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Un paso importante

El Atlético de Madrid se jugaba ayer buena parte de las opciones ligueras, pese a llegar como líder y depender de sí mismo fuese cual fuese el resultado final, dicho así no parecía tan clave el partido, pero era uno de esos envites que si logras pasar con nota te da la moral necesaria como para seguir. He de decir que el Athletic de este año me gusta mucho, he tenido el placer de verles jugar unos cuantos partidos y me gusta el estilo que Valverde ha imprimido en el histórico conjunto vasco, un tipo interesante el Txingurri. Dicho esto, a priori veía en este partido menos complicación que frente al Levante, se nos dan mejor los equipos que van de frente, juegan y dejan jugar, en cambio los equipos rocosos que meten 10 tipos (a veces 11) en su propio campo intentando preservar un empate a cero se nos suelen complicar, hace falta tener la inspiración suficiente como para lograr abrir la lata con la estrategia o con una jugada de precisión milimétrica.

El partido de ayer fue precioso, fútbol de antes, dos equipos buscando la victoria con sus armas. El Atleti encajó pronto, un balón directo desde la zaga vizcaína lo peina Aduriz (falla Godín) en la frontal del área, lo suficiente como para que Muniaín corra al espacio, le gane la partida a Filipe y a un Courtois que se precipitó en la salida, propiciando que el toque sutil de Iker sirviese para batir por alto al meta. El 1-0 fue un jarro de agua fría en la hinchada colchonera, los jugadores afortunadamente no entienden de contratiempos. Costa menos. El delantero se ha propuesto ganar algo este año, y no va a cejar en su empeño hasta que lo consiga. Desde el primer momento se dedicó a retar a los centrales vascos en jugadas en las que recibía de espaldas, se giraba y enfilaba hacia la portería de Iraizoz como la seguridad del depredador que persigue a su presa.

La primera de las ocasiones le salió mal, cruzó e Iraizoz logró desviar lo justo. En la segunda le salió desviado, demasiados contratiempos pensó Diego... en la tercera no perdonó, el Athletic pierde un balón en una zona comprometida y, este Atleti es especialista en castigar fallos, Koke mete el balón a la carrera de Costa que, mano a mano, acierta a cruzarla salvando al portero. Empate merecido.

Y el partido que seguía creciendo en emoción e intensidad, a ello ayudaba un Godín que estaba con la empanada en la cabeza. Pero antes de todo esto llegó una jugada de esas que además de bonitas son efectivas, bicicleta de Costa, amague hacia dentro y taconazo para un Filipe que doblaba a su espalda sin hacer ruido, llega hasta línea de fondo dentro del área y la mete al segundo palo, allí esperaba un Raúl García que se disfrazó de defensa al despejar más que rematar un balón que era un caramelo. La respuesta no se hizo esperar, en una jugada similar a la del gol local se plantó esta vez Susaeta entre Courtois y el defensa atlético, en este caso el remate de cabeza no logró ver portería de milagro.

Antes de finalizar la primera mitad Gabi vio una amarilla por cortar con la mano (codo) un pase, cuando el codo lo tenía totalmente pegado al cuerpo. Qué fácil es amonestar al Atlético, pero quizá le venga bien al capi descansar con el maratón de partidos que nos esperan. Aun así, mal Teixeira.

En la segunda parte comenzó igual que se había quedado, sin tiempo para respirar, a los veintantos segundos Diego Costa probó fortuna con un disparo cruzado que bien podría haber acabado dentro. En la siguiente acción directamente le derriban cometiendo un penalty claro de Laporte que se traga el trencilla, no iba a haber regalos. El Athletic seguía a lo suyo, creando peligro en cada llegada.

Y llegó el gol. Jugada que se atranca en el balcón del área, Koke recoge el balón, abre a la llegada de Filipe por la banda, éste apura línea de fondo, centra y allí encuentra la cabeza de un Koke que había entrado hasta la cocina. Gol que significa más que los tres puntos, subidón de autoestima para la parroquia colchonera.

El Athletic no se rendía, seguía a lo suyo, reclamaron un penalty a Aduriz que no era, Susaeta remató a bocajarro a un Courtois que se redimió metiendo una mano prodigiosa.  Cuando estaba el partido no apto para corazones débiles, Costa se inventó una jugada maestra, se deshace de los marcadores y se marchaba hacia Iraizoz... Laporte le zancadillea ganándose la roja, pero Cebolla había recogido el balón quedándose en ventaja al mano a mano. Otro fallo de Teixeira grave.


Con la roja a Laporte todo acabó. El Atlético ganó un partido clave en las aspiraciones ligueras, mantiene la distancia con sus competidores y les demuestra que no será tan sencillo derrotarle, ni en el sitio en el que todos contaban que pincharía. El próximo en llegar será el Barcelona en Champions, un duelo que puede ser clave psicológicamente en la pelea liguera. 

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Al ralentí

Victoria pobre en el Villamarín ante uno de los peores, el peor según la clasificación aunque ésta a veces engaña, equipos de la liga. Y digo pobre porque el Atleti del Cholo Simeone especuló con el marcador durante buena parte del encuentro y a punto estuvo de salir escaldado. A un equipo que a estas horas está líder y que, se presupone, lucha por obtener el cetro liguero se le debe exigir más ambición como visitante ante equipos de la zona baja, quizá Simeone pensó que el Betis venía abrasado físicamente el partido del jueves en Europa League en el que se vaciaron durante 120', esperando que pagaran el esfuerzo en la segunda mitad... pero ya digo, no me vale. Porque el Atleti tiene armas para ganar en el Villamarín a base de imprimir ritmo y calidad al partido, a este Betis en cuanto le juegues a encerrar en el área pequeña va a encajar solo porque los centrales carecen de nivel competitivo como para jugar en Primera división.

Pese a todo, el Atlético pudo haberse marchado al descanso con un gol de ventaja si el árbitro hubiese dado validez a un tanto que Diego Costa anota en posición legal, pero también sabemos que los de "negro" (o amarillo) no nos van a dar ni la hora en cuanto tengan oportunidad, se necesita marcar goles perfectamente claros que no den lugar a que interprete orsay, falta o qué sé yo qué. El Betis sabía a lo que venía y se encerraba con cinco atrás, hasta que por lesión de Amaya tuvo que rectificar y dejarlo en una línea de cuatro con Ndiaye incrustado en según qué jugadas como tercer central, porque no tienen más, la falta de calidad  de este Betis con respecto al del año pasado es brutal. En el Atleti nada funcionaba, ni Koke, ni Arda (con una jugada marca de la casa, eso sí), ni Diego Costa eran capaces de desequilibrar el choque.

Ya en la segunda mitad el partido parecía que iba a tomar otro color si hacemos caso al primer minuto de juego, con unos colchoneros que salían enchufados... hasta que llegó el minuto dos y todo quedó en un bonito comienzo sin continuidad, hasta el punto que los sevillanos pudieron dar el campanazo si el balón en vez de estrellarse en el poste de Courtois (ya estaba batido) hubiese ido un pelín hacia la derecha. Mejoraban unos locales que en ese momento creían que podían hacer daño, hasta que el delantero Braian Rodríguez se cargó esa mejoría de un plumazo con una expulsión tan justa como infantil. Se quejan los béticos pero un jugador que tiene tarjeta amarilla no puede llegar y robar un balón con la mano tan descaradamente delante del árbitro, ¿se puede perdonar por ser segunda? Depende el criterio de cada uno, pero con el reglamento en la mano es amarilla y expulsión, no existe lugar a la reclamación.

Este hecho dejó tocado a sus compañeros y rápido lo vio el Cholo que decidió llamar a Diego para que saliese. No le dio a tiempo a despojarse de la sudadera cuando Gabi engancha un balón a 25 metros de la portería y decide probar suerte disparando colocado abajo junto al poste de Adán. Gol inapelable, imposible de anular bajo ningún pretexto arbitral. La victoria caía de nuestro lado sabiendo el estado del rival, pero todavía había que matar el partido.

Casi lo consigue Diego Costa cuando al recibir un balón en el área pequeña, en vez de rematar, cede a RG que aunque venía de cara la pega mordida arriba. Fue lo último del navarro antes de irse en lugar de Diego. Seguía Costa incordiando a la defensa y probando suerte hasta que llegó su gol (segundo si contamos el anulado), un balón que llega al área tras combinación, habilita Koke de cabeza al espacio y allí remacha el delantero haciendo el segundo, cerrando el partido. En menos de 10' habían fulminado a un equipo que se había quedado con uno menos y recibido dos goles, mucho castigo como para que se levante un colista desahuciado a falta de confirmación matemática.


La tocó y tocó el Atlético, que dio descanso a Turan y Koke por Villa y Sosa, con un Betis que se dedicó a perseguir sombras incapaz de reaccionar, mientras los rojiblancos daban por bueno el resultado. No se movió el marcador, los de Simeone suman 70 puntos y pueden ver el partido de esta noche con la tranquilidad de saber que pase lo que pase, será un buen resultado para ellos. Recordemos también que la temporada pasada estábamos a estas alturas con 61 puntos, a 14 del que por aquel momento era líder, y que terminamos la temporada con 76, también es cierto que dejándonos llevar en las últimas jornadas preparando la final de Copa. Próximo partido, Granada. 

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Seguir en la pelea

La mejor noticia que nos dejó el partido frente al Español fue que el Atlético de Madrid supo salir victorioso en un partido que no era nada sencillo, sobre el papel los periquitos son inferiores y perderían en la mayoría de las ocasiones que se enfrentasen, pero como en la ida (derrota injusta) iban a exprimir todas sus oportunidades al máximo. Y es que el entrenador que se sienta en su caseta, me van a permitir que no diga "les entrena", es un viejo conocido al que tuvimos la desgracia de sufrir durante tres temporadas en las que una parte importante de la afición aplaudía que nos llevase a jugar la Champions después de 10 años, un logro importantísimo así como la consecución de la "copa Intertonto" que jugaban el carrito del pescao futbolístico, un equipo que en aquel momento contaba con más presupuesto que el de ahora y con tipos como Forlán y Agüero, ¿se imaginan qué hubiese conseguido Simeone con aquello? Es cuestión de entrenar algo más que anular al contrario a base de patadas, despreciar el balón y dedicarte a especular durante 60' para buscar ganar en los últimos 30, en entrenar algo más que la técnica del futvoley y no repetir hasta la saciedad que son 90 minutos, 22 jugadores y que cada uno tiene el balón 4 minutos, porque lejos de parecer un erudito lo que pareces es un gilipollas integral que sabe dividir muy bien pero que de fútbol sabe lo mismo que de baseball, más bien poco.

Ese es el Español, como lo fue Osasuna, Atlético o Zaragoza, equipos a los que es difícil ganar dependiendo el día, que no bajarán de categoría ni de casualidad y que, consiguen muchos puntos a base de especular. Los catalanes se pasaron el partido rascando, en especial ese nº4 que se dedicó desde el minuto 1 a soltar a diestro y siniestro sin ver una puñetera cartulina hasta el minuto 82, en el que el árbitro decidió que ya había pegado lo suficiente como para amonestarle. Un disparate. Probablemente por todo esto el Atlético no era el de otras citas, quizá influyese la falta de Koke o Diego, pero no trenzaba fútbol con fluidez, lo que no impedía que llevase peligro a la portería de un Casilla que, dicho de paso, es un buen portero (no sé si para un grande, eso sí).

Villa reaparecía en el once tras descansar en Champions, la gente quería ver si volvía a marcar como en Vigo y alejaba fantasmas que le acercan más a ligas menores con sueldazo que a seguir en la élite europea. No era el mejor día para el test. Arda se hacía con los mandos, junto con un Tiago al que hemos echado de menos mientras jugaba Mario, al contrario que pasó cuando el canterano se perdió 3 meses de competición y Costa era el peligro rojiblanco. Pudo llegar el gol cuando Costa se internaba en el área para batir a Casilla, pero Fuentes llegó como una locomotora a chocar y evitar que disparase... penalty de libro, todo el mundo lo vio, todos reconocen que lo fue y sin embargo, Pérez Montero, en un claro caso de miopía no supo o no quiso verlo. Si tienen que apostar dinero, hagánlo por lo segundo, ¿conspiración? ¿manía persecutoria? ¿conjunción de casualidades desde el día del Sevilla en nuestras áreas?

Es imposible saber si metería el penalty, pero también es difícil remar a contracorriente con unos árbitros incapaces de pitar una pena máxima a favor y no dudar tanto en las que son en contra, algunas de ellas inexistentes. Para muestra Almería o Sevilla. El caso que nos fuimos a vestuarios sabiendo que habría que dar más de sí en la segunda parte si se quería ganar el partido.

En la segunda mitad pronto, para sus costumbres, movió el banquillo el Cholo que sacó a Koke a jugar por un Sosa discreto en el juego. No fue este cambio el revulsivo deseado, pero sí se encontró a continuación el tanto que a la postre nos daría la victoria. Villa recibe el balón en tres cuartos de campo y mete un balón a la carrera de Costa, que gana a su marcador la posición y bate en el mano a mano a Casilla, que no pudo hacer mucho más.

Aguirre comprendió que no podía especular más tiempo con el marcador y se lanzó a por la victoria con el cambio de Córdoba por Simao, velocidad por calidad, porque el colombiano es el tipo punta que no tiene gol ni clase, simplemente se dedica a correr como un pollo sin cabeza y disparar por disparar esperando que, una de cada diez, vayan a portería. No obstante, ese tipo de jugadores contagian al resto y se convierten en un dolor de muelas como así pasó, o en un dolor de cabeza, sino pregunten a Courtois el dolor que le dio la rodilla de un Córdoba que se estrelló contra el portero cuando la jugaba había muerto ahí, para mí incluso amarilla al delantero por no saltar... pero tampoco pasó así. El Atleti estaba muerto físicamente, pagando el partido frente al Milán y rezando para poder dejar la portería a cero incluso con un portero mermado (algo grogui) que se volvía a llevar un pelotazo en la cara poco después.


Por fortuna terminó 1-0 y el Atleti se acuesta una semana más a un partido de liderar la tabla, con un Madrid-Barcelona en el horizonte del que, si logra pescar en el Benito Villamarín ante un equipo que se va a desgastar el jueves en el euroderby sevillano y que está prácticamente desahuciado en la liga, sacará réditos de sus rivales pase lo que pase. Si ganan los blancos conseguiría distanciar a los culés a cuatro puntos, si empatan se colocaría a un punto del liderato y tres por encima de culés, por último si ganan los visitantes se pondría líder. Todo esto a falta de 9 jornadas, pero antes hay que ganar en Sevilla. 

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Doctorado en Champions


Hace no mucho tiempo, los aficionados atléticos veíamos cómo muchos equipos sin una gran plantilla se metían en cuartos de Champions con cierta holgura, algunos incluso llegaban a semifinales o la final (¿recuerdan a aquel Mónaco?), uno miraba esas situaciones con cierta esperanza de que algún día el Atlético de Madrid, equipo comandado desde la presidencia hasta la dirección técnica por hombres poco capaces, estuviese entre esos elegidos, aunque fuese sin merecerlo. Hoy podemos decir bien alto que el Atlético de Madrid, entrenado esta vez por un verdadero líder, se ha metido entre los 8 mejores de la competición con todas las de la ley, avasallando y mereciendo un respeto que no termina de ganar para una prensa que no sería capaz de distinguir un elefante en una convención de pulgas. 


El Atlético llegaba de Milán con la ventaja de haber anotado fuera, pero era algo engañoso ya que un tanto italiano dejaba la eliminatoria en tablas, con el peligro que verte en el borde del abismo. Por suerte llegó muy pronto el tanto de Diego Costa, un balón que intenta sacar Essien por banda izquierda, Gabi roba hábil, cede a Koke al borde del área y éste mete un balón a la espalda de la defensa para que Costa, en escorzo, desvíe lo justo para batir a Abbiati. Júbilo en las gradas que se veían en cuartos. Pero no estaba todo conseguido. 

Es cierto que el Atleti dominaba, que parecía cercano el tanto del Atleti, pero a la media hora de partido, con un arbitraje algo anti-casero, el Milan se iba haciendo con la posesión hasta que en una jugada desafortunada, una apertura a banda de Taarabt a Poli, un centro pasado del italiano y allí aparece Kaká para rematar solo de marca, para colmo de males desvía Juanfran lo justo para que Courtois no detenga el balón. El termómetro de la grada se enfrió de repente, el equipo notó enseguida que la cosa no iba a ser coser y cantar, que un pequeño desliz podría acabar con nuestros sueños. 

Pero los equipos grandes cuentan con golpes de suerte cuando peor lo están pasando, y el Atleti a día de hoy es enorme, por eso Arda volvió a meter un gol clave en Europa (¿se acuerdan de Oporto?) de la forma más dolorosa para un rival, disparo desde la frontal que desvía Rami y deja a su portero clavado. Gol que cayó como una losa para los de Seedorf.  Y pudo ser peor para ellos si RG hubiese acertado a marcar una chilena de antología, ¡RG selección!

Ya en la segunda parte seguimos a nuestro ritmo, Costa estaba on fire, con ganas de redondear una noche mágica, como Gabi, que no acertó en una contra en la que Diego Costa actúa como imán para rivales. Sin embargo fue RG el que acertó, cabezazo imperial del navarro que se eleva sobre el resto haciéndoles parecer pequeños, 3-1 y final de la historia. Ni tan siquiera el disparo de Robinho al larguero nada más encajar el tercero sirvió para amedrentar a los rojiblancos. 

Diego Costa marcó el cuarto, segundo en su cuenta, casi al final del partido, cuando ya no estaban ni Koke ni Arda ni RG, pero Costa fue demasiado para un Milán que tardará tiempo en olvidar el nombre del delantero que, tras el partido, ya estaba pensando en el Español en vez de en el próximo rival Champions. Filosofía grabada a fuego, partido a partido. Así seguiremos.

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En la brecha

A estas horas del domingo ha terminado la vigésimo séptima jornada de liga, al menos en lo que a "nuestra liga" respecta, dirán algunos y no sin razón que la nuestra es la de los restantes 18, pero ya que nos hemos proclamado campeones oficiosos de aquella, vamos a ver qué guerra podemos llegar a dar en la de los dos restantes... y de momento la estamos dando, les cuesta eliminarnos de la pelea. El Madrid ha ganado, como era de esperar, pero lo que no esperábamos nadie era la derrota del Barcelona en Valladolid, frente a un equipo que venía haciendo poco en las últimas jornadas y que se postula como uno de los favoritos para descender de categoría, pero aun así un triste Barcelona perdió, alimentando las opciones atléticas a un título que pese a todo, veo negro (por no decir blanco).

Porque el Atlético viajaba a Vigo con las bajas de Costa, Arda y Godín, polémicas todas ellas ya que venían por diferentes lances que el inefable trencilla del derby provocó, véase el clamoroso penalty que se traga adrede y que conlleva la protesta de Arda, el fingimiento (teatro del malo, ni tan siquiera bueno) de Pepe que le cuesta a Godín la sanción o la enésima cabalgada de Costa que, si bien es cierto que se deja caer, le iban haciendo falta toda la carrera... pero bueno, era el día de probar el fondo de armario que tiene el Atleti, ver si los recambios podían llegar a dar la talla el día que se les necesite. Cumplieron.

Villa era el que estaba más a examen, por así decirlo. Costa pesa mucho en este equipo, es el brazo ejecutor y el que agita a los rivales, el asturiano ha pasado poco a poco de gran esperanza en el verano a un peso muerto en algunos partidos, hasta el punto de que Raúl García haya ganado la batalla de la titularidad a base de goles, muchos goles. Pero ayer el Guaje marcó dos, cierto que en el primero la gran ayuda de la defensa fue determinante, sin embargo el delantero estuvo allí, primero para ganar anticiparse y después para meterla.

Alderweireld dejó muestras de que es un gran central, trata de no complicarse y su golpeo de balón es bastante bueno, por la calderilla y Demichelis que costó hablamos de un gran fichaje. A Diego ya le conocemos, ayer solucionó algo su tendencia a retener en exceso la transición del ataque, este equipo está diseñado para jugar con velocidad, que el balón fluya sin demasiados preámbulos hasta los atacantes, algo que en la primera etapa del brasileño no era tan así. Ahora llega con la vitola de gran fichaje, pero sabiendo que Koke y Arda están por delante en la línea de trecuartistas.

El equipo jugó a medio gas, notando las ausencias, en la primera parte se vio un partido que terminó como empezó, con dos equipos que no eran capaces de crear peligro más allá de disparos desde fuera del área, algún chispazo de calidad (Diego-Koke) y poco más. Pero en la segunda parte llegó la puntilla atlética en dos jugadas seguidas, la primera el error ya comentado y en la segunda un pase horizontal de Sosa hacia el área grande y disparo de Villa que se cuela a la derecha de Yoel. Dos mazazos seguidos como para que un equipo al que le cuesta tanto como el Celta pudiese reaccionar.

Tras esta jornada van quedando menos partidos y el Atleti sigue enganchado al tren del liderato sin perderlo de vista, aunque la prensa monocolor se dedique a entregar el campeonato al equipo color lavadora porque el Barcelona se haya marchado a dos partidos de distancia, ignorando y humillando al que hoy día va segundo, a justo un partido del flamante líder, pero quizá ellos cuenten con información privilegiada y, precisamente por eso, ni tan siquiera cuenten con los de rayas rojas y blancas, los del oso y el madroño en el escudo, los que son tachados de violentos sin ningún rubor por parte de esos que se hacen llamar periodistas solo por el hecho de haberse paseado por una facultad a calentar la silla de la cafetería cuando ayer (y van...) cometieron menos faltas que su rival... esos, seguirán peleando por cada partido como si fuese el último, esperando que los que no fallan nunca (con ayudita si es necesario) terminen fallando.


Pero ahora toca Milán, el partido que marcará el éxito en la Champions, antes de comenzar la temporada lo mínimo exigible era llegar a octavos, pasar a cuartos ya significa un notable meritorio (colarse entre los ocho mejores de Europa no merece menos). Habrá que apretar el martes, no nos regalarán nada, nunca lo han hecho. 

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La crónica de un robo anunciado

Acaba de finalizar el derby sin sorpresa, se sabía e intuía que el madridismo iba a aguantar su liderato conseguido a base de goles y polémica, y no defraudó a la parroquia. El Madrid es un equipo que necesita desde siempre muy poco para meter goles, porque los goles se compran con dinero y 500 millones dan para mucho, de tal forma que sin tiempo de que la afición se acomodase en sus asientos desde el pitido inicial marcó el primero de la tarde. Un corner que repele la defensa, el balón regresa a la banda, presión tímida al centrador... y rosca con dirección portería que termina cayendo a los pies de un Benzema que remata libre de marca. Fallo de atención que cuesta caro.

En esos momentos el partido parecía que acabaría como los recientes de Copa, con victoria clara para el equipo color lavadora. No fue así. El Atleti se fue recomponiendo, buscando la portería de Diego López mediante la conexión Arda-Koke, muy activos en la primera parte, fruto de ese mejor juego llegó el penalty no pitado a Costa, balón al hueco en el lateral del área, espalda que le gana a Ramos y éste zancadillea al delantero cometiendo una falta tan tonta como clara, pero qué fácil es no pitar penalty al Madrid, al contrario de como dicen los siempre odiosos comentaristas del Plus, para colmo amarilla a Turan por protestar algo evidente.

Costa estaba dispuesto a seguir intentando percutir en la defensa blanca, pese a que no estaba en una tarde acertada en el disparo, ya que poco más tarde recibió en el área y la remató mordida. El Atleti se estaba cada vez animando más hasta conseguir la igualada, jugada de Turan que caracoleando se consigue meter en el balcón del área, pisa el balón y filtra un pase a Koke que esperaba en el área libre, controla y la revienta al palo largo sin que López pueda desviarla. El Atleti crecía en el partido.

Y llegó otra jugada polémica con justicia mal entendida, Pepe finge una agresión de Godín antes de botar un corner, el trencilla que estaba detrás de la jugada le muestra amarilla a los dos y se queda tan tranquilo, el balón se pone en juego y cuando el uruguayo va a rematar de cabeza solo, Pepe le arrolla llegando desde atrás. Otro penalty que si se hubiese producido en área contraria y con Cristiano-Godín de protagonistas, probablemente el desenlace hubiese variado notablemente. Ya iban dos penalties birlados y la vikingada tan ufana.

Diego Costa pudo marcar otra vez en un mano a mano muy escorado con López que logra tapar con el cuerpo la internada del punta, lo que no pudo hacer es evitar el golazo de la tarde, desde 30 metros la engancha Gabi con una parábola que evita la cabeza de Ramos y a otros dos futbolistas. Golazo justo al borde del descanso que ponía un mínimo de justicia en un marcador corto para los méritos.

Tras el descanso el equipo siguió en una buena línea, complicándose lo justo atrás y creando peligro en las botas de Costa, una tortura a la contra para los centrales y el "cono", siempre preocupado en desquiciar al rival más que en hacer jugar a su equipo. El Madrid generaba peligro e inquietud desde fuera del área, cada vez que llegaban parecía que podían sorprender con un disparo lejano, tiradores tenían para ello, y las faltas al borde del área no ayudaban tampoco.

Sobre la hora de partido el Atleti se fue apagando físicamente, o al menos cedía al empuje blanco, que buscaba cambiar el signo del partido cambiando sus dos laterales. Por cierto, Burgos había visto la roja directa tras perder los nervios en una jugada en la que Costa ve la amarilla tras tirarse en pugna con, precisamente, el cono. No voy a defender que lo de Burgos fuese correcto, pero comprendo que con las pulsaciones a 200 y tras saber que te han robado en la primera parte dos penalties pueda estallar contra el árbitro, máxime cuando encima se planta así de chulo delante del banquillo...

Empecé a pensar que nos iba a costar caro el lance, que se lo cobraría (más aun) el tontaina del silbato en mano, pero no hizo falta porque para eso ya tenemos al bueno de Mario que cometiendo errores de bulto es un fenómeno, balón que pierde entrega tras un despeje defectuoso, Carvajal pone el balón al punto de penalty, despeje atlético y Cristiano la engancha allí para adentro. Empate, injusto, pero empate. Además, se veía venir cuando el equipo se había metido atrás desde hacía unos minutos.

En los últimos minutos pudo ser peor, tuvimos que defender el punto con uñas y dientes, tan solo hubo una oportunidad para ganar el partido en una galopada de Costa que obliga a Carvajal a ceder a su portero, aparece RG para cruzarse en el camino y poner el balón a Costa que, la estrella en un defensa evitando que acabase bien la jugada. Pitido final y dos puntos que volaron de un Calderón que se volcó con su equipo, éste respondió durante una hora larga pudiendo anotar 3-4 goles y que vio como se escapan los puntos en la recta final, algo esperado si tenemos en cuenta cómo va la temporada y cómo quieren los que pagan por la competición que acabe, ya lo comprobaron en otros campos, por ejemplo en el Martínez Valero. Luego hablarán de rachas de años sin ganar en casa y del sexo de los ángeles, pero la verdadera racha es la de arbitrajes, y sino también se puede preguntar a veteranos como Perea qué opina al respecto.


Nosotros tenemos que ir a Balaídos pensando en ganar y no esperar nada del resto de campos, centrarnos en conseguir el mayor número de puntos que nos permita el comité y rezar porque al menos no haya lesionado para la Champions.