL ATLETI ESTÁ COMO HAITÍ, COMPLETAMENTE ARRUINADO Y LLENO DE LADRONES Y AMPUTADOS.

Ya veremos si alguna vez se llega a poder entonar el himno de la DDR (Auferstanden aus Ruinen Und der Zukunft zugewandt...; es decir, algo así como "levantados desde las ruinas y mirando al futuro)