Empanada

El Atlético de Madrid dio un paso atrás en sus aspiraciones ligueras en un campo siempre complicado como lo es Mestalla, con un público ciertamente quejoso y ruidoso, y con un equipo que pese a los últimos tiempos turbulentos tienen plantilla de sobra como para terminar en puesto Champions, y eso es así porque sólo están centrados en la Liga y en una Copa del Rey de la que todavía no se tienen señales ni se tendrán hasta el mes de diciembre. Aun así, llegábamos empatados en la clasificación y a un pasito del Barcelona, el líder de la competición, entre los aspectos negativos encontrábamos la intensa semana de competición con Sevilla y Juventus como etapas antes de este peligroso partido.

El partido se preveía complicado y se complicó aún más con una empanada defensiva que no es habitual, pero que deja signos preocupantes, el partido del Celta, el de Olympiacos... errores que antes no se cometían con esta asiduidad. El "señalado" en esta ocasión fue Miranda, el brasileño a los 6' cabeceó a la red un centro lateral que no tenía excesivo peligro ya que Moyá iba a atrapar el balón. El gol espoleó a los valencianistas que tan sólo un minuto después consiguieron el segundo, otra vez Miranda se despista y permite que André Gomes se interne en el área y bata de disparo cruzado a Moyá, que estaba un poco vendido pero que también dio la sensación de que pudo hacer más ya que la pelota entra entre su cuerpo y el palo corto.

Apenas había dado tiempo de asimilar que habíamos encajado el primer gol y ya eran dos, el equipo estaba completamente grogui. No existen los tiempos muertos en el fútbol, de existir es evidente que Simeone hubiese gastado uno en ese momento, parar el partido y hacer de psicólogo con los suyos. Pero ahí no acaba la cosa, el tercero estaba rondando la portería rojiblanca, el empuje local en esos minutos arrinconaba al Atlético en su área y, en un corner, llegó el gol. La estrategia, esa que tanto nos da, nos apuntillaba. El realizador debía de saber que Otamendi marcaría, se fijó en cómo se escondía detrás de un compañero, cómo emergía y saltaba para rematar ante la pasividad visitante. El partido estaba perdido, y lo estaba por la actitud de unos y de otros, algunos dirán que el tiempo de descanso ha sido insuficiente tras el partido del miércoles, no digo que no pero ese cansancio no aflora en el primer cuarto de hora, la excusa la compro si nos hubiesen arrollado en los últimos 15 del partido.

El resto del partido fue de dominio atlético infructuoso, quería pero no podía, el Valencia frenaba los ataques rojiblancos a base de faltas, tanto quejarse en la previa de la violencia y al final, como no podía ser de otra manera, eran ellos los violentos. A la media hora conseguía Mandzukic el gol en un rechace tras disparo de Tiago desde fuera del área, era un pequeño halo de esperanza con una hora por delante. Sin embargo la puntilla llegó en un penalty que falló Siqueira, justo antes del descanso con la posibilidad de sembrar dudas en unos y espolear a los nuestros, el brasileño se pidió el lanzamiento en una decisión más que discutida. ¿Quién es Siqueira? ¿Lanzar en el Granada es lo mismo que lanzar en el Atlético de Madrid? Permítanme que lo dude, la exigencia de un sitio y de otro ha engullido a muchos jugadores que no aguantaron la presión, con Gabi, Koke, Arda, Mandzukic, Griezmann... es una grosería que le dejen tirar un penalty. El 3-2 que no fue y que quedó en 3-1 sentó como un gol en contra, una bofetada en toda regla.

La segunda parte siguió el mismo guión y ni la entrada de RG, Cerci o Raúl Jiménez revolucionaron un partido que ya estaba visto para sentencia. Preocupa Griezmann, el francés ha costado muchos millones y si no supiésemos qué puede dar pensaríamos que el muchacho ha sido un turbio negocio de la directiva. Decía el Cholo el otro día que con todos los respetos ha de darse cuenta de que el nivel de exigencia en la Real no es el mismo que el del Atlético, tiene razón y debe dar un pasito más. Como tampoco es entendible la actitud de un Cerci que cada vez que ha salido ha demostrado poco o nada, ayer además se despachó con una mano estúpida para marcar un gol (3-2) en el descuento que no hubiese valido para nada aunque hubiera engañado al árbitro, infantil expulsión que ha de hacerle recapacitar.


En definitiva, paso atrás en las aspiraciones ligueras y muchas dudas en las incorporaciones veraniegas que no han terminado de explotar, desde Oblak (16), pasando por Griezmann (36), siguiendo por Cerci (16) y terminando en un Mandzukic (22) que pelea hasta la extenuación pero demuestra día a día que es el peor delantero que hemos tenido en años, poniendo en tela de juicio si quizá debieran haber apostado por un delantero mejor por los millones que han costado él y Cerci. Ahora toca semana de selecciones, sólo queda esperar que los que se marchan vuelvan sanos y que se puedan afrontar con garantías los compromisos frente al Español, Malmöe y Getafe tras el parón. Estamos obligados a sumar los 9 puntos

btemplates

2 comentarios:

SURO dijo...

¡Qué ganas de que vuelva la Liga!

Putas selecciones...

(y para las pocas alegrías que nos dan...)

pablo dijo...

Hay post.

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